Casi tres días después de que el gobierno de Joe Biden enviara un representante diplomático a Caracas a Venezuela, la administración de Maduro tomó la decisión de liberar a dos detenidos: un turista de nacionalidad estadounidense y uno de los seis ejecutivos de Citgo que fueron detenidos en 2017. Ana Leonor Acosta, abogada y directora de la ONG Coalición por los DD. HH. expresó su satisfacción por la libertad de los dos ciudadanos estadounidenses, aunque señaló que si bien esto es un paso positivo, aún quedan más de 300 casos de personas detenidas por motivos políticos
Caracas. Dos ciudadanos estadounidenses que se encontraban detenidos por el gobierno de Nicolás Maduro fueron puestos en libertad este 8 de marzo, luego que se realizara una reunión entre representantes diplomáticos de Joe Biden y el gobierno venezolano.
Los liberados, quienes ya se encuentran en territorio estadounidense, son Jorge Fernández, un turista que fue detenido en 2021 en Táchira por poseer un dron, y Gustavo Cárdenas, uno de los seis ejecutivos de la empresa Citgo que fueron detenidos en 2017 y posteriormente condenados a ocho años y diez meses de cárcel.
La liberación de los dos hombres se realizó tras la visita de una misión diplomática estadounidense de alto nivel a Caracas, el pasado sábado 5 de marzo esto, según las agencias como Reuters y Associated Press, como parte de un acercamiento entre el país norteamericano y el gobierno de Maduro para intentar incrementar el suministro de petróleo.
El gobierno de Joe Biden emitió un comunicado señalando que la detención había sido injustificada y que la liberación se logró gracias al esfuerzo del cuerpo diplomático.
“Cárdenas fue arrestado en 2017 como parte de los llamados Seis de Citgo, y soportó cinco duros años de prisión en las manos de un sistema injusto. Fernández fue arrestado el año pasado con cargos espurios. Estos hombres son padres que perdieron tiempo precioso con sus hijos, todos los que aman, sus familias han sufrido cada día su ausencia. Agradezco al Enviado Especial Presidencial para Asuntos de Rehenes, Roger Carstens, y a todo nuestro equipo diplomático por sus incansables esfuerzos para asegurar su liberación”, expresó el presidente estadounidense en una declaración oficial a la prensa.
Por su parte, Ana Leonor Acosta, abogada y directora de la ONG Coalición por los DD. HH. expresó su satisfacción por la libertad de los dos ciudadanos estadounidenses, aunque señaló que si bien esto es un paso positivo, aún quedan más de 300 casos de personas detenidas por motivos políticos.
“Nos alegramos de que estas dos personas están con sus familias en Estados Unidos, pero también nos unimos al clamor de todas esas personas que están detenidas. Son más de 300 personas que están detenidas en Venezuela por razones políticas. Y que deben ser puestas en libertad de inmediato”, expresó Acosta en un video compartido en la red social Twitter.
La abogada también señaló que el verdadero camino para la reconciliación y la paz en Venezuela, es a través de la justicia y del freno de “detenciones arbitrarias, tratos crueles y procesos injustos”.
¿Mejorar relaciones por necesidad de petróleo?
El avance en la relación entre el gobierno de Maduro y la administración Biden podría traducirse en la reactivación del diálogo político en Venezuela, algo que el mandatario venezolano asomó el lunes 7 de marzo y el posible alivio de algunas de las sanciones económicas sobre instituciones venezolanas.
El deseo de EE. UU. por incrementar la cantidad de petróleo venezolano en su mercado interno surgió luego de que la administración Biden decretara una prohibición total de importación de petróleo y gas ruso a su país como una sanción económica contra el régimen de Vladimir Putin por su invasión militar a Ucrania. Esta medida se espera que tenga efectos importantes en la cantidad y precio del crudo en el mercado estadounidense.
El reconocimiento de facto a Nicolás Maduro
El politólogo y profesor universitario Ricardo Sucre calificó la liberación de los ciudadanos estadounidenses como “un gesto de Maduro” con el objetivo de consolidar lo que parece ser el acercamiento definitivo, al menos en un canal de comunicación directo, entre los gobiernos de Venezuela y Estados Unidos.
Para Sucre, que la administración Biden converse directamente con Nicolás Maduro a través de enviados diplomáticos es un reflejo de que se le reconoce de facto como el presidente de Venezuela, esto a pesar de que la legitimidad del mandatario chavista no se ha reconocido desde Washington.
“Hay un reconocimiento de facto, no de iure, es evidente que EE. UU. reconoce que Maduro es el presidente en ejercicio en Venezuela, es con él con quien quieren hablar, es con él con quien quieren tratar el tema de los presos y el tema petrolero”, señaló.
Sobre si esto se traducirá en el levantamiento de las sanciones económicas contra instituciones venezolanas, el politólogo dijo que es “muy temprano” para poder saberlo con certeza, ya que esto no es algo que se pueda realizar “de un día para otro”. De hecho, señaló que esta posibilidad se mantiene atada a las conversaciones y a las reacciones que este acercamiento generó.
Estas conversaciones ya están teniendo reacciones en contra tanto en EE. UU. como en Venezuela. Es necesario ver si esta relación se sostiene”, añadió.
Sucre también comentó que lo más probable es que el primer gesto de acercamiento de EE. UU. a Maduro no sea el levantamiento de las sanciones sino otra cosa, “quizás una licencia a Chevron para que opere en Venezuela”.
Los objetivos de cada bando
Referente a qué objetivos estarían persiguiendo las administraciones de Maduro y Biden, Sucre apuntó a que no se trata de algo tan simple como “levantar las sanciones”.
“Creo que el objetivo de Maduro va a más largo plazo. Si le quitan las sanciones será bien para él, pero él ya sabe cómo vivir con ellas, lo hemos visto con la situación económica y él mismo lo dijo al momento de aumentar el salario de los trabajadores. Creo que lo que él busca es un reconocimiento político no solo de él, sino del bolivarianismo como un movimiento que existe y que no necesariamente debe estar enfrentado con EE. UU.”, explicó.
Por su parte, Biden, de acuerdo con la lectura que hace Sucre, estaría detrás de un ordenamiento geopolítico que asegure el suministro petrolero de Norteamérica, esto porque no espera que la crisis desatada por la invasión de Rusia a Ucrania vaya a ser breve.
“Biden sabe, y lo ha dicho en varios discursos como en su mensaje a la nación, que el conflicto con Rusia será largo, no será cuestión de unas semanas. Es un conflicto duro y advirtió a los americanos que tendrán que pagar un precio. Biden al estar consciente de esto está viendo cómo reordena la geopolítica para garantizar cierta seguridad energética. La reunión no es solo con Venezuela, también es con Irán y con Arabia Saudita”, comentó.
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