El proyecto de “musealización” de Catuche incluye a organizaciones sin fines de lucro, artistas, arquitectos y habitantes de la comunidad, entre otros participantes. La mayor parte de las piezas de arte serán hechas con materiales reciclados que están dentro de la comunidad.
Caracas. Catuche es una quebrada caraqueña que atraviesa parte del centro de Caracas. Pero también es una comunidad con una historia que sus habitantes quieren contar a través del arte plasmado en el barrio, transformado en una especie de museo al aire libre.
La idea es convertir las áreas comunes de Catuche en un corredor cultural que narré diversas historias, ya sea cómo la comunidad superó la violencia urbana gracias a la lucha de sus mujeres, esas que un día dijeron “ya no más”, o cómo Catuche resurgió de los escombros, producto del deslave de 1999 de La Guaira, y que repercutió al norte de Caracas.
Catuche es parte de la parroquia La Pastora, municipio Libertador. Está constituida por varios sectores, como El Bulevar, El Quinder, La Quinta y Portillo, entre otros.
Los primeros pasos
María Orozco habita en Catuche desde 2006. ¨Para esa época empezaron nuevas construcciones improvisadas en la zona, luego de que la crecida de la quebrada en 1999 arrasara con 600 casas.
Pero todo eso es historia. A quienes por estos días visitan la zona, María les muestra los espacios que serán intervenidos de forma artística. A su vez, está orgullosa de que los vecinos hayan construido caminerías y se encarguen de limpiar periódicamente tramos de la quebrada y las áreas comunes.
María y otros residentes recientemente limpiaron un terreno que ahora mismo es solo tierra y está decorado con unas macetas hechas con cauchos viejos.
Pronto ese mismo espacio estará cubierto por un mural-escultura y, a su vez, se convertirá en una pequeña plaza, que incluirá una toma de agua potable de provecho para los vecinos.
Al frente de este terreno está un puente dispuesto sobre la quebrada, que une a los vecinos de un lado y del otro. Esta estructura también será intervenida de forma artística. Sin embargo, en primera instancia deberá ser recuperado debido al desgaste ocasionados por el paso de los años y lo improvisado de su construcción.
Parte de lo que incluye el proyecto
El proyecto de “musealización” incluye a organizaciones sin fines de lucro, arquitectos, artistas y habitantes de Catuche, entre otros participantes. La mayor parte de las piezas de arte serán hechas con materiales reciclados que están dentro de la comunidad.
Félix Goidá, miembro de Asociación Civil Catuche (Ascocica), comentó que parte de la musealización será contar la historia a través de códigos QR, que estén a lo largo del corredor para que los residentes y visitantes de Catuche puedan escanear y saber más sobre la comunidad.
Musealizar la historia de Catuche
“La idea es musealizar casi un kilómetro de Catuche”, explicó Maribel Piñango, miembro del Grupo Social Cesap, una de las organizaciones que participa en este proyecto.
El Consorcio Social Catuche también está involucrado en la iniciativa cultural. Esta es una organización compuesta por Asocica, Fe y Alegría y la Rectoría San Ignacio de Loyola. Este consorcio lleva más de 30 años trabajando para incorporar el barrio a la ciudad y convertirlo en un corredor ecológico, donde sus habitantes se relacionan con la quebrada de una manera segura y digna.
“¿Por qué no museografíar eso? —se preguntó Yuraima Martín, arquitecta y miembro del proyecto—, para que quien venga a Catuche pueda conocer su historia, pueda conocer la quebrada y el ámbito en el que habita esta comunidad, y hacer del arte una herramienta potenciadora”.
Sus habitantes y el arte
Lo más importante de esta iniciativa, considera Yuraima, es que todo el arte “estará hecho por su gente (…) Vendrán artistas que ayuden, que den ideas, pero lo más importante es que el proceso sea hecho con la gente”.
Este proyecto también busca potenciar, a través del arte, el sentido de pertenencia, la apropiación e identificación con los espacios y fomentar la convivencia de los vecinos.
“Además de construir la obra, tienen que aprender a conservarla, definir sus usos y las normas. Esa es la implicación de los habitantes con su entorno y hacerlos responsables”, explicó Liseth Mora, de Fe y Alegría.
Para no olvidar la historia
Catuche ya no es lo que era antes de diciembre de 1999. Su quebrada es un riachuelo con tramos en los que el monte y las rocas no dejan ver el paso del agua. La basura también está presente, sobre todo en las riberas, lo que camufla aún más el cauce del río. Y alrededor están las casas.
Yuraima y Liseth recordaron que antes de la crecida de la quebrada, durante las lluvias de hace 25 años, había construcciones alrededor y por encima de la quebrada.
Por tanto, con este proyecto, también buscan evitar que haya más viviendas autoproducidas en la zona.
“Queremos hacerlo de una manera que la gente comprenda por qué se está haciendo y que internalice la responsabilidad de vivir junto a una quebrada”, añadió Liseth.
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