La tercera película del cineasta venezolano trata sobre dos hermano que deben sobreponerse a los traumas familiares para salvar sus vidas.

Caracas. Dos hermanos han emprendido cada uno su camino en la ciudad. En la casa natal, por allá entre los bosques, sigue la madre, ya envejecida y ensimismada en circunstancias no muy claras. La muerte repentina de un amigo de la señora hace que los hijos vuelvan a verla.

Rodado en Uruguay, No voltees es el tercer largometraje del cineasta venezolano Alejandro Hidalgo. Es un encargo escrito por Ricardo Avilés, guionista mexicano conocido por telenovelas y series que en esta producción logra una historia de esas en la que los personajes solucionan sus conflictos paulatinamente, de manera paciente, y sin salidas urgentes. 

Cuando se escucha el nombre de Alejandro Hidalgo es todavía inevitable no pensar en su debut con La casa del fin de los tiempos (2013), esa película de un novel creador que se convirtió en una referencia del cine venezolano.

En 2022, estrenó El exorcismo de Dios, una coproducción con varios países con mayor presupuesto, pero igual de coherente con los intereses del autor, un apasionado del cine de terror y las maneras de abordar los conflictos humanos desde esa perspectiva.

No voltees
No voltees se estrnó en el mes de junio en la cartelera nacional

En No voltees se cuenta la historia de dos hermanos Aurora (Paulette Hernandez) y Martín (Alan Alarcón). Al principio muestran esa lejanía con la madre, con esa intención del realizador de hacer ver a dos sujetos enfocados en su vida citadina y alejados de las precariedades de la madre, pero paulatinamente se muestran cómo ambos sobreviven a traumas de la infancia. 

La presencia del padre fallecido es cada vez más envolvente. El espectador poco a poco verá en este personaje ausente un elemento determinante a desentrañar. Ambos hermanos entonces se debaten por lo que deberían hacer con la mamá. Dejarla en casa no es opción, así que hay que llevarla a la ciudad. ¿Pero en qué lugar dejarla? Lo que sí tienen claro es que no serán el los respectivos hogares de cada uno.

Hace poco el largometraje estuvo en la cartelera venezolana, y disponible para Estados Unidos en la plataforma Tubi. No voltees es una película que respeta a sus personajes, a quienes les da ese espacio y tiempo necesario para resolver por ellos mismos el caos en el que se encuentran.

Un  thriller psicológico sobre los traumas de la niñez enfrentados como luchas contra monstruos, fantasmas, peligros que carcomen el presente, acciones que pretenden anquilosar a los protagonistas en el presente con hedor de pasado, con las recriminaciones de unos años que parecen inmediatos. Mientras, la madre parece ser cómplice de ese plan maligno de fijar todo en cómo ha sido y debió ser.

Alejandro Hidalgo comprende cada momento. Entiende a los personajes en su lugar, la casa como espacio de lo que fue, es y podría ser. La intimidad aberrante de la dinámica familiar fatua; cenas que son artilugios para la vileza.

Todo para lograr un ambiente de tensión constante, la empatía con los hermanos que deben aprender a huir, pero antes deben aprender a romper esas cadenas de las heridas de un pasado, ese paso monstruo de vidas disminuidas. 

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