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La Sundde publicó una lista con precios máximos de 32 alimentos básicos, expresados en dólares. Los controles de precios, que ocasionaron un desabastecimiento de hasta 80 %, dejaron de aplicarse a finales de 2018. Sin embargo, en 2020 -a inicios de la pandemia- volvieron a relucir con la ocupación de tres empresas agroalimentarias.

Caracas. Luego de dos años sin hacer mención explícita a los controles de precios, la Superintendencia para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde) publicó una lista de precios máximos. El listado incluye algunos rubros “priorizados”, que incluso superan los precios reales de mercado.

La Sundde informó a través de Twitter que los “precios máximos al consumidor” fueron resultados de “mesas de diálogo con el sector productivo agroalimentario”. En total, 32 alimentos básicos tendrán precios máximos en dólares, según la lista de la Sundde.

La última vez que el gobierno de Nicolás Maduro “coqueteó” con retomar los controles de precios fue en abril de 2020, a inicios de la pandemia por COVID-19. Entonces ocupó por 180 días el consorcio Coposa y fiscalizó las empresas Polar y Plumrose. Para esto se basó en la Ley de Precios Justos.

Foto: Tairy Gamboa

Si bien desde 2019 el Gobierno relajó los controles de precios, el marco legal siguió vigente. El régimen de controles de precios a los principales productos de la cesta básica fue sello del chavismo desde 2003. Esta estrategia oficial generó uno de los períodos de escasez más graves del país.

La regulación en la venta de artículos básicos, junto con la caída en la producción por la falta de ingresos para mantener los subsidios, generó una profunda escasez. Para 2018, según cálculos de la firma privada Econométrica, el índice de desabastecimiento en el país era de 83,8 % y coincidió con una hiperinflación sin precedentes que llevó a millones de hogares a la pobreza.

La falta de ingresos del Estado, debido a la debacle de la industria petrolera y el endurecimiento de las sanciones internacionales, obligaron al Gobierno a liberar parcialmente la economía a finales de 2018. Empezando 2019, Venezuela vivió la inflación mensual más alta de su historia reciente, aunque los anaqueles comenzaron a abastecerse.

Una estudiante muestra un cartel sobre la escasez durante una concentración opositora en 2015. Crónica Uno/Cristian Hernández

Este año el Gobierno anunció que presentaría ante la Asamblea Nacional (AN) un proyecto de ley para sustituir a la Ley de Precios Justos. El proyecto, denominado “Ley Orgánica para la Protección de los Derechos Socioeconómicos” se iba a debatir el 25 de agosto en la plenaria, pero fue retirado a última hora y no se ha hablado más del tema.

En julio de este año, durante la asamblea anual de Fedecámaras, empresarios y productores agroalimentarios advirtieron que un eventual regreso al esquema de controles puede hacer retroceder los avances en la producción de alimentos, especialmente de la actividad agrícola y ganadera.

Aspiramos a que los precios de los productos se mantengan por medio de la oferta y la demanda, ya que hasta el momento eso ha favorecido la producción. Que no se apliquen más las políticas de control de precios, dijo en la 78° asamblea anual de Fedecámaras el presidente de la Federación de Ganaderos de la cuenca del Lago de Maracaibo (Fegalago), Paul Márquez.

En total, durante los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, se promulgaron cinco leyes y otros tantos decretos para controlar precios y “reducir” la inflación. Esto aunque durante años el gobierno negó que existiera tal fenómeno.

Los controles y el marco regulatorio también ocasionaron estigmatización y persecución a comerciantes. Además, propiciaron la escasez y un mercado negro en el que se vendían los productos por encima de sus precios regulados. En los últimos tres años esas prácticas han disminuido, aunque el discurso a veces vuelve a salir a la luz.

En 2020, cuando el Gobierno anunció controles y ocupar empresas alimentarias, la Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos (Cavidea) criticó la medida y manifestó la imposibilidad de acordar los precios de sus productos, por considerar que esta decisión ponía en riesgo su capacidad para producir y abastecer el mercado.

Precios ajenos a la realidad

De acuerdo con información y cálculos propios recopilados por Crónica.Uno, desde que en 2019 las autoridades dejaron a un lado los controles de precios, estos se empezaron a estabilizar en dólares. En los últimos años, como consecuencia de factores como la apreciación del dólar, la escasez de combustible y los problemas de transporte, los precios en divisas subieron. Aunque los anaqueles se han mantenido abastecidos.

Algunos precios publicados por la Sundde, pese a que se expresan en dólares a diferencia de listas anteriores, son inferiores a los que se ven en mercados y supermercados (de acuerdo con los monitoreos mensuales de Crónica.Uno), que han permitido mejorar el abastecimiento:

  • La harina de maíz fue fijada en $1,20 por kilo, pero su precio en cadenas de supermercados varía entre $1,40 y $1,50.
  • Las lentejas y caraotas tienen precios máximos de $1,40 y $1,30 por 500 g, respectivamente, mientras que en los mercados se consiguen hasta en $3 por kilo.
  • El cartón de 30 huevos de consumo, que ya supera los cinco dólares en algunos establecimientos, quedó fijado en $4,50 por la Sundde.
  • El kilo de carne de res fue regulado a entre seis y siete dólares, según su corte. Si bien, en algunos locales públicos y privados, su precio promedio ronda esas cifras, en otros puede superarlo.

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