José Fermín, padre de Nicolás Fermín, exige que los funcionarios de la PNB reciban una pena de 30 años por el asesinato de su hijo, el pasado 11 de mayo. El joven recibió un impacto de bala en el cuello, mientras trabajaba como taxista, para costear sus estudios.
Caracas. Nicolás Fermín estaba decidido a ser piloto aviador. En una ocasión le confesó a su papá que quería ser DJ, pero luego cambió de opinión. A los 21 años inició sus estudios en un instituto especializado en aeronáutica y solo le faltaba culminar la parte práctica que se consistía en al menos 30 horas de vuelo.
Aunque su padre, José Fermín, le ayudó a pagar la primera parte del curso, Nicolás necesitaba cerca de $5000 para costear las horas de vuelo y certificarse. Por este motivo estuvo cerca de seis meses haciendo traslados como taxista a través de Ridery, una empresa que ofrece servicios de movilidad a través de una aplicación móvil.
El último día que Nicolás prestó servicios, ya a sus 23 años edad, estaba en el sector Las Flores de Puente Hierro, la madrugada del jueves 11 de mayo. Allí fue abordado y asesinado con un arma de fuego por presuntos agentes de la Policía Nacional Bolivariana (PNB). El joven recibió un balazo en el cuello.
Dos PNB imputados
Un día después del asesinato, Tarek William Saab, fiscal designado por la extinta Asamblea Nacional, anunció que fueron detenidos dos funcionarios de la PNB identificados como Damián Ortiz y Freiker Camacho. Sin embargo, otro de los presuntos involucrados está prófugo.
La Fiscalía 62 Nacional imputará los delitos de homicidio calificado por motivos fútiles, uso indebido de arma orgánica y omisión de socorro.
Este miércoles, 17 de mayo, en la misma esquina donde fue asesinado Nicolás, se reunió su familia para rendirle un homenaje y exigir que el crimen no quede impune.
“Lo importante es que las autoridades esclarezcan los hechos. Lo que quiero es la pena máxima para estos monstruos. Ellos piensan que utilizar un arma es algo muy sencillo, que es como matar a un perro. Me imagino que el error que cometieron les va a pesar toda su vida”, manifestó el padre de Nicolás, quien añadió que espera 30 años de condena para los involucrados, como medida justa.
El director de la PNB, Elio Estrada Paredes, precisó a través de Instagram que los agentes pertenecían a la División de Secuestro y actuaron de forma personal.
“Estas acciones personalísimas realizadas por estos exfuncionarios quienes estando de civil y franco de servicio, no expresan la voluntad ni los sentimientos de todos los funcionarios y funcionarias integrantes del Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana cuya misión es y será Proteger, Defender y Servir a nuestro Pueblo”.
En honor a Nicolás
La mañana del miércoles, 17 de mayo, los allegados de Nicolás repartieron volantes con una foto del joven y rotularon el vidrio trasero de los vehículos de los conductores de Ridery que circulaban por Las Flores de Puente Hierro, donde ocurrió el crimen.
José expresó sentirse culpable por no haber pasado más tiempo con su hijo. Estuvo cuatro años fuera de Venezuela y durante ese período solo pudo visitar el país una vez.
Sin recibir socorro
Sobre los hechos, un testigo contó a Crónica.Uno que a las 5:20 a. m. escuchó una detonación y se asomó al escuchar gritos. Ya los responsables habían huido del sitio.
“Vi que su herida en el cuello no dejaba de sangrar, intentamos llamar a los bomberos y otros servicios de emergencia pero nadie respondió”.
Otro testigo, que vive cerca del lugar de los hechos, dijo que escuchó un ruido producto del choque del carro que manejaba Nicolás. Presume que luego de recibir el impacto de bala, el joven habría pisado el acelerador de forma involuntaria.
Según las versiones extraoficiales, la víctima le hacía un traslado a dos personas –quienes se identificaron como médicos– y que gritaban “no nos maten, por favor. Somos médicos”, tras la detonación.
Nicolás tenía un semestre aprobado en la carrera de Ingeniería en la Universidad Católica Andrés Bello y hacia trámites para abordar un avión e irse a vivir a Estados Unidos.
También disfrutaba su tiempo libre ejercitándose y jugando fútbol. Sus parientes lo recuerdan como una persona cariñosa, humilde, disciplinada e inteligente, y tenía cuatro hermanos.
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