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Un milagro de la Virgen del Valle esperan familiares de margariteños desaparecidos en aguas colombianas

margariteños

William Mayora y su pareja Jairangel Rosario migraron a Chile hace 5 años. De allí viajaron hacia la frontera con Colombia para buscar a Melody Rosario, y luego partieron desde la isla colombiana de San Andrés hasta Nicaragua, con la intención de llegar a Nueva York. Desde que zarparon de San Andrés la madrugada del 12 de octubre, sus familiares que residen en Margarita, perdieron el contacto y desconocen su paradero.

Nueva Esparta. Este miércoles 19 de octubre, se cumplió una semana de la desaparición de la lancha «Eyshel 1674» la cual zarpó con 13 venezolanos desde la Isla de San Andrés (Colombia) con destino a Corn Island en Nicaragua.

La madrugada del 12 de octubre, los margariteños con cinco años radicados en Chile, William Mayora y su pareja Jairangel Rosario, abordaron con mucha ilusión esa embarcación junto con Melody Rosario, a quien recogieron en la frontera colombiana pocas horas antes.

Los familiares de Mayora y Rosario, residentes en la población de El Valle del Espíritu Santo, a escasos metros de la Basílica menor de la Virgen del Valle, decidieron romper el silencio y además de pedir un milagro a la santa patrona, exigieron al Gobierno colombiano que coopere en la búsqueda.

Pedro Ortega, primo de Mayora, fue designado por la familia para elevar el reclamo ya que desde que se despidió de su primo durante de la madrugada del miércoles 12 de octubre, perdieron toda comunicación. Similar solicitud han realizado a los gobiernos de Nicaragua, Costa Rica, Panamá y no han obtenido respuesta.

William y Jairangel estaban radicados en Chile desde hace cinco años y les estaba yendo muy bien. Él comenzó como delivery en una empresa y logró comprarse un camión para aumentar los repartos y sus ingresos”, expresó con la voz entrecortada.

Ortega contó que sus familiares habían establecido en Chile una fábrica de gabinetes de cocina, pero desde que el gobierno de Estados Unidos «permitió» la entrada masiva de migrantes venezolanos, estos decidieron irse hacia Nueva York.

Desde que migraron de la llamada “Perla del Caribe”, los margariteños se convirtieron en un soporte económico para los familiares que hoy están muy angustiados y rezando a la Virgen del Valle para que se los devuelva sanos y salvos.

Convencidos de la suerte

Mayora dejó a su madre y hermano menor en Chile finiquitando la venta de los bienes adquiridos en esos cinco años, con la promesa de mandarlos a buscar una vez se establecieran en la Gran Manzana.

Incluso, refirió Ortega, habían rentado un apartamento puesto que ya Mayora tenía trabajo asegurado en el restaurante del esposo de su prima, quien ya está radicada en Estados Unidos.

Mi prima, que los está esperando en Estados Unidos, quiso disuadirlos para que no se fueran justo en el momento en que el presidente Biden (Joe) decidió cerrarle el paso a los venezolanos hacia ese país. Pero insistieron y no sabemos nada de ellos”, lamentó el pariente de los tres margariteños desaparecidos.

El mayor temor de los familiares es que no hayan podido llegar al destino final por situaciones de trata de personas, secuestro o robo en altamar.

En medio de la incertidumbre que les embarga, refirieron que recientemente a otro grupo de migrantes que partió desde la isla colombiana de San Andrés, los robaron, los lanzaron al agua con salvavidas y afortunadamente fueron rescatados en Costa Rica.

«Esperamos aunque sea contar con esa suerte», gritó Cruz Mary Ortega, hermana gemela de la madre de William Mayora.

La ruta de San Andrés se ha convertido actualmente en una alternativa que utilizan los migrantes para evitar la selva del Darién. Sin embargo, tal parece ser tan riesgosa como cualquier otra.

Escurriendo el bulto

Por información de los familiares de Mayora que quedaron en Chile, la lancha desaparecida estaba capitaneada por Cristian Olivo y Wayner Justo McLaughlin De Real, patrón y ayudante de la embarcación respectivamente, quienes han dado diferentes versiones cuando les preguntan por la suerte que han podido correr los margariteños desaparecidos.

Los denuncian de “escurrir el bulto” frente a la situación que mantiene en zozobra a los familiares que residen en la urbanización Los Ortega, en Margarita.

Además de los margariteños, los otros venezolanos que abordaron la embarcación son: Marisela Ruiz Pérez, 44 años, Wilmer Segovia, 28 años, Samuel Segovia de 7 años, Jancerlin Martínez, 33 años, Jaerlin Martínez de 26, Joencer Martínez, 19, Rubén Quintero de 37 años. También Noris López de 72 años, María Zamora de 37 y Carlos Arrieta de 40 años.


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