Pese a ser la ciudad con más obras de Cruz Diez al aire libre, las autoridades de Valencia han fallado en lo que a su mantenimiento se refiere. Siete obras en total posee la capital carabobeña del maestro del arte cinético, hoy estas exhiben su abandono.
Valencia. Hace 100 años nació uno de los artistas más importantes que Venezuela ha dado, Carlos Cruz Diez. Su arte de color resalta en distintas partes del mundo, pero Valencia tiene el honor de ser la ciudad venezolana con mayor cantidad de obras.
El periodista y promotor turístico Eduardo Monzón indica que las obras del maestro del arte cinético en la capital carabobeña, están enfocadas en dos de los ocho ejes de estudio: la fisicromía (3 obras) y la inducción cromática (4 obras).
Monzón explica que los tours que realiza buscan generar sentido de pertenencia. Pero, Cruz Diez en Valencia se enfrenta a la falta de interés, al desconocimiento y al abandono de las obras tanto por el Estado, como por los privados.
Si bien para notar su declive se necesita poner lupa, este sigue estando ahí.
Vandalismo sin color
En la redoma de Guaparo se alza la Fisicromía Naranja. Muchas de sus piezas fueron sustraídas durante la época de pandemia y algunas de las que aún permanecen parecen golpeadas.
Janeissy Poyer es periodista de la fuente de cultura y en 2013 entrevistó al maestro Cruz Diez con motivo de celebrar sus 90 años.
En esa conversación que tuve con el maestro en su casa, me contó que estaba muy emocionado porque faltaba poco para que la obra de Guaparo terminara su restauración”, cuenta.
Antes de 2013 un vehículo fuera de control impactó contra la obra por lo que la Alcaldía de Valencia tuvo que llamar al Taller Cruz Diez para su restauración.
En este sentido, Poyer explica que los únicos que pueden autorizar la intervención de la obra son los del Taller Cruz Diez. “Originalmente estaban en la Alta Florida (Caracas), pero tengo entendido que se fueron a Panamá”.
Gabriel Cruz, nieto del artista respondió algunas preguntas de este medio, comentando que hace 14 años sus padres mudaron el taller a Panamá.
Diez años después, es urgente la restauración de la obra. En el año 2020 el presidente de Fundacultura, Denis Miraldo, aseguró que estaba en conversaciones con el Taller Cruz Diez para realizar los trabajos, pero hasta ahora nada ha ocurrido. Crónica.Uno se puso en contacto con Miraldo, sin embargo, a pesar de su disposición para declarar su agenda institucional le impidió participar.
Cruz reveló no tener conocimiento sobre un acercamiento de ninguna institución venezolana para recuperar la Fisicromía Naranja. “No sabía que la obra se encontraba en ese estado. La semana que viene llevaré este tema a la mesa para discutirlo con el equipo”.
Siete obras
Para la mayoría de los que conocen las obras de Cruz Diez en Valencia las enumeran en seis. Poyer sostuvo que cuando le consultó esto al maestro Cruz Diez, él mismo indicó: “No, no, no. Son siete mis obras en Valencia”.
La séptima obra de Cruz Diez en Valencia pasa desapercibida como parte de la Ambientación Cromática, también llamada Inducción al Amarillo la obra más antigua en Valencia, la cual conforma las columnas de la Asociación de Ejecutivos del Estado Carabobo. “Las de adelante son una obra, las de atrás son otras”, revelaba el maestro.
Es precisamente esta obra en la que Cruz Diez comienza su vínculo artístico con Valencia. Este se dio gracias a su amistad con el exministro de Rafael Caldera, Alejandro Feo la Cruz (padre), quien comentó a Crónica.Uno que la construcción del edificio inició en 1979 y concluyó en 1981.
El edificio, según Feo la Cruz, es un galpón, pero gracias a su pompa se pierde esta idea. Al ingresar en el gran auditorio, el efecto óptico de la obra Fisicromía del Plafón impacta a todo aquel que entra. “Son 840 láminas de fórmica con colores en blanco, verde, rojo y negro“.
Durante el recorrido se observó la obra y evidenció el efecto de los colores entretejiéndose, invisibilizando el blanco y dando paso a tonos amarillos y rosáceos.
El deterioro diluye el color
Si bien, en el interior del auditorio la obra está en buen estado, en la marquesina, en la que están estampadas las iniciales de la asociación, hay un espacio amplio en el que se nota la ausencia de cinco láminas formando un espacio de unos 60 centímetros donde se aprecia la humedad. “Es que se han caído”, dice una trabajadora.
Sobre las columnas de 12 metros destaca la Ambientación Cromática que se realizó con el apoyo de Cerámicas Carabobo.
“Yo te puedo ayudar con las cerámicas, para demostrar que se puede hacer arte con ellas”, dijo el dueño de la empresa.
En efecto, así fue, Cerámicas Carabobo paralizó su producción por tres semanas para dedicarse en exclusiva a Cruz Diez.
Los bocetos de esas columnas Carlos los hizo rapidito en una pieza en papel. Yo los tenía hasta hace unos años, pero cierta persona me los robó y de eso no quiero ni acordarme”, contó el propietario de Cerámicas Carabobo.
Esta obra combina los colores: azul, negro y blanco, dando la sensación de un amarillo y ahora grietas, y pedazos rotos de cerámica.
Cruz Diez por doquier
De vuelta en la avenida Bolívar, la Torre Stratos exhibe en su fachada la Inducción Cromática. Concluida en 1989 mide 43 metros de altura y siete de ancho. Su variedad de colores ofrecen un efecto arcoíris cuando el sol golpea la obra. Actualmente la obra solo ha perdido tres baldosas.
En la Plaza Cristóbal Mendoza, hoy Plaza Drácula, hay otro Cruz Diez mucho más discreto, pero también afectado por los años. Se trata de la Cromovela, una estructura de 7,2 metros de altura instalada en el año 2000 y que en su forma retorcida mezcla colores como el verde, azul, amarillo y negro. Ahora también resaltan el óxido, la pintura caída y manchas blanquecinas en su superficie.
Finalmente una de las obras más grandes y más ignoradas reposa en el sur de Valencia, la Fisicromía Doble Faz para Valencia erigida en la entrada de la Plaza de Toros, hoy abandonada y cerrada por su enrejado que ha servido para proteger la obra de la gente, pero no de la maleza o la basura, solo así, sigue exhibiendo sus colores rojos, rosados y azules.
Gabriel Cruz está buscando otras vías para lograr recuperar las obras de su abuelo. “Son más de 100 en todo el mundo”. Ante la complejidad que esto representa han estado en conversaciones con el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) para lograr su apoyo.
Aunado a esto, admite que parte de la complejidad de la restauración de las obras del maestro es que se necesitan materiales específicos, maquinarias específicas y mano de obra que solo está en el Talle Cruz Diez. “No creas que el deterioro es solo en Venezuela es en todos lados, pero tenemos que estar más pendientes”.
A Poyer, Cruz Diez le dijo algo antes de decirle adiós:
Cuiden mis obras, no las olviden. Ese es un regalo para ustedes”.
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