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Para el PCV nuevos ataques desde Miraflores buscan subordinar el partido a la política del Gobierno

Partido Comunista PCV

Yul Jabour miembro de la dirección nacional del PCV dijo que los señalamientos de vínculos entre su partido y Rafael Ramírez son “difamaciones que no tienen fundamento” y que buscan silenciar la voz del partido en la Asamblea Nacional.

Caracas. Los choques entre el Partido Comunista de Venezuela (PCV) y el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) no son nuevos y se remontan al 2006 cuando el hoy partido de gobierno apareció en el escenario político venezolano. Sin embargo, recientes ataques desde Miraflores buscan, según los marxistas, subordinar la organización a la que está en el poder.

Así lo señaló Yul Jabour, exdiputado y miembro de la dirección nacional del PCV, quien declaró a Crónica.Uno que “desde hace varias semanas y meses se han planteado escenarios de un supuesto financiamiento de Rafael Ramírez al partido, algo que es absolutamente falso”.

Jabour acusó a la dirección del PSUV de ser el origen de esos señalamientos, lo que a su juicio busca “crear un falso positivo para justificar allanar la inmunidad del diputado Óscar Figuera (PCV)”, ya que esta es “la única voz disonante en la Asamblea Nacional”.

“El PCV ha denunciado y se ha opuesto a estos instrumentos que hoy identifican la política del Gobierno y de la oposición en la AN como un pacto de élites a favor del capital transnacional. Desde ahí entregan recursos a estos capitales, por eso buscan callar la voz disonante del diputado Figuera”, comentó.

Pero de acuerdo con el dirigente, el ataque va más allá del caso de Óscar Figuera, pues tiene como objetivo también a la dirección nacional comunista. La meta, según Jabour, es “desplazar jurídicamente a la directiva”.

El objetivo, lo que buscan, es subordinar al PCV a su política, tratar de imponer por la vía administrativa y judicial una dirección que responda a su política, denunció.

Un nuevo episodio en un enfrentamiento de años

El punto máximo de los frecuentes choques entre el PCV y el PSUV ocurrió el 18 de agosto de 2020, cuando los comunistas, junto con Patria Para Todos (PPT), Tupamaros, Izquierda Unida y otras organizaciones políticas fundaron la Alternativa Popular Revolucionaria (APR).

La APR sirvió como una plataforma de la izquierda venezolana que no se alineaba con la ideología que en la práctica estaba exponiendo Nicolás Maduro.

La respuesta del PSUV y el madurismo fue rápida con la intervención del partido Tupamaros, el 19 de agosto, y la del PPT, el 22 del mismo mes, una línea de acción que dejó como única tarjeta electoral de la APR al Partido Comunista de Venezuela.

Desde ese punto el PCV se convirtió en un enemigo constante del chavismo, con inhabilitaciones como la de Eduardo Samán (septiembre de 2021), que mostró la judicialización de la política para acabar con un rival de Nicolás Maduro.

Además de Samán, para las elecciones del 21-N, otros 12 candidatos de la APR fueron inhabilitados, a pesar de que se les permitió inscribirse sin ningún tipo de objeción por parte del Consejo Nacional Electoral. Al PCV no se le dejó sustituir a estos candidatos, algo que fue plenamente denunciado por el partido.

Juventud comunista sin vacilar

A pesar de los ataques constantes por parte del Gobierno en contra del PCV, una representante de la juventud del partido aseguró que esto no hará vacilar su apoyo a los ideales de la organización.

«Nuestra historia orgánica y de lucha está compuesta por muchas situaciones similares a la actual, nos corresponde como jóvenes comunistas apuntar al presente con la misma firmeza y gallardía que lo hicieron las jóvenes generaciones anteriores», declaró a Crónica.Uno Lesbimar Fernández, secretaria general del concejo central de la juventud del PCV.

Para Fernández los ataques contra su partido se están llevando a cabo porque «el PCV desenmascaró las políticas neoliberales del PSUV», en particular los intentos de vincular al partido con Rafael Ramírez.

«Es un falso positivo que intentan cocinar, el mundo sabe que Rafael Ramírez siempre fue del PSUV hasta el día en que por cuotas internas se pelearon», señaló.

Un trato diferente y la búsqueda de un discurso único

Para el politólogo Fernando Spiritto, los choques entre el PSUV y PCV no son algo nuevo, pues recuerda que desde que el PSUV nació, el objetivo de Hugo Chávez fue absorber al partido comunista dentro de su nueva plataforma política.

El PCV se resistió a ser absorbido por sus raíces históricas, eso hizo que desde ahí en adelante se generaran cada vez más tensiones entre los partidos, porque el PSUV es una organización monolítica desde su creación. Lo hecho por el PCV no fue del agrado de los socialistas, explicó Spiritto.

En la actualidad, con el viraje económico llevado a cabo por Nicolás Maduro desde 2018, el pragmatismo de su gobierno lo puso en contra del PCV, un partido mucho más cargado de ideología.

El PCV ha dicho que el viraje es algo que va en contra de lo que creen, lo ven como un viraje neoliberal y que, por ende, tiene de todo menos ideología socialista. Esto creó una nueva fuente de conflicto entre los partidos, explicó el politólogo.

Otro motivo que el PSUV podría tener para querer al PCV fuera del escenario político es que, según Spiritto, esto le permitiría apropiarse y monopolizar el discurso de la izquierda venezolana, algo que hoy en día no pueden hacer porque “nadie está más a la izquierda que el PCV”.


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