En pésimas condiciones funciona el edificio Rafael Rangel del Hospital Vargas de Caracas, ubicado en la parroquia San José. Además de los baños y ascensores, otras áreas de este centro de salud presentan fallas. Una preocupación del personal de salud y enfermos es la escasez de agua, más en estos momentos de pandemia, pues se requiere para prevenir la COVID-19.
Caracas. Pacientes de los servicios de Nefrología, Medicina, Otorrinolaringología del edificio Rafael Rangel del Hospital Vargas de Caracas, ubicado en la parroquia San José, pasan trabajo debido al deterioro de los baños y ascensores. En medio de esas precarias condiciones, los pacientes reciben atención médica. Sus familiares aportan materiales de limpieza y se turnan para limpiar los sanitarios.
El edificio Rafael Rangel, que lleva el nombre del médico investigador de las enfermedades tropicales y fundador de la parasitología en Venezuela, está ubicado frente al Instituto de Biomedicina Dr. Jacinto Convit. Presenta deterioro en la infraestructura, techo raso, paredes, baños. Los ascensores no funcionan desde hace 15 años, por lo que personas recién operadas, con tratamientos, en sillas de ruedas deben subir y bajar los tres pisos.
“Imagínense pacientes de Nefrología sin baños, adultos mayores sin baños públicos, además si les mandan a realizar una radiografía deben bajar a planta baja y volver a subir, todo por escaleras. Uno se pregunta qué hace el doctor Tirso Silva, director del Vargas”, dice un familiar de paciente que no entiende por qué no resuelven las deficiencias que tiene el hospital.
Una preocupación de trabajadores y usuarios del hospital es la inoperatividad de los sanitarios y la escasez de agua en varios servicios. Emergencia de adultos se divide en Triaje 1, Triaje 2, Sala de aislamiento de cuidados coronarios, Sala de Tratamiento, Sala de covid. Todas esas áreas tienen un baño para pacientes, acompañantes, más usuarios de la sala de espera, que, por lo general, tiene los baños cerrados.
El baño de caballeros del área de Emergencia está tapado intencionalmente porque cuando colapsaba ese drenaje el agua servida inundaba la Sala covid.
En las salas de hospitalización la situación es similar. En la Sala 3 no está la poceta, las personas usan ese hueco como una letrina. Hay escaso personal de limpieza y de enfermería. Los familiares de pacientes limpian los baños, y también deben aprovechar las dos horas que Hidrocapital envía agua para llenar tobos de 40 litros y envases de refrescos. Generalmente, los llenan con agua del lavamanos del área de enfermeras. Los acompañantes usan duchas de otras salas del hospital, se bañan con tobos.
Los acompañantes en Triaje 1 y Triaje 2 se unieron para montar guardias y para lavar los baños con materiales de limpieza que llevan de sus casas, Se proponen mantener limpia el área de hospitalización de sus familiares para no perjudicar su proceso de sanación.
En todos los servicios de hospitalización, los familiares de pacientes deben llevar la comida, y la mayoría de los medicamentos e insumos médicos-quirúrgicos. Reconocen la labor del personal médico y de enfermería, que trabaja con vocación, con esmero, con empeño, con dedicación, mística y profesionalismo, a pesar de salarios no idóneos y limitaciones en material de bioseguridad, fármacos, insumos quirúrgicos.
Otra preocupación de pacientes y familiares es la falta de seguridad en el hospital, solo hay vigilancia en las salas de Emergencia Adultos, Pediátrica y Quirófanos. Hay temor porque se han presentado situaciones de violencia y amedrentamiento contra el personal médico asistencial.
Pacientes y sus familiares plantearon las irregularidades que se viven en el hospital para hacer un llamado a funcionarios del Ministerio de Salud para que solventen las deficiencias en ese importante hospital de referencia nacional.
Con información del cronista popular Edward Ocariz @Ocariz_ed
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