El municipio Barinas enfrenta una evidente sobrepoblación de animales callejeros, pero un grupo de proteccionistas y estudiantes de veterinaria realizan campañas de esterilización, vacunación y adopción que ha ayudado a atenuar el problema. La iniciativa ha perdurado, pese a la falta de apoyo oficial y privado.
Barinas. El trabajo incansable de un grupo de voluntarios proteccionistas de animales ha permitido mejorar las condiciones de vida de centenares de perros y gatos en situación de calle en el municipio Barinas.
Desde hace varios años un grupo de personas, conmovidas por esta realidad, están abocados a asistir a perros y gatos echados al abandono, una labor desinteresada que ejercen por vocación y con recursos propios.
Liderados por el veterinario Henry Graterol, los voluntarios realizan rondas callejeras para alimentar y brindar atención a decenas de mascotas sin hogar. Para todos estos voluntarios, Graterol se ha convertido en un orientador y tutor, más allá de lo estrictamente académico.
Este equipo de trabajo ha contado con pequeños apoyos por parte de la Misión Nevado, representado por Graterol y algunas empresas del sector privado. Además de la Fundación Pro Defensa de los Animales Déjame Vivir Barinas (FUNPROBA), la Fundación Amor de Peluditos y proteccionistas independientes.
Aunque no disponen de un censo exacto, ni hay información oficial, desde FUNPROBA y Amor de Peluditos afirman que diariamente atienden a entre 50 y 70 de animales. A esto se suman los que reciben atención en las campañas masivas de esterilización y vacunación y desparatización, indicaron Luis Mendoza, de FUNPROBA y Misael Lenis, de Amor de Peluditos.
Los casos menos graves son tratados en la vía pública o en los toldos que instalan para cada jornada, mientras que los más complicados son remitidos a la clínica veterinaria municipal, donde la mayoría de las atenciones son gratuitas.
Gracias al aporte para el mantenimiento de la clínica es que este engranaje ha seguido andando”, admitió Graterol, quien tiene 37 años como médico veterinario y cinco años dedicado a esta labor social voluntaria.
Atención masiva
Desde que inició la actividad de rescate de animales, a principios de 2024, se han realizado actividades de esterilización de felinos y machos caninos, todos los sábados. La cita es fija e ineludible para los voluntarios.
Las intervenciones de hembra canina no se realizan, debido a los problemas con el suministro de electricidad en el estado Barinas y por tratarse de una operación que requiere más cuidados.
Estos operativos tienen un costo por mascota muy bajo, en comparación con las tarifas en centros privados. Los recursos que obtienen se invierten en el pago de insumos, anestesia, mantenimiento de la clínica, alimentación de los animalitos y pagos de deudas de las fundaciones.
Eventualmente, los días domingo se realizan jornadas masivas de vacunación, desparasitación, cortes de uñas, tratamientos preventivos de ojos y oídos y asesoramiento en las comunidades barinesas, además de educar a niños, con la orientación por parte de una maestra.
La última actividad se desarrolló en el Parque La Federación, municipio Barinas, en el que se atendieron a 1484 animales. También se realizó una jornada similar en Ciudad Varyná, sector El Roble, parroquia Alto Barinas. En esa ocasión, brindaron asistencia a aproximadamente 300 animales.
También asistieron a la población La Caramuca, parroquia Alfredo Arvelo Larriva, en la que registraron más de 400 animales atendidos. Mientras que en una jornada en la sede el Instituto Nacional de Salud Agrícola Integral, parroquia El Carmen, en la que atendieron a cerca de 100 animales.
Voluntad de servicio
En cada actividad se emplean todas las medidas de higiene y seguridad. Esto incluye bozales, guantes, vestimenta, una inyectadora para cada animal, para las dosis desparasitantes y vitaminas. Entre los costos de la logística se incluyen bolsas para los desechos de los animalitos, agua para los asistentes y vasos.
“Es muy poco lo que se recibe de la empresa oficial y privada, pero eso sí, todos quieren que le hagan el evento en su comunidad”, aclara Graterol.
El trabajo de los jóvenes que estudian Medicina Veterinaria es notable. Actualmente, 22 estudiantes colaboran en cada jornada que se realiza con la clínica veterinaria Tienda de Mascotas, su trabajo es acompañado por otros tres veterinarios.
Todos estos voluntarios cursan los últimos semestres de la carrera y se han formado como auxiliares en la clínica. Lo único que se les exige para formar parte del equipo “es la dedicación a la universidad, al estudio y, en segundo lugar, a la clínica, sin apartar la familia”, recalcó el tutor.
Sin ellos, no se vería cristalizado gran parte del trabajo por el que cientos los animales que han conocido el amor, el cuidado y atención por primera vez.
Problema desatendido
Luis Mendoza, médico de profesión, con 27 años, es miembro de la Fundación Pro Defensa de los Animales Déjame Vivir Barinas (FUNPROBA), fundada en el 2010. Tiene 15 años de su vida dedicado a salvar animales en estado de abandono.
En su vivienda alberga 18 gatos y seis perros, los cuales pertenecían a la proteccionista Montserrat Pérez, quien falleció de cáncer hace un año.
Esos animales iban a ser tirados a la calle y la fundación los asumió, porque Montse también era miembro de FUNPROBA”, dijo Mendoza.
De igual manera, brinda apoyo a otros proteccionistas independientes que tienen pequeños refugios en sus hogares, con cerca de 50 animales albergados en total.
A pesar de no conocer el número exacto, Mendoza afirma que la sobrepoblación de animales callejeros en el municipio Barinas, es evidente.
Proyecto a futuro
Misael Lenis, ingeniero industrial, inició desde muy joven en esta labor. En 2021 creó la fundación Amor de Peluditos, que en la actualidad cuenta con el apoyo de ocho voluntarios.
El proyecto surgió tras el esfuerzo que realizó junto con unos colegas para salvar la vida de una perra con un tumor. En ese entonces, decidieron hacer un bazar en el que vendieron ropa usada y comida. Con lo recaudado lograron hasta esterilizar a la mascota. La experiencia les sirvió para corroborar el potencial que tenían como equipo para coordinarse y salvar vidas animales.
Lenis aclara que no reciben animales a diario porque no cuentan con un refugio– un proyecto que esperar lograr a futuro-, pero sí tratan de darle una atención digna con lo que esté a su alcance.
En 2023 lograron esterilizar a un total de 50 animales entre perros y gatos. Cada jornada implica la planificación de toda una logística. Para ello recurren a la venta de tortas y campañas publicitarias para la captación de recursos.
Los animales que no logran ubicarse en hogares, se mantienen bajo la figura de “perrito comunitario”. De esta forma, se les hace seguimiento y se le proporcionan medicinas. Si la afección es más delicada, se remite a la clínica del doctor Graterol.
Gracias al esfuerzo conjunto de este grupo de proteccionistas, cientos de mascotas pueden ahora contar con asistencia veterinaria y una vida digna, lejos de la situación de abandono que enfrentaban en las calles de Barinas. Por ahora la satisfacción del deber cumplido y la alegría de los animales al recuperar la salud es el mejor y único que reciben los voluntarios.
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