Protagonizada por Jason Statham, la película de ciencia ficción entretiene cuando deja de tomarse en serio.
Caracas. Megalodón 2: El gran abismo es una película que al principio pareciera tomarse muy en serio. Con solemnidad presenta a un grupo de científicos y protectores del océano que evitan el lanzamiento de desechos tóxicos al agua.
Liderados por Jonas Taylor (Jason Statham), el grupo de aventureros tiene su base en las orillas del océano, dónde tienen en cautiverio a un megalodón, una especie de tiburón gigante de un lugar remoto y peligroso.
Impulsados por el deseo de conocer más, el equipo de científicos emprende un nuevo viaje a lo más abismal del mar, desean saber más. Allá la bitácora se enrarece cuando descubren una red ilícita que explota la zona, lo que genera un enfrentamiento que altera el mecanismo que separa a ese mundo del ambiente humano.
Hay escenas trepidantes en varios momentos de la películaEntonces, las enormes criaturas llegan a las costas, dónde aterrorizan a felices vacacionistas, anonadados ante desconocidos seres monstruosos.
Es en ese momento cuando Megalodón 2: El gran abismo asume su verdadera naturaleza, la de una película que no busca ningún apego con la realidad, y se sumerge en el absurdo para simplemente entretener con las secuencias más inverosímiles, como un sueño descabellado hecho imagen en la gran pantalla.
Dirigida por Ben Wheatley, el largometraje es una película a la que no hay que exigirle mucho. De esas obras por las que hay que dejarse llevar, relajarse y asumir que se está frente a un sinsentido de serie B. Entretenimiento directo para seguidores de la acción.
No hay profundidad de los personajes, tan solo autómatas frente a una premisa sencilla.
Megalodón 2: El gran abismo peca de larga. Pues todo su conflicto es fácil de resolver, pero se mantiene su desarrollo para desplegar su exhibición de derroche de fantasía. Recupera su ímpetu cuando deja de ser un largometraje de un grupo de científicos preocupados y a negados, para entregarse a salvar el mundo del ataque de las extrañas criaturas.
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