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Gobierno parapeteó el Campo de Carabobo de cara al desfile del 24 de Junio

De forma apresurada, el Gobierno desplegó múltiples cuadrillas para mostrar un Campo de Carabobo pulcro y arreglado, algo que en otras fechas no es de ese modo.

Valencia. El próximo lunes se celebra el 24 de Junio, día en el que se libró la Batalla de Carabobo, con la que se forjó el inicio del proceso de Independencia. Es precisamente en el municipio Libertador de Carabobo en el que se erige el Campo Carabobo, el monumento que honra la victoria y recuerda a todos el trayecto libertario de los próceres.

Fotografía: Armando Díaz.

Ubicado a 26 kilómetros de la plaza Bolívar de Valencia, Campo Carabobo es el sitio de encuentro de toda la cúpula gubernamental y militar en su clásico desfile. Sin embargo, Crónica.Uno ha visitado en dos oportunidades el recinto patrio. La primera en abril y la segunda el pasado 20 de junio con la intención de ver el estado de todo el complejo.

Fotografía: Armando Díaz.

Campo Carabobo, de acuerdo con una medición satelital hecha por Crónica.Uno, tiene al menos 592 m2. Aunque todos piensan que ese es el lugar exacto donde se libró la batalla, la verdad es que no es así.

Los guías turísticos explicaron que la batalla se dio a un kilómetro al noroeste del lugar donde está el arco del triunfo. Justo ahí fue levantado un mirador de forma piramidal invertida.

Además, el complejo cuenta con el Diorama de Jorge Castillo Blanco, inaugurado en 1971, así como una laguna para pasear con botes, un zoológico de contacto y dos museos, el más reciente fue inaugurado por el gobernador Lacava en 2024 y es un museo interactivo para niños.

Fotografía: Armando Díaz.
Abandono a lo patrio

Sin embargo, lo que llama poderosamente la atención, al menos en la primera visita hecha por Crónica.Uno es el abandono de las instalaciones.

En lo particular, la pintura que recubre el Arco del triunfo muestra signos de humedad y el efecto del sol que no permite que luzca un blanco resplandeciente, sino manchurrones negros y grises.

Fotografía: Armando Díaz.

No obstante, desde el viernes 31 de mayo la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) tomó las instalaciones de Campo Carabobo para preparar el desfile y recibir al presidente Nicolás Maduro sin margen de error.

Al menos 200 vehículos de guerra hacen dos filas que van desde el monumento de las cuatro banderas, que recuerda a las estatuas comunistas de China, Rusia y Corea del Norte, hasta el inicio del paseo de los bustos de los próceres.

Fotografía: Armando Díaz.

Hay radares, camiones médicos, tanques de diversos tamaños y camiones con misiles en los que se puede leer Made in Rusia, junto al mensaje “El Esequibo es Nuestro”.

En medio de este frenesí y faltando tan poco tiempo para la celebración, la Gobernación de Carabobo desplegó una cantidad abrumadora de cuadrillas de limpieza para encargarse de cortar la hierba que por efecto de las lluvias había crecido.

Fotografía: Armando Díaz.

Hay premura y el sonido de las desmalezadoras es atronador y se combina con el discurso de los militares que no paran de dar instrucciones sobre cómo marchar, cómo sostener la bandera.

“Chávez vive, la lucha sigue”, dice uno de los militares que coordina el evento desde la tarima.

Fotografía: Armando Díaz.
Cuando pasa el de Miraflores

Trabajadores parecen absortos en lo suyo, pero uno se detiene, se limpia el sudor y se ríe de forma burlona “¿Vive? Ese ya tiene mucho tiempo que no vive”. Viste una franela anaranjada con un murciélago en grande y un número 10 con el nombre Lacava estampado.

Todos están desesperados y hay algunos turistas que observan no solo el trabajo, sino la organización militar. Campo Carabobo es un sitio de recreación y principalmente de ejercicio para la parroquia Independencia de Libertador. Pero no es el sitio más fácil para llegar, puesto que el complejo se encuentra encerrado por la autopista del Sur en un terreno de forma ojival.

Fotografía: Armando Díaz.

“Es increíble cómo se ocupan de cortar la grama, de quitar los mangos podridos, de traer un camión cisterna para limpiar el suelo y que no haya rastros de tierra solo porque viene Maduro, pero esto no es un trabajo usual”, dice Thomas Herrera mientras observa el cambio de guardia de los militares que resguardan la tumba del soldado desconocido.

Fotografía: Armando Díaz.
Abejas en el altar

Lo hacen cada dos horas de forma religiosa. Esos dos militares están erguidos no se mueven y solo te siguen con la mirada cuando no los ves.

Florangel Caldera es una visitante de la zona y afirma sentirse maravillada por lo colosal del arco que parece absorber al que sea que se posa debajo de él.

Fotografía: Armando Díaz.

Pero ese mismo efecto lo tiene el Altar de la Patria en el fondo de un espejo de agua artificial sobre el que flotan flores y hojas viejas que dañan el efecto para el cual fue diseñado.

En el Altar de la Patria crecen pequeñas ramas que ya parecen arbolitos y los trabajadores sin uniformes y que hacen de guías saltan para arrancar las ramas para que todo se vea bien, pero es complejo.

Fotografía: Armando Díaz.

Una de las estatuas que parece la representación de la justicia, tiene el rostro cubierto de abejas como una mascara devorada. Ahí tampoco pueden llegar y parece no importar, lo que importa es lo inmediato, lo que está más cerca de Maduro, puesto que después del 24 de junio todo volverá a la normalidad.

Hasta que la lluvia y el sol deterioren nuevamente todo como fue encontrado en abril de 2024.

Fotografía: Armando Díaz.

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