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Diócesis de San Fernando habilita nuevas casas de paso tras continuo flujo migratorio por frontera apureña

flujo migratorio

Según representantes de la diócesis de San Fernando de Apure, el flujo migratorio de venezolanos hacia Colombia por la frontera llanera no se ha detenido. Frente a ello decidieron habilitar dos nuevas casas de paso para 2022, para que quienes decidan salir del país reciban atención antes de continuar su periplo.

San Fernando de Apure. Frente al flujo migratorio que aseguran no se ha detenido, la diócesis de San Fernando de Apure adelanta junto con Cáritas Venezuela la habilitación de dos nuevas casas de paso para quienes decidan salir del país usando la frontera llanera para el primer trimestre de 2022.

Alfredo Torres, obispo de la diócesis apureña, informó que uno de los hogares de paso estará en la capital, San Fernando, y otro en la población de Achaguas, dado que estas poblaciones -afirman- siguen siendo el corredor de los venezolanos que emprenden caminatas para abandonar el país.

El prelado aseguró que la pobreza extrema incrementa el flujo migratorio de familias enteras por las carreteras de Apure en condiciones precarias e inseguras.

Torres afirmó ser testigo de las caravanas de personas que recorren la troncal 19, vía que comunica a la capital del estado con los municipios intermedios, Achaguas y Muñoz; y los fronterizos, Rómulo Gallegos y José Antonio Páez, a 450 kilómetros de San Fernando.

″Hace cinco o seis meses, nos llegaron aquí unos jóvenes de Carúpano (Sucre); pensaban que habían llegado a Guasdualito (capital del municipio fronterizo José Antonio Páez); llegaron en semana radical, sin un bolívar, según nos contaron tenían como más de siete días caminando″, comentó el obispo.

El clérigo sostuvo que ante el incremento de la movilidad migratoria por Apure, a principios de año se instauraron las primeras casas de paso con el apoyo del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y la Organización Internacional para el Migrante (OIM).

Control militar

El secretario de Gobierno y Seguridad del departamento de Arauca (Colombia), Merardo Tovar, declaró que en la llamada semana flexible que aplica el Ejecutivo venezolano, la población colombiana recibe en promedio 1500 personas y un poco menos, en la radical.

Tovar aseguró que el desborde migratorio derivó en la activación de un dispositivo militar para impedir el ingreso irregular de venezolanos a ese país, dado que su llegada se convirtió en un problema social para la región.

Marlen López, coordinadora del Servicio Jesuita para Refugiados (RJS), indicó que la organización tiene conocimiento de al menos seis pasos ilegales o ″trochas″, a lo largo del río Arauca, que une Apure con el departamento homónimo colombiano.

Por esos pasos controlados por presuntos grupos irregulares, los caminantes venezolanos evaden los controles migratorios a cambio, según López, de cualquier tipo de esclavitud laboral, sexual o extorsión económica.

López aseguró que buena parte de quienes cruzan la frontera prosiguen hacia el interior de Colombia, mientras que otra porción conforma el cinturón de miseria a orillas del río Arauca, según Medardo Tovar.

Atención primaria

Quienes se quedan en Arauca, refirió Tovar, lo hacen para recibir asistencia médica, medicinas y alimentos por parte de las agencias humanitarias que están activas a lo largo de todo el departamento para atender la contingencia.

Según la reciente Encuesta Condiciones de Vida (Encovi) 2019-2020, 96% de los hogares venezolanos son pobres y 79% de ellos pobres extremos, situación que condiciona una migración forzada de casi un millón de venezolanos por año.

″Las casas de paso no hacen mucho, pero alivian en algo la pesada carga de los caminantes como ya lo están haciendo las de El Amparo, El Nula, Guasdualito y La Victoria de la Diócesis de Guasdualito, en el municipio Páez″, razonó Torres.

En los hospedajes transitorios el migrante puede pasar entre 1 y 3 noches, se puede alimentar, asear y obtener un kit de higiene personal para continuar con su viaje.

Cáritas San Fernando inauguró los consultorios médicos Doctor José Gregorio Hernández en honor al beato venezolano. De un consultorio popular inaugurado en 2020 pasaron a tres este año, con medicina general y especializada, gracias al apoyo voluntario de 60 médicos.

El responsable de Cáritas Diocesana del municipio capital, Juan Flores, informó que la meta es pasar de 15 a 45 pacientes diarios, y de 400 a por lo menos 600 mensuales.


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