close

Maestros guaireños dan clases tres veces a la semana por no poder pagar tarifas del pasaje

Maestros

Con un salario mensual que no supera los 20 dólares, docentes de la región se han visto obligados a dar clases solo dos o tres veces a la semana. Tampoco les alcanza para cubrir las necesidades básicas de sus familiares.

La Guaira. Clara Sánchez Frías es una de los 12 maestros de primaria de la Escuela Básica Nacional La Esperanza, ubicada en la parroquia Carayaca. Vive en el barrio Catamare, frente al paseo La Marina de Catia La Mar, y asegura que debe cancelar 30 bolívares de pasaje para cumplir cada día con sus 25 alumnos de cuarto grado.

“No tengo para el pasaje completo los cinco días de la semana y, a veces, voy al aula con un vaso agua de desayuno”, admitió Sánchez, egresada hace 12 años de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL).

La docente, de 38 años de edad, no puede evitar la frustración de ir dos o tres veces a la semana. Afirma que sus lecciones de matemáticas, lengua, historia y geografía de Venezuela quedan incompletas.

Hay otras compañeras que vienen desde El Pozo y Caoma, en Carayaca, y tampoco tienen para el pasaje completo y luego regresar a sus hogares”, agregó.

Burla

Clara y sus colegas cobran alrededor de 20 dólares (Bs. 491,4) mensuales. Este salario, con otras incidencias socioeconómicas, es similar al de cientos de profesionales del magisterio que se desempeñan en las 202 escuelas y liceos públicos del Litoral Central.

Esa es la misma historia en cualquier lado, pagan una miseria y se burlan de nuestras necesidades. No nos vamos a cansar: las protestas van a continuar en las calles”, dijo Liz Yegües, maestra de la Escuela Luisa Castillo, ubicada en el sector Punta de Mulatos de La Guaira.

En las últimas protestas de docentes, los maestros de La Guaira han exigido la firma de una nueva convención colectiva, ajustada al artículo 91 de la Constitución Nacional de 1999:

“Todo trabajador o trabajadora tiene derecho a un salario suficiente que le permita vivir con dignidad y cubrir, para sí y su familia, las necesidades básicas materiales, sociales e intelectuales”.

Sobre la base de esta garantía constitucional, los gremios educativos exigen al Ministerio de Educación un aumento salarial de 400 dólares (Bs 9828), para cada profesional de la docencia en Venezuela.

Si el problema es que no tienen suficientes bolívares para depositar en nuestras cuentas bancarias, entonces que nos paguen en dólares o en euros, y listo”, comentó Eneida Morales, maestra auxiliar del Prescolar Nacional Bolivariano Josefa Joaquina Sánchez, de Caruao, en el extremo este de la entidad federal.

Como reflejo de las precariedades económicas del país, maestros y profesores de la región se han visto forzados a migrar hacia otros empleos más productivos. Algunos todavía evalúan la posibilidad de marcharse al extranjero.

Maestros
Los docentes del Litoral Central no pueden cubrir el costo del pasaje para dar clases en sus escuelas. Foto: Cortesía

“Muchos han tenido que sobrevivir vendiendo chucherías, helados, cosiendo ropa y hasta limpiando casas de familia, iglesias y salones de festejo”, indicó Morales.

Aunque las autoridades regionales se niegan a ofrecer información oficial sobre las recientes dimisiones de maestros, se estima que estas han afectado más a planteles de zonas rurales, en los que algunos directores tuvieron que asumir cursos de segundo, tercero y cuarto grado ante la falta de docentes.

La pedagogía no se improvisa

Nelson Galvis, profesor jubilado y miembro del Frente Amplio de Vargas, ve con preocupación que en el Liceo José María Vargas (institución emblemática con 80 años de existencia) a los docentes que renuncian se les sustituya “en su gran mayoría, con personas no preparadas para enseñar: la pedagogía no se improvisa”.

Funcionarios de la Zona Educativa de La Guaira confirmaron a Crónica.Uno que en la actualidad se otorgan cargos vacantes a egresados de la Misión Sucre y otras casas de estudios superiores, creadas durante los últimos 20 años.

“Es difícil que un maestro de la UPEL o de la UCV, que se ha quemado sus pestañas estudiando y preparándose, acepte un cargo en una escuela de la Gobernación de La Guaira con esos sueldos de hambre”, dijo un funcionario del organismo, que pidió la reserva de identidad por temor a represalias.


Participa en la conversación