Ambos organismos calculan que el PIB de Venezuela crecerá 5 % en 2023, cifra pequeña en comparación al más de 80 % que perdió entre 2013 y 2021 e inferior a la que registró en 2022. Colombia, Chile y Argentina son de los países de la región que menos crecerán este año.
Caracas. Los efectos de la inflación aún se reflejan en la caída del consumo privado a escala global y Latinoamérica no escapa de esa realidad. Para 2023, se calcula que la economía venezolana, así como la de la región, crecerá menos que el año anterior.
Según proyecciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), este año el producto interno bruto (PIB) de Venezuela crecerá un tímido 5 % que, si bien es mayor al crecimiento de otros países, es mínúsculo al compararlo con todo lo que ha perdido la economía venezolana en la última década.
Venezuela vivió una crisis prolongada de contracción económica a partir de 2013 que se extendió hasta alrededor de 2021, en la que perdió más de 80 % de su PIB. En ese lapso, aumentó la pobreza, se redujo la inversión privada y más de siete millones de venezolanos emigraron en búsqueda de mejor calidad de vida.
Efecto petróleo en el “Venezuela se arregló”
A partir de 2019, el gobierno de Nicolás Maduro viró sus políticas económicas al abrirse al sector privado, permitir la dolarización de facto y desmontar los rígidos controles de cambio y de precios que debilitaron el bolívar, la moneda nacional.
Sin embargo, la pandemia de COVID-19 hizo que al año siguiente la economía se hundiera más y no fue sino en 2021 que empezó a salir del foso. En 2022, la Cepal estima que el PIB venezolano creció 12 %, mientras que el FMI proyecta un 8 % de crecimiento.
El Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), conformado por exparlamentarios y economistas venezolanos, sugiere que el crecimiento económico del año pasado se debió, principalmente, a los altos precios del petróleo producto de la invasión rusa a Ucrania. En agosto, la sensación de mejora de la economía comenzó a reducirse y expertos consideran que se debió a la incapacidad de aumentar el crecimiento petrolero.
A pesar del deterioro de la industria petrolera por desinversión y corrupción, la economía venezolana mantiene una alta dependencia del petróleo, pero es tal su deterioro que ni el aumento del precio del barril logró darle un impulso.
Sector privado se desacelera
El alicaído sector privado también dio signos de mejoras y la patronal Fedecámaras calcula que creció 8 % en 2022, aunque su efecto en el crecimiento de la economía venezolana aún es minúsculo. Sectores como la manufactura, de los que tienen mayor peso en la economía, todavía producen a 40 % de su capacidad instalada.
De hecho, la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria), en su última encuesta de coyuntura, reveló que el sector industrial creció casi 15 % en 2022 y para este año estiman una desaceleración a entre 4 % y 6 %, afectados por la voracidad tributaria, la falta de créditos y la caída en la demanda de productos, entre otros factores.
Firmas privadas de análisis macroeconómico como Ecoanalítica y Dinámica Venezuela estiman que indicadores como el consumo privado, los ingresos petroleros y el gasto público también se desacelerarán este año y tendrán impacto en el menor crecimiento de la economía. Un eventual crecimiento mayor, dependerá del comportamiento del mercado petrolero.
Principales cifras en la región
El FMI advierte en su más reciente informe que la inflación en Latinoamérica y el Caribe se redujo de 10 %, a mediados de 2022, a 7 % en marzo de este año. Sin embargo, esa desaceleración de precios no se ha visto en rubros determinantes como alimentos y energía.
Para reducir la inflación, los países de la región aumentaron las tasas de interés y encarecieron los créditos bancarios. No obstante, la Cepal señala que los efectos de esa política se sentirán, con más fuerza, en el consumo privado y en la inversión.
Ese organismo calcula que el PIB de la región crecerá 1,3 % (menos que el 3,7 % de 2022), mientras que el FMI proyecta que la economía latinoamericana y caribeña se desacelerará a 1,6 % este año después de un notable 4 % en 2022.
A continuación, las cifras de crecimiento, según el FMI, de los seis países de la región con más presencia de migrantes venezolanos:
- Colombia: 1 % (7,5 % en 2022).
- Perú: 2,4 % (vs. 2,7 %).
- Ecuador: 2,9 % (vs. 3 %).
- Chile: -1 % (vs. 2,4 %).
- Brasil: 0,9 % (vs. 2,9 %).
- Argentina: 0,2 % (vs. 5,2 % en 2022).
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