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Incendios forestales en Parque Nacional Mochima ponen en riesgo zona cercana al gasoducto “José Francisco Bermúdez” 

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Bomberos forestales estiman que la incidencia del fuego podría extenderse durante un par de días más debido a las altas temperaturas y las condiciones del viento

Cumaná. Más de 95 incendios forestales han ocurrido en los últimos 15 días en el estado Sucre. En consecuencia, alrededor de 315 hectáreas de la entidad nororiental han afectadas, 250 en la zona extraurbana y el resto en zonas urbanas de Cumaná (Sucre), Carúpano (Bermúdez), Casanay (Andrés Eloy Blanco) y Güiria (Valdez).

En el más reciente foco, más de 250 hectáreas del Parque Nacional Mochima fueron consumidas por la propagación del fuego que también ha puesto en riesgo la zona forestal del Gasoducto “José Francisco Bermúdez” en el estado Sucre.

Gilberto Pinto, gobernador de la entidad, precisó que el incendio se generó en el estado Anzoátegui y se propagó hacia Sucre.

Pinto llamó la atención de los agricultores que acostumbran a quemar los terrenos en los que existen ramales del gasoducto José Francisco Bermúdez, que se extiende desde Güiria (municipio Valdez), hacia los estados Anzoátegui y Nueva Esparta. 

“Tenemos varias brigadas desplegadas en la serranía del Turimiquire, en el límite con los estados vecinos de Anzoátegui y Monagas. Nos mantenemos alerta” expresó Pinto durante la instalación del Estado Mayor contra Incendios Forestales en la entidad oriental. 

Sin embargo, el general José Antonio Pazos Alcalá, Jefe de la Zona Operativa Estratégica de Análisis de Riesgo y Necesidades de los Bomberos del estado Sucre (Zoedan Sucre), desestimó el peligro en la zona cercana al gasoducto.

La línea de fuego está lejos del gasoducto, no hay afectación de comunidades ni de las cuencas todavía, esperamos que los frentes de ataque logren suprimir las llamas” dijo.

Precisó que la incidencia de las llamas podría extenderse debido a las altas temperaturas y las condiciones del viento.

El origen

Los bomberos de las región tenían más de una semana suprimiendo un incendio en el sector Uverito, en la reserva forestal del parque Nacional Mochima seccional Anzoátegui, hasta que se extendió al sector Guaranache y zona alta del Turimiquire en Sucre.

Al respecto, Pazos dijo que el promedio de propagación en horario diurno es de 15 a 20 metros por hora, mientras en las noches disminuye cuando baja la temperatura y aumenta la humedad.

Ambos funcionarios coincidieron en llamar la atención de los agricultores de la zona para que mantengan los cuerpos de agua que les permitan extinguir los incendios y hacer cortafuegos de uno o dos metros de extensión, para evitar que las llamas se propaguen de una parcela a otra por los cambios del viento.

Pazos aseguró que los incendios forestales son comunes por falta de humedad en el ambiente y el aire magnético que produce la incidencia solar que trae como consecuencia un incremento de más de 86% de la temperatura y favorecen las masas de viento con temperaturas que superan los 36 grados centígrados.

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Debido a la propagación por efecto del calor y el viento, el incendio entró desde la zona Anzoátegui del Parque Nacional Mochima hacia Sucre. Foto: Cortesía

En el caso del Parque Nacional Mochima, en el que los suelos son rocosos, las plantas no son de tronco grueso y tienen media altura, la población campesina acostumbra a quemar para eliminar la mala hierba y la vegetación que ahoga a las plantaciones de merey caraotas, pimentón, tomates y ají entre otros rubros.

El problema no es la quema sino las partículas contaminantes de cadmio, zinc, cloruro, fosfatos, sulfonatos y amonios que afectan las vías respiratorias de la población vulnerable que son los infantes y adultos mayores que tienen problemas respiratorios y han aumentado gripes que se suman a la incidencia de la COVID-19 y sus variantes”, añadió Pazos.

Otros casos

La afectación provocada por los incendios forestales en parques nacionales del país ha sido notoria en los últimos años. 

Hace más de 20 días ocurrió un incendio forestal en el Parque Nacional Henri Pittier, en el estado Aragua.

La eventualidad se registró en el sector “Mata Seca”, en el municipio Mario Briceño Iragorry,  pero tuvo su origen en “La Güaricha”, municipio Mariara, estado Carabobo, propagándose hasta El Limón para finalmente consumir más de 120 hectáreas.

Especialistas consideran que los parques nacionales deberían experimentar menos cambios en los suelos y menos incendios forestales. Sin embargo, las tendencias han cambiado y este tipo de sucesos se han convertido en la principal amenaza para las reservas naturales. 

Rodolfo Gil, presidente de la Fundación Agua Para Todos, indicó que desde febrero se presentan incendios forestales todas las noches en la zona rural de Sotillo, en Anzoátegui, repitiendo un patrón de incendios que año a año se realizan sin control. 

Es una cadena de sucesos que va en detrimento del ambiente, se está quemando toda la cuenca del río Neverí, esto puede propiciar hasta el vandalaje. Los incendios forestales en las zonas Abrae (Área Bajo Régimen de Administración Especial) durante la última década han ido en incremento dejando terrenos estériles. La cuenca alta y media del Neverí, ha perdido entre 30 y 35% de su masa vegetal”, sostuvo Gil.

Umbrales de vigilancia

Los problemas forestales derivan no solo en la pérdida de sustento de los suelos sino de humedad en el ambiente. Por consiguiente, se produce un desequilibrio en el ciclo del agua, además de la contaminación.

“Los incendios siempre van a generar todo tipo de impacto pero los efectos que puedan ocasionar, dependerán de la zona donde se desarrollen. En la vertiente sur del parque Henri Pettier (hacia la ciudad de Maracay), existe una selva nublada, bajas temperaturas y mucha humedad” detalló Miguel Silva, profesor de climatología agrícola de la Facultad de Agronomía de la Universidad Central de Venezuela (UCV).

Precisó que la mayor área de incendios ocurrió en 2020 con 32 kilómetros de afectación. Sin embargo, explicó que cuando las condiciones ambientales son más húmedas el proceso de recuperación puede ser más rápido, no solo porque llueve más sino porque las temperaturas son más bajas y los vientos se comportan de forma distinta.

Silva se refirió al caso de Mochima para considerar que los incendios afectan un área en la que el clima es semiárido, el registro de lluvias podría ser bajo y el impacto del fuego puede ser más devastador porque la capacidad de regeneración del suelo y las especies, es más lento. 

“Las causas de los incendios forestales pueden ser variadas si apartamos el efecto antrópico es decir, la influencia humana. En el Henri Pittier no dimos cuenta que el aumento de la temperatura no es estadísticamente significativa para generar un comportamiento del viento y para confirmarlo participamos en un estudio durante entre 1990 y 2020”, dijo Silva.

El experto reconoció que la cantidad de lluvia acumulada en los últimos años, debe ser definida para cada zona en particular, porque es muy variable tanto en el tiempo como en el espacio y además tiene incidencia significativa en el registro de incendios del año siguiente.


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