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Estadísticas de mortalidad materno e infantil: el secreto mejor guardado del Ministerio de Salud en Nueva Esparta

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Hilda Mendoza, coordinadora del Observatorio Venezolano de Violencia en Nueva Esparta, aseguró que la emergencia humanitaria en el país, imposibilita la atención médica durante el embarazo, el parto y a los neonatos en el hospital central Luis Ortega de la isla de Margarita. El gremio médico asegura que desde hace tiempo las autoridades del principal centro de referencia de la entidad, no revelan esas estadísticas que, además, consideran elevadas.

Porlamar. La emergencia humanitaria compleja del país que ha afectado de manera considerable al sector salud, incide directamente sobre las deficientes condiciones de atención médica durante el embarazo, el parto y el recién nacido. Ha incrementado el riesgo de mortalidad materna e infantil, cuyas estadísticas se desconocen dada la opacidad del Ministerio de Salud.

Como parte de un estudio realizado por el OVV Nueva Esparta, sobre mortalidad y otras formas de violencia causadas en la niñez y juventud y que incluyó aspectos de violencia social o estructural, revela la tragedia que viven las embarazadas, recién nacidos e infantes que ingresan al Hospital Luis Ortega.

El presidente del Colegio de Médicos de Nueva Esparta, José Antonio Narváez, confirmó que, en Nueva Esparta, a pesar de la desinformación sobre los casos en los últimos años, existen indicios que dejan en evidencia que en el sistema público de salud son frecuentes las defunciones de niños menores de un año de edad.

Aunque puertas adentro se ocultan las estadísticas, a las afueras del hospital son rutinarias las duras escenas de los familiares lamentando y llorando a sus allegados fallecidos», apuntó Narváez.

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Los familiares de los pacientes que fallecen en el hospital central de Margarita no denuncian por temor a las represalias Foto: Cortesía.

Una funcionaria policial que identificaremos como «Mari» y que se atrevió a romper el silencio, reveló el fallecimiento de su hija gemela de un año a finales de 2021, por presunta negligencia médica en ese centro hospitalario

La madre relató que la niña fue internada junto con su gemela, para que le suministraran suero intravenoso por presentar fuertes vómitos y diarreas.

Denunció que desde el ingreso de las pequeñas comenzó una larga serie de percances por la falta de insumos y de un diagnóstico preciso, además, de continuos y costosos exámenes en laboratorios privados e improvisadas prescripciones médicas, hasta la muerte de la infante pocos días después.

Ante su desesperación, la madre, que adelantó que tomaría acciones legales. Contó que una integrante del equipo médico se burló de su tragedia.

Se atrevió a decirme: Bueno, si tu hija se muere no sería ni el primer ni el último caso», lo que para ella constituye una grave falta de ética y de sensibilidad humana en el trato con los pacientes y sus familiares.

 Terror frecuente

La mujer contó que, durante su permanencia en ese hospital, presenció durante esos días varios fallecimientos de niños en ese centro asistencial.

«Me daba terror que fueran a colocar un ventilador al lado de mi hija, porque cada vez que lo hacían con un bebé era como una señal de que iban a morir», subrayó.

De acuerdo con afirmaciones de la madre, la bebé iba a ser dada de alta junto con su gemela, pero fue llevada de repente a cuidados intensivos tras la reacción a un medicamento utilizado para proteger de infecciones intrahospitalarias, lo que su pequeña no requería.

Acotó que, tras el fallecimiento, solicitó repetidas veces la historia médica, pero esta nunca apareció y, por lo tanto, no le fue entregada.

Agregó que además del ocultamiento de los registros médicos, se incurre en irregularidades como la venta de insumos por parte del personal, la manipulación tosca de los pacientes para la docencia médica y otras situaciones graves.

Hilda Mendoza, coordinadora del Observatorio Venezolano de Violencia Nueva Esparta, precisó que el testimonio de un especialista consultado por su equipo y que habló de manera anónima, estimó que de acuerdo con su experiencia, de cada 1.000 gestantes que acuden a consulta en la red ambulatoria de la entidad, aproximadamente 400 pueden realizarse algunos de los exámenes médicos requeridos.

«Menos de la mitad tiene acceso a realizarse los exámenes en laboratorios privados porque en los hospitales no hay reactivos», apuntó.

Igualmente, reveló la inexistencia de estadísticas de las embarazadas que no acuden al control médico regular, pero se presume que estas constituyen una alta proporción.

Según explicó el especialista, la falta o deficiencia del control constituye un riesgo de infecciones urinarias e hipertensión en la madre, y de morbimortalidad por variadas causas, lo que se ha incrementado sobre todo en infantes.

Precisó que la morbimortalidad es un concepto que alude a muertes por enfermedad, causadas mayormente por fallas en el sistema de salud.

Registros ocultos

El presidente del Colegio de Médicos de Nueva Esparta, José Antonio Narváez, dijo al respecto desde hace alrededor de 10 años, el Ministerio de Salud no hace públicos los registros generales.

Acotó que a ese hermetismo se suma que entre 2020 y 2021, es decir, durante la pandemia de COVID-19, el personal del Instituto Nacional de Estadísticas, (INE), del Hospital Luis Ortega, ubicado en Porlamar, municipio Mariño, renunció a sus funciones, por lo que no fueron contabilizados los nacimientos ni las muertes durante ese período.

Agregó que, no obstante, usuarios y personal de salud han podido constatar que han sido más frecuentes los fallecimientos de infantes en los hospitales y en la red ambulatoria de la entidad, pero resaltan que no se publican las cifras.

La coordinadora del OVV en la región insular indicó que, a escala nacional, se calculó en 2012 una tasa de 13,7 defunciones de niños menores de un año por cada 100.000 nacimientos vivos.

«Según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas, (INE), luego de 80 años en los que se habían realizado significativos avances en este sentido, las cifras se elevaron. Más adelante se observó un pico en 2016 y 2017 con tasas de 21,3 y 25 respectivamente, lo que porcentualmente implicó un aumento de 82%. A partir de entonces no hay cifras disponibles», insistió.

Mendoza reiteró que, en el plano regional, la falta de información estadística o de acceso a ella, no debe ser un obstáculo para poner en alerta a las autoridades sanitarias, al personal médico y a la población en general, sobre la situación de la morbimortalidad infantil en Nueva Esparta.

Apuntó que la desnutrición también es un factor de alto riesgo perinatal, al igual que la reciente reaparición de enfermedades como paludismo y tuberculosis.


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