En un cajero del banco Mercantil unas cuatro personas hacían cola para retirar efectivo. La máquina dispensó billetes de Bs. 500.000, el cono anterior que coexistirá con el nuevo hasta que el BCV lo determine. En la calle algunos opinan que la reconversión es de nuevo “un maquillaje” para intentar ocultar la hiperinflación.
Caracas. Una nueva expresión monetaria entró en vigencia este viernes 1° de octubre, pero en los comercios los precios que resaltan están en dólares. En el Bulevar de Sabana Grande las vitrinas se llenan de afiches coloridos con precios ya usuales para los consumidores, mientras los montos en bolívares casi no se detallan o ya nadie los pregunta. Desde 2019 la economía entró en un proceso de dolarización informal, que no ha hecho sino crecer en los últimos años.
“Todo a $20” se lee en una zapatería. El día transcurre normal. Los puntos de venta pasan, a excepción del Banco de Venezuela. En una panadería una muchacha paga con dólares y le dan el vuelto con los viejos bolívares de la reconversión aplicada en agosto de 2018. En farmacias y locales de venta de comida los cajeros responden que las transacciones marchan bien, la mayoría paga por punto de venta o con dólares. La economía no se detiene y la entrada de una nueva reconversión parece no impresionar a nadie, sobre todo, en un país que sobrevivió a un apagón nacional de más de cinco días, donde los puntos de venta y todo se paralizó.
En un cajero del banco Mercantil unas cuatro personas hacían cola para retirar efectivo. La máquina dispensó billetes de Bs. 500.000, el cono anterior que coexistirá con el nuevo hasta que el Banco Central de Venezuela (BCV) lo determine. En la calle algunos opinan que la reconversión es de nuevo “un maquillaje” para intentar ocultar la hiperinflación y piden a las autoridades tomar medidas adicionales para corregir los problemas que han llevado al país a una de sus mayores crisis económicas, con una contracción en el PIB de 79 % desde 2013.
El Ejecutivo anunció la reconversión en agosto de este año. A la banca solo le quedaban dos meses para adecuar su sistema. Con la reconversión de 2008 el sector tuvo seis meses para adaptarse, en la de 2018 contó con cuatro meses y en esta última apenas dos. Los tiempos se acortaron, pero un representante de la banca privada dijo a Crónica.Uno que lograron estar listos y arrancar en el tiempo estimado, que era a las seis de la mañana de este viernes.
El presidente ejecutivo de Banesco, José Grasso Vecchio, explica que formaron un equipo de 400 personas dedicadas a tiempo completo para adaptarse a la nueva expresión monetaria. “No puedo decir que cada proceso de estos es igual y que entonces como lo hiciste una vez lo puedes volver a hacer, por ejemplo, hay una cantidad de productos y servicios que no existían en 2018 y que son nuevos, como todo lo que tiene que ver con pago móvil, todas esas cosas no las había antes, entonces no en todas los procesos se hacen con la misma facilidad, pero sí fue suficiente y pudimos levantar los productos y servicios en la hora convenida, que era a las seis de la mañana”, dice.
Las agencias bancarias no laboraron este jueves, ni viernes debido a la nueva expresión. Tampoco abrirán el lunes por ser bancario, pero sí trabajarán el resto de la semana que viene, a pesar de ser radical, para que los usuarios puedan retirar efectivo y hacer operaciones por taquilla.
El presidente de Banesco cuenta que este viernes la entidad primero activó los cajeros automáticos (ATM), luego levantaron los puntos de venta en todo el país, después todo lo relacionado con la operación web, como las consultas de saldo y transferencias y por último el pago móvil. “En menos de una hora iniciamos el proceso y pudimos tener todos nuestros productos y servicios al aire”, aseguró.
En Banesco este viernes ya contaban con las piezas de Bs. 5 y Bs. 10, que tal como informaron las autoridades serían las primeras en circular. Desde muy temprano el presidente de esa entidad comenta que comenzaron a dotar los cajeros.
Va a haber abundante efectivo, nosotros lo que hemos recibido son los billetes de Bs. 5 y Bs. 10, pero en cantidades muy importantes y después vamos a ir recibiendo los de mayor denominación. Con suficiente antelación el BCV nos puso a disposición prácticamente de todos los billetes que uno estima que vamos a necesitar, entonces pudimos repartirlos por todo el país con comodidad, es decir, hoy tenemos billetes en todas las agencias de todas partes”, apuntó Grasso Vecchio.
La nueva expresión monetaria no solo llegó a una economía dolarizada, donde 70 % de las transacciones se hacen con una moneda distinta al bolívar, sino también en una más digitalizada. Por ejemplo, el presidente de Banesco explica que en esa institución prácticamente 99 % de las transacciones se hacen por la vía electrónica y aspiran a que la migración a este ecosistema digital no se detenga.
Previo a la entrada en vigencia bancos como el Venezuela, uno que goza de estar entre los más grandes, enfrentó fallas masivas que dejaron sin servicio a los usuarios por varios días. Otros bancos como el Mercantil o Banesco no enfrentaron ese tipo de eventos. En el caso de Banesco que no reportó interrupciones Grasso Vecchio explica que se debió no solo a que contaban con un equipo amplio, sino también a las reuniones técnicas que sostuvieron con el BCV y la Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario (Sudeban) por varias semanas. “Se hizo seguimiento y cada viernes se tocaban los aspectos operativos, esas reuniones ayudaron a resolver dudas, a ajustar cosas y eso funcionó bastante bien. No tuvimos inconvenientes”, contó en entrevista con Crónica.Uno.
A pesar de que el dólar marca los pasos a la economía, el BCV ordenó que los precios estuvieran expresados en el nuevo cono. Este viernes en una zapatería ubicada en Sabana Grande una vendedora hacía papelitos con los nuevos precios, pero los carteles más grandes estaban en dólares, al igual que en el resto del bulevar. Los vendedores informales mantenían el signo habitual -$- en las cartulinas y en las ofertas de seis aguacates por un dólar.
Las reconversiones tienen un costo para el sector bancario. El presidente de Banesco dijo que aunque no podía precisar la cifra, sí mencionó que la migración tenía un costo que variaba de banco a banco, por temas de volumen y de los requerimientos que demanda cada entidad. “Todos esos costos fueron estimados por todas las instituciones y fueron pasados a las autoridades de la Superintendencia de Bancos y al igual que la reconversión pasada de 2018, va a haber una amortización, se va a permitir amortizar esos gastos en un periodo de tiempo, que ya saldrá una resolución en ese sentido, eso no te quita los gastos, pero hace que puedas amortiguar el impacto”, explica.
Los economistas consideran que las autoridades deben aplicar un programa de medidas que estabilice la moneda, que genere confianza, para que pueda detenerse la devaluación, que el año pasado llegó a ser de 95 %. A pesar de que algunos indicadores, como la inflación y la caída del PIB, comienzan a descender, la crisis de los últimos siete años deja efectos muy nocivos sobre la economía. Para algunos la solución está en dolarizar, pero para los especialistas está en recuperar la producción en un país pobre, que de nuevo quedó evidenciado en la Encuesta Sobre Condiciones de Vida en Venezuela (Encovi-2021), que señala que 76 % de la población está en pobreza extrema.
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