El látigo venezolano de 23 años culminó una muy buena temporada en el hipódromo La Rinconada, donde cosechó 38 victorias, entre ellas la magna prueba del hipismo venezolano con el ejemplar El De Froix.
Caracas. El jinete venezolano Francisco Quevedo calificó su campaña de 2024 como «una montaña rusa», que le dejó muchas enseñanzas en el ámbito profesional.
El joven de 23 años culminó cuarto en la estadística anual del hipódromo La Rinconada con 38 victorias, apenas cinco menos que el campeón Jaime «Pocho» Lugo.
Al margen de los números, el látigo vivió momentos duros por una suspensión en abril, pero también cumplió el sueño de ganar su primer Clásico Simón Bolívar con el ejemplar El De Froix.
Esa conquista en la magna prueba del hipismo venezolano, Quevedo la atribuye a la excelente condición del gigantón hijo de Gazelda -que ya había corrido cuatro veces la selectiva sin éxito-, al entrenamiento físico y mental, al estudio de los rivales y al trabajo de cuadra liderado por el preparador Riccardo D’ Angelo.
«Suena loco, pero la decisión de correr en la punta la tomó el mismo caballo», explica Quevedo al recordar la estrategia de la carrera de milla y media.
«Antes de entrar al aparato, yo le hablaba, le decía: ‘demuestra que tú eres el mejor‘. Al darse la partida, El De Froix salió con mucha intención y al ver el primer parcial supe que iba algo rápido. Lo relajé lo más que pude para que andara a su tranco. En los 800 lo llamé a correr y me respondió como lo que es, un campeón. Allí supe que había ganado la carrera».

Los comienzos del falconiano
Quevedo empezó a montar caballos cuando era un niño de 10 años en las llamadas trillas de su pueblo Tocuyo de la Costa, en el estado Falcón. A los 14 años decide partir a Ciudad Bolívar para aprender más sobre el mundo de las carreras y a los 16 da el salto definitivo al trasladarse al hipódromo de Valencia.
«En Valencia duré hasta los 17 años y mi secretario José Andrade me ayudó a abrir algunas puertas en Caracas hasta la actualidad. Llevo ejerciendo como jinete siete años, aproximadamente», apunta el fusta falconiano.
En esos siete años en la profesión, Quevedo se ha ido consolidando como uno de los mejores jockeys del óvalo de Coche por su estilo enérgico y su inteligencia sobre los purasangres de carrera.
En ese tiempo le ha tocado conducir a grandes corredores, entre los que destaca a Persecuted, Time Traveler, el recordado Papá Pedro, Compadre Peche, la yegua Melosa y el propio El De Froix.
Pulirse como jinete
En la última reunión de carreras del 2024, Quevedo tuvo el honor de compartir con grandes jinetes internacionales, como el criollo Javier Castellano, el dominicano Joel Rosario, el puertorriqueño John Velásquez y el estadounidense Dylan Davis, entre otros.
«Fue una agradable experiencia. La humildad, el carisma y el compañerismo que tenían todos fue muy bonito. Aprender de los mejores te motiva a ser mejor cada día y superarte a ti mismo», resume la jornada el ganador del Bolívar 2024, quien, por ahora, desea seguir creciendo en la profesión en el hipódromo caraqueño.
«Quisiera pulirme más como jinete antes de irme a otro país. Mis proyectos para 2025 son seguir cosechando éxitos y ganar más clásicos en Venezuela», sentenció.
Fuera del hipismo, Quevedo está casado y tiene una hija de un año que es «la luz de su vida». Además tiene dos perritas de nombre Bianca y Lupi, que también son sus compañeras.
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