Desde las 4:40 a. m. del viernes, 30 de agosto, se registró un apagón que se extendió por más de 12 horas en algunos estados de Venezuela. En 2019 hubo cuatro fallas eléctricas que dejaron sin servicio a casi todo el país.
Caracas. La noticia de un nuevo apagón nacional madrugó a los venezolanos el 30 de agosto. Desde las 4:40 a. m. del viernes ya las redes sociales comenzaban a inundarse de mensajes con reportes de los sectores sin servicio eléctrico, que sí, confirmaban que pasaba de nuevo: el quinto megapagón desde 2019.
A las 10:00 a. m., antes de que la señal móvil complicara más las comunicaciones, el ministro de Interior y Justicia, Diosdado Cabello, ya aseguraba que el apagón se trataba de un nuevo “ataque criminal” al servicio eléctrico nacional.
“Ya el presidente lo había anunciado, teníamos información de ataques que iban a hacer al sistema eléctrico esta semana, hubo un ataque fue atendido de forma inmediata, pero ya teníamos la certeza de que ellos estaban preparando ataques contra nuestro sistema eléctrico”, dijo Cabello sobre el apagón que se registró a partir desde las 4:40 a. m.
En Caracas los locales abrieron pero algunos sin poder facturar. Los comercios que no disponían de planta eléctrica, o de cocina de gas, solo tenían la santamaría arriba y vendían lo que podían, siempre y cuando cancelaran con efectivo. Tampoco era posible hacer pagomóvil porque no había señal.
“Disculpe, ¿tiene punto?”, preguntaban en reiteradas oportunidades clientes que entraban a una panadería en Los Chaguaramos. “No, señor, solo efectivo”, respondía la chica detrás del mostrador. Y aunque el comercio estaba abierto, gran parte de las personas que entraban se daban la vuelta al no tener como pagar.
“¿Te puedo pagar con un billete de 100 dólares?”, preguntaban también. Las compras eran pan, agua, jugos, galletas o desayunos y almuerzos de personas que tenían cocina eléctrica en sus casas.
Mientras que en Radio Nacional de Venezuela transmitían reportes de usuarios, periodistas y diputados que aseguraban que todo estaban normal en varios estados del país, la realidad era que en el caso de los locales comerciales estaban abiertos pero sin poder vender.
En las estaciones de servicio, como en Las Mercedes, la cola pasaba del Daka de Colinas de Bello Monte mientras los funcionarios de la Policía del Municipio Baruta intentaba organizar el colapso del tránsito. En la otra bomba de gasolina, cercana al centro comercial Paseo Las Mercedes, había presencia de efectivos de la Policía Nacional Bolivariana (PNB).
Las estaciones del Metro se encontraban cerradas pero en la autopista Francisco Fajardo se observaron algunas unidades del Metrobús, dispuestas por el gobierno de Nicolás Maduro para movilizar a las personas hasta sus trabajos.
“Me tuve que venir en camionetica porque el Metrobús no llegaba y la cola era larguísima”, contó una empleada en otro local que visitó Crónica Uno.
Por otro lado, los vecinos de la urbanización Mirávila y Parque Caiza, en la parroquia Caucagüita, se reunieron en grupos y tomaron taxis, ya que las líneas de transporte, que pertenecen a Transmiranda, no prestaban servicio.
Señal en la autopista
La autopista Francisco Fajardo tenía una afluencia normal de vehículos. En el acceso desde esta vía hacia Chacao algunos conductores se detuvieron porque recibían señal móvil. Momentos después apareció una pareja de motorizados de la PNB y obligó a movilizar a los vehículos.
Las comunicaciones estaban complicadas porque no caían las llamadas ni salían los mensajes por la aplicación WhatsApp, sin embargo, en puntos específicos de la ciudad era posible al menos enviar un mensaje de texto, como en La Castellana y los alrededores del San Ignacio, aunque en este centro comercial había bastante tráfico a la 1:00 p. m.
Un fiscal que labora en la ruta de transporte de Miranda-Mariche contó que la llegada de las camioneticas de esa ruta no fue continua, trataba de comunicarse con los transportistas de Petare pero no era posible porque no había señal.
Otra cara: el centro de Caracas
Hacía el oeste de la ciudad el panorama cambiaba poco a poco. Había más presencial policial que en el este, donde los funcionarios estaban generalmente en los semáforos, como parte del Plan Centella que anunció más temprano el ministro para la Defensa, Vladimir Padrino López.
En Los Chaguaramos se observó pasar a un grupo de funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana con equipo antimontín. Mientras que a lo largo de la avenida Libertador había efectivos de la PNB y con frecuencia pasaban unidades policiales.
En Plaza Venezuela y el bulevar de Sabana Grande había más afluencia de personas y largas colas para montarse en las unidades de transporte público terrestre. Los comercios que estaban abiertos por esta zona, tampoco tenían luz, aunque su santamaría seguía arriba. Sin embargo, otros locales estaban cerrados.
A la 1:30 p. m. se restableció el servicio parcialmente en algunos sectores, en el centro lucían locales cerrados y otros abiertos aunque sin tanta clientela. Un comerciante contó que no podían cerrar porque “los obligaban” a permanecer abiertos. El centro comercial Metrocenter tenía sus puertas cerradas.
En el centro de la ciudad la presencia de funcionarios abundaba. La avenida Baralt tenía grupos de la PNB en cada semáforo y se observaron patrullas del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) y del Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro (Conas) transitar por esta vía.
Aunque después de la 1:00 p. m. se restableció progresivamente el servicio eléctrico, en el centro los locales que cerraron no abrieron nuevamente. A la altura de la avenida Páez de El Paraíso y Montalbán las calles estaban solitarias a pesar de que ciertos locales trabajaban.
Quinto megapagón
El 7 de marzo de 2019, a las 4:54 p. m., se registró un apagón en Venezuela, por una falla en la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar, en la represa del Guri, estado Bolívar.
La falla eléctrica se prolongó por más de 100 horas consecutivas y ocasionó otros tres apagones nacionales más, el segundo de ellos 20 días después. El apagón nacional de este viernes, 30 de agosto, se trata del quinto que afecta al país.
En un trabajo especial de Crónica Uno, publicado en 2020, un año después del megapagón, especialistas explicaron que aunado a la mala praxis de un sistema en condición desmejorada se sumó el ineficiente e inoportuno mantenimiento.
La crisis del sector eléctrico fue alertada por expertos desde 2007, desde que la Asamblea Nacional investigó irregularidades en el manejo de recursos.
La tarde del viernes el mandatario Nicolás Maduro reiteró que el apagón se debió a un ataque criminal de la oposición venezolana y pidió justicia ante lo ocurrido.
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