Las fallas de agua en la escuela, que recibe a 532 estudiantes entre primer y tercer grado de educación básica, los obliga a asistir de dos a tres veces por semana bajo el horario mosaico.
Caracas. Con varios pipotes de agua, que ella misma recoge, la odontóloga de la Unidad Educativa Bolivariana Gran Colombia, en la parroquia Santa Rosalía, recibe a los niños y niñas que van a consulta.
Según una trabajadora del lugar, quien pidió no ser identificada por medidas de seguridad, la odontóloga debe llevar el agua desde su casa, puesto a que el suministro del plantel educativo no es constante.
Por esa razón, varios recipientes de cinco litros están en los mesones y armarios del área.
“Ella misma carga el agua y se encarga de muchas cosas. La verdad es que el servicio sigue funcionando es porque la doctora tiene vocación. Si no, ya se habría cerrado hace rato”, expone.
Las fallas de agua en la escuela, que recibe a 532 estudiantes cursantes desde el primer hasta tercer grado de educación básica, los obliga a asistir de dos a tres veces por semana bajo el horario mosaico.
Unicef manifiesta que no contar con un acceso adecuado de agua incrementa la posibilidad de contraer enfermedades con amenaza mortal. “Con acceso al agua, estamos asegurando la supervivencia de la niñez”.
30,37 % de las escuelas suspenden actividades por falta de agua, según una investigación de la Red de Observadores Escolares de la Asociación Civil Con La escuela, que recoge datos en seis regiones del país.
En el módulo Ecuador, donde funciona el servicio y ven clases los estudiantes de primer a tercer grado, solo hay un baño que deben compartir todos, ya que los trabajadores de las Brigadas Comunitarias Militares para la Educación y la Salud (Bricomiles) no culminaron los arreglos, por falta de pago.
Con La Escuela recoge datos al respecto y encontró que 48,10 % de los planteles no tienen baños o se encuentran en mal estado.
Derechos vulnerados
Cada 22 de marzo, desde 1993, se celebra el Día Mundial del Agua, para destacar la importancia del agua dulce para el planeta y la necesidad de combatir su escasez en todo el mundo.
En Venezuela, los derechos de los niños, niñas, adolescentes y, adultos en general, son vulnerados debido a que el agua es inconstante en las escuelas y comunidades en general, donde el racionamiento o ausencia total del recurso ya se ha hecho una costumbre.
Según Con La Escuela contabilizó 46,09 % de los docentes dejan de asistir a clases por no tener agua.
Sin materiales
El agua no es lo único que falta en el servicio de Odontología de la escuela Gran Colombia, uno de los complejos educativos más grandes del país. Guantes, anestesia y otros materiales básicos también escasean en el lugar.
“Cuando la doctora tiene que hacer alguna intervención que amerite anestesia, como extraer una muela, se les pide a los padres que compren lo necesario”, dice la trabajadora.
En el pasado, la dentista se encargaba de llevar ella misma todo lo que necesitara, pero después no pudo hacerlo más porque “el sueldo no le daba”.
De vez en cuando, el Ministerio de Salud les lleva materiales con los que puede trabajar, pero la mayoría de las veces deben pedirlos. Lo mismo ocurre con los materiales de limpieza de todo el módulo, que se piden a cada representante durante el inicio del año escolar, o a medida que estos se necesiten.
“Para cuidarlos y que no exista riesgo de que puedan robarlos, ella se los lleva a su casa en temporada de vacaciones”, sostiene.
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