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Se reporta una gran cantidad de denuncias contra la red de atención pública primaria.Los ciudadanos que acuden a los CDI del municipio aseguran que no son atendidos por la falta de personal e insumos médicos. Personal del CDI de Altos de Los Godos sostiene que este centro de salud se está cayendo a pedazos por la falta de atención gubernamental.

Maturín. El CDI de Altos de Los Godos, la parroquia con mayor número de habitantes del municipio Maturín, no tiene condiciones para la atención de los enfermos debido a la carencia de insumos e instalaciones que no están óptimas para la atención de los pacientes.

En los últimos días, los pacientes han denunciado la humedad, la falta de camas, especialistas y personal de guardia. En este Centro de Diagnóstico Integral se ha convertido en un lugar abandonado por las autoridades encargadas. Un proyecto que en principio se inició para la atención de salud primaria de los habitantes de las comunidades de la ciudad, hoy en día no cuenta ni siquiera con tensiómetros.

Los encargados de este CDI aseguran que cuando llueve las instalaciones se inundan debido al estado en el que se encuentran los techos y algunas áreas no cuentan con iluminación por esta situación.

CDI Alto de Los Godos
El mal estado del techo ocasiona que el centro de salud se inunde cuando llueve. Foto: Cortesía.

Cuando llueve esto es horrible. Todo se inunda y tenemos que pasar todo el día sacando agua. Hay pasillos que no están alumbrados porque la humedad ha dañado algunos sócates. Nosotros hablamos con el viceministro de salud y no tenemos respuesta aún», comenta Elizabeth Rodríguez.

En cuanto a la atención de emergencias, el personal indica que no tienen ningún tipo de insumos para dar asistencia a los pacientes ante cualquier urgencia, por lo que generalmente son referidos a otro centro de salud.

«Nosotros aquí lo único que podemos hacer es recetar el medicamento y mandar al paciente para el hospital o al ambulatorio Vargas, pero no tenemos ni siquiera soluciones o inyectadoras para darles algún tipo de atención. Este CDI se está cayendo a pedazos», destacó Rodríguez.

No solo la falta de insumos afecta las instalaciones del CDI, también las condiciones en las que deben laborar los pocos empleados que aún acuden a este centro asistencial. Esta situación causa incomodidad pues comentan que durante el inicio de la pandemia la situación era diferente.

Cuando comenzó la COVID-19 aquí teníamos tratamientos, personal y los gobernantes estaban pendientes de las instalaciones, ahora no es diferente. Esto quedó abandonado, no tenemos luz en la cocina, hay una sola enfermera. Es una situación demasiado incómoda», comenta la encargada del CDI.

Atención pública en decadencia

María Machado sufre de tracoma. Una infección bacteriana que afecta los ojos y causa ceguera. El miércoles pasado acudió al CDI de la parroquia Altos de Los Godos para recibir atención ante el constante malestar ocular y no consiguió ningún tipo de asistencia ni siquiera analgésicos para calmar el dolor.

CDI Alto de Los Godos
La precariedad de la infraestructura se une a a la carencia de médicos y medicinas. Foto: Cortesía.

«En el CDI no hay médicos ni hay medicinas. Yo no encontraba para donde agarrar porque no podía ni abrir el ojo. Ahí no hay nadie que pueda ayudarnos para que nos pasen un tratamiento para el dolor», detalló Machado.

Otro de los tantos problemas descritos por la afectada es la falta de especialistas tanto en los Centros de Diagnósticos Integral como en ambulatorios y hospitales. Pese a haber sido diagnosticada con tracoma, no ha podido acudir a consultas oftalmológicas pues en la red de salud pública esto está colapsado.

«El mal trato en el hospital y en el ambulatorio es decepcionante. He ido varias veces para que me vea un médico y lo que me dicen es que las consultas están suspendidas. Yo tengo más de un año con este problema y solo he podido ir a una sola consulta porque yo no tengo 40 dólares para pagar en un lugar privado», aseguró.


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