Los bomberos no cuentan con suministro regular de gasolina para atender emergencias de salud y mucho menos para atender un evento adverso de la magnitud del terremoto de Cariaco y aunque el estado Sucre no tiene grandes construcciones tampoco se cumplen las normas.
Cumaná. Sucre es reconocido como el estado de mayor riesgo sísmico de la geografía nacional. Sin embargo, no tiene capacidad técnica para atender una emergencia como la ocurrida el 9 de julio de 1997, cuando el oriente del país fue estremecido por un terremoto de magnitud 6,9, cuyo epicentro fue pueblo de Cariaco, estado Sucre. El pasado 9 de julio se cumplieron 26 años de aquella tragedia que de acuerdo al registro histórico, más de 70 fallecidos y muchas estructuras colapsadas, mientras otras todavía conservan las huellas del suceso.
“Estábamos en el Liceo a la espera de una reunión del comité de graduación y escuchamos el ruido ensordecedor de un gran nido de avispas, abracé a mi compañera y la banca en la que estábamos sentados se movía como gelatina, pensamos que ese sería nuestro final”, comentó el periodista Joseph Ñambre, quien junto a sus compañeros no tuvo fiesta de graduación y prefirieron donar el dinero a las víctimas y sus familias.
Cuando terminó el terremoto, vimos los vidrios estallados, profesoras desmayadas y corrimos a ver a la familia, en los días sucesivos me marcó ver tantos cortejos fúnebres simultáneos y el olor nauseabundo alrededor del emblemático edificio Miramar, en el que no solo funcionaba Seguros la Seguridad, sino otras empresas”, añadió.
Más que nostalgia
Sin embargo, más que rememorar con nostalgia el suceso, es importante alertar sobre las necesidades estructurales y técnicas que mantienen en riesgo a la población.
En materia de investigación académica y científica, Sucre ya no cuenta con la referencia del Instituto de Sismología de la Universidad de Oriente (UDO), cuya estructura fue desmantelada al igual que toda las instalaciones de la casa más alta del oriente venezolano. Incluso, una oficina instalada en el aeropuerto de Cumaná con equipos de salvamento y demolición, desapareció.
La situación empeora cuando los organismos de atención inmediata al ciudadano no tienen la dotación idónea para atender eventos adversos.
La inversión ha disminuido incluso, la atención porque no hay buen parque automotor. Los bomberos de Cariaco no tienen suministro regular de gasolina, se han presentado emergencias familiares, y la gente le saca gasolina a su carro para darle a los bomberos, un organismo que debería tener una reserva de 100 a 400 litros”, detalló Miguel Vásquez, legislador del estado Sucre y exalcalde del municipio Ribero para el periodo 1996-2000.
Vásquez asegura que antes del terremoto, Cariaco contaba con dos máquinas conocidas como la “quijada de la vida”, para abrir estructuras y garantizar las labores de salvamento, pero en la actualidad no queda ninguna.
Sucre no cuenta con inversión en materia de infraestructura y las pocas edificaciones nuevas tampoco respetan las normas de sismicidad. Foto: Cortesía Gleen Lugo @reporteroprensa
“Tenemos que insistir en la dotación de los organismos de seguridad ciudadana en el estado Sucre sobre todo, protección civil y cuerpos de bomberos municipales”, dijo.
Infraestructura en riesgo
A este panorama se le suman las carencias de infraestructura que tras 26 años de ocurrido el terremoto, no han sido solventadas.
“Estamos en una situación de indefensión, ni siquiera ante un sismo de magnitud sino uno que pueda generar algunos daños, como la caída de edificaciones que están deterioradas”, dijo Cristina Blanco, presidente del Centro de Ingenieros del estado Sucre.
Después del terremoto de Cariaco hubo cambios en la normativa para cálculos estructurales y de ingeniería que no se aplican, ni se exigen desde ingeniería municipal y mucho menos desde la Oficina Municipal de Planificación Urbana (OMPU)”, dijo.
Con ello, precisó que hay cuerpos voladizos que no cumplen con normas e incluso, en la entidad se han construido escaleras exteriores que ocupan las áreas públicas y en caso de un evento adverso, generarían problemas de evacuación.
Ambas fuentes consultadas destacan el conocimiento y la voluntad de docentes, rescatistas, socorristas y personal de Protección Civil y los diferentes cuerpos de bomberos de la entidad, en la promoción de una cultura sísmica.
La organización Cáritas en Cumaná tiene una unidad de gestión de riesgos y un diagnóstico de la situación de la entidad ubicada sobre la falla activa de El Pilar.
Recientemente, Protección Civil realizó un simulacro de evacuación en el Ambulatorio Arquímedes Fuentes de la comunidad del Cumanagoto, como parte de sus actividades periódicas y la institución encabeza la Consulta Pública de la Ordenanza para la Gestión de Riesgos.
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