Más de 1000 dólares tienen que invertir los conductores para la reparación de vehículos. En los últimos meses ha proliferado la venta de autopartes por la falta de recursos para arreglar los daños. Cifras de entes de seguridad muestran que 75 % de los accidentes se debe al manejo bajo efectos del alcohol.
San Cristóbal. Los accidentes de tránsito en el estado Táchira son el “pan nuestro de cada día”. No importa la hora, los siniestros viales no dejan de ocurrir pese a los continuos llamados de las autoridades a tener prudencia a la hora de manejar.
De acuerdo con las estadísticas manejadas por Protección Civil Táchira, tan solo en el mes de julio se registraron 155 accidentes de tránsito, mientras que en junio, 102. De esta cifra al menos 75 %, corresponden con el desempeño de quienes conducen bajo los efectos de bebidas alcohólicas.
Sin importar quién tuvo la culpa, las colisiones generan un problema para los dueños del vehículo pasado el siniestro, pues a la hora de arreglar el carro esto representa un golpe al bolsillo de los tachirenses. En medio de la crisis humanitaria compleja que vive el país, hay que sacar dinero para hacer la reparación.
Un ejemplo de ello lo vivió Eliana Millán, quien aseguró que ahora los ciudadanos se enfrentan a otro tipo de “delincuencia”: la de aquellos choferes que incumplen las normas de tránsito y generan choques, luego se dan a la fuga, sin importarles los carros destrozados y las personas heridas.
Un vehículo chocó contra mi carro mientras esperaba un cruce para el Viaducto Nuevo. El chofer se dio a la fuga y a pesar de que intenté alcanzarlo no pude hacerlo de ninguna manera”, dijo.
Lo peor vino después, pues no solo al momento de la colisión se produjo el conocido “latigazo” en el cuello, también tuvo que llevar su carro a un taller de latonería y pintura para arreglarlo. El costo superó los 70 dólares, los cuales tuvo que cancelar de su bolsillo al no haber un responsable del hecho.
Por fortuna el daño no fue mayor. Sin embargo, situaciones como estas se volvieron cotidianas, debido a la imprudencia en el manejo de vehículos y motocicletas que existe en San Cristóbal.
Aumentó el trabajo
Freyner Ferreira, propietario de un taller de latonería y pintura, detalló que según el daño que tenga el carro, las personas optan por arreglarlo, y otras por venderlos por partes. La primera opción es la que mayor tiene demanda, ya que los propietarios necesitan tener operativos los vehículos para desplazarse.
Para Ferreira uno de los carros que más se ven involucrados en accidentes de tránsito son los Aveo dos puertas, los cuales son económicos para su mantenimiento. Si el vehículo colisiona con un objeto fijo, su reparación podría oscilar entre 1000 y 1200 dólares, con un tiempo de entrega entre 40 y 45 días.
Esto es solo el frente, es decir, se sustituye el capó, guardabarros delanteros, parachoques, vigas de parachoques, radiadores, faros”, indicó.
El costo incluye tanto los repuestos como la mano de obra, cuyo precio es factible ya que en el mercado este modelo de vehículo ronda entre 3500 y 4000 dólares.
Si se tratara de una Toyota Tacoma, solo un faro está por el orden de los 500 dólares, y cualquier cambio en ella dobla este monto. Vale destacar que estos valores son para un vehículo, puesto que si en la colisión hay otro automóvil involucrado, la inversión es mucho mayor.
Por esto que ocurre (los accidentes) es que ha aumentado más el trabajo, ha proliferado la venta de autopartes, especialmente en aquellos que no tienen los recursos para pagar el daño completo. Las chiveras también se han abastecido producto de los daños”, expresó Ferreira.
Explicó que si se tratara de una abolladura, dependerá de la pieza. Si es pequeña el costo está entre 50 y 60 dólares, si es grande entre 80 y 120 dólares. La pintura puede ir desde 300 a 1000 dólares.
Ventas de piezas
Las chiveras también hacen sus “resuelves” por tantos accidentes. Nelson Ortiz indicó que tiene más de 10 años en este ramo. Afirmó que los accidentes han incrementado la venta de algunas partes de los carros. Los más solicitados son Fiesta, Optra, y Corsa.
En dólares, un faro puede valer entre 25 y 40 dólares, las puertas oscilan entre 80 y 100, un mataburro entre 50 y 70, el arranque 80 y 150, cremalleras, entre 20 y 40, árbol de leva a partir de 50, y cámaras desde 80 en adelante. Estos precios varían de acuerdo al estado en el que se encuentre el artículo, pues los detalles que tenga hacen que disminuya su valor.
Para Ortiz hasta tanto no exista una “cultura de conducir”, este mercado seguirá mutando, pues los accidentes de tránsito se volvieron parte de lo cotidiano en la región andina.
Yesnardo Canal, director de Protección Civil Táchira, informó que desde este organismo de prevención se ha trabajado en un proyecto que cambiaría gran parte del comportamiento de los conductores, sobre todo durante la noche, mediante una ley que regule la circulación de motos y carros en horas nocturnas.
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