La calle Lara de esta comunidad sufrió los embates de las recientes lluvias y la crecida constante del lago Los Tacarigua. Sus habitantes viven en zozobra y a la espera de la atención de las autoridades.
Maracay. El lago Los Tacarigua se ha convertido en un problema grave para los vecinos de Brisas del Lago, al sur de Maracay, quienes viven entre aguas contaminadas.
Hace 14 años la crecida del lago Los Tacarigua afectó varios sectores y en particular la calle Lara. Hubo dueños de viviendas que optaron por irse a casa de familiares o alquilar una habitación en otra zona y dejaron casas abandonadas. Sin embargo, quedan al menos tres familias que no tienen a donde ir y viven en zozobra e incertidumbre por las recientes lluvias.
“Mi casa está inundada desde el año pasado. Mi familia es una de las únicas tres que quedan. Hay cinco menores de edad que viven en esta calle. Esperamos que nos vengan a sacar, tenemos esa esperanza”, expresa Jacqueline Rodríguez, habitante de la calle Lara.
Rodríguez vive con su esposo y sus dos hijas, de ocho y tres años de edad. Las tuberías de su hogar están tapadas, debido a la crecida constante del lago y la falta de mantenimiento por parte de las autoridades.
Detalla que la última visita del gobierno municipal de Girardot fue en mayo, cuando reubicaron a tres familias de la mencionada calle para el urbanismo Antonio Ricaurte, en Mario Briceño Iragorry (MBI).
La calidad de vida de Jacqueline ha disminuido de manera considerable. Sus hijas se han enfermado y en una oportunidad tuvo que hospitalizarlas por la contaminación del lago Los Tacarigua. También ha perdido electrodomésticos por las filtraciones en el piso de su casa.
“Mis hijas tuvieron diarrea y vómitos. Estoy esperando que se dignen a sacarme porque no quiero volver a pasar esta situación. La reubicación es nuestra esperanza. Le pregunto a los de la UBCh y me dicen que hay que esperar”.
Vecinos se las ingenian
Para evitar que el agua contaminada del lago no entre a las casas, hay vecinos que construyeron gaviones, Se trata de una especie de cesta rectangular, que se rellena con piedra o tierra para contener las aguas. Tal es el caso de Leonardo Rojas, quien improvisó uno ante la falta de acciones del gobierno.
Aquí han reubicado a varias familias, pero nosotros estamos pendientes y la situación está cada vez más ruda”, indica el vecino que vive en la comunidad desde 1976.
Así como Leonardo se las ingenia para que el agua no entre a su vivienda, también hay personas que improvisan puentes de madera para poder caminar entre el verdín.
De acuerdo con una nota de prensa del gobierno municipal, las cuadrillas de la alcaldía estuvieron en Brisas del Lago en julio para “optimizar” lo servicios públicos. Sin embargo, no hubo labores en las calles más perjudicadas por el lago de Valencia.
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