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Primero Justicia intenta reconstruir sus liderazgos de bases y su  relación con la población. Rocío Cano, coordinadora electoral de PJ en la parroquia San Juan, cuenta que la única forma de combatir la apatía de la gente es estando presente en la calle y acompañando a las personas en sus problemas.

Caracas. El debilitamiento de las estructura de bases de los partidos políticos ha llevado a organizaciones como Primero Justicia (PJ) a iniciar un proceso de reconstrucción de estos liderazgos comunitarios, pero para eso ya no basta con discursos sobre ideología y democracia, se requiere la presencia de los dirigentes en las comunidades acompañándolas en la búsqueda de la solución de sus problemas.

En la parroquia San Juan, en el municipio Libertador de Caracas, una de las más populares y en la que la crisis hace estragos, la tolda amarilla se abre espacios para reconstruir su estructua de base, a través de lo que consideran un requisito indispensable para reconectarse con la gente: atención social a la población.

Recuperar la confianza con trabajo social

Rocío Cano, coordinadora electoral de PJ en la parroquia San Juan, cuenta como a pesar de que el partido “siempre ha estado en la calle y trabajando en resolver los problemas de la población”, esto no ha evitado que se afecte la confianza de la gente en la organización.

Entre “mentiras que el gobierno lanza por redes sociales y televisión” y “el miedo de las personas a que se les quite la bolsa (CLAP) o el gas”, ella señaló que la actitud de la gente es sobre todo apática en torno a la política.

Rocío Cano, coordinadora electoral de PJ en la parroquia San Juan. Foto: Tairy Gamboa

Cano explicó que la única forma de combatir esa apatía es estando presente en la calle y acompañando a las personas en sus problemas. Agregó que lo contrario sería pertenecer a los partidos que “solo aparecen cuando hay elecciones”.

Si tú estás en comunicación constante con las personas sabes las problemáticas que tiene un sector aunque no vivas ahí, sabes que quizás hace falta una visita de médicos y tratas de resolverlo, pero sí en cambio lo único que haces es tocar la puerta cuando hay elecciones la gente no te va a creer, manifestó.

Con respecto a la decepción, apatía y rechazo de las comunidades, Cano dijo que es algo que se resuelve “hablando y formando a las personas”, una labor que implica el detallar no solo el origen de los problemas que viven , sino cómo la situación sería diferente  si quien ejerce el poder fuera democrático.

Esta visión la comparte Mirleny Palacios, otra dirigente de PJ de la parroquia San Juan, quien también se enfoca en la importan de educar y crear conciencia, ella señala que es necesario que la gente comprenda que, por ejemplo, cuando un camión de la basura no presta servicio en una zona es “porque hay un político al que el tema no le importa”.

Mirleny Palacios, diregente de Primero Justicia en la parroquia san Juan. Foto: Tairy Gamboa

La política hay que hacerla educando. Aparte de los problemas económicos y culturales, una cosa que nos falta como ciudadanos y dirigentes es volver a enseñarles a las personas qué es la política y para qué. Hoy en día las personas creen que la política no tiene que ver con uno, cuando en realidad tiene que ver con todo, indica Mirleny Palacios, dirigente de PJ en la parroquia San Juan.

Pese a esto, Palacios dijo sentirse optimista sobre la posibilidad de que la conexión entre partidos y población se pueda recupera y añadió que es algo que se debe hacer buscando tener inclusive una mejor relación que la que se pudo tener anteriormente.

“Nosotros no vamos a ser como antes, ni tenemos que buscar serlo, hay que tratar de ser mejores. Debemos reestructurar y modernizar a los partidos para adaptarlos, pero también se tiene que trabajar en la población, el problema no es solo de los partidos, es un problema de conciencia”, sentenció.

Armas reconoce debilitamiento del liderazgo

Jesús Armas, exconcejal de Caracas y dirigente de PJ, presente en la jornada en la Parroquia San Juan,  considera que el activismo se ha vuelto una necesidad no solo para su partido, sino para todas las organizaciones políticas del país.

Para nosotros poder conectarnos con la gente tenemos que ir de la mano con lo que sienten y necesitan. Hoy, convocar a una asamblea o un conversatorio para hablar de política es muy difícil, tienes que de alguna forma ser útil a los ciudadanos para tener la credibilidad en un momento en el que ningún político de ninguna tolda cuenta la tiene. La mejor forma de construir confianza es trabajando de la mano con las personas, explicó.

Armas estima que en la actualidad ninguna organización política, de gobierno u oposición, está “bien” en relación con sus bases y enumeró una serie de causas como las responsables de la ruptura entre la población y su interés por la política. La crisis económica -dijo- es una de las causas fundamentales junto a la ausencia de resultados.

Foto: Tairy Gamboa

El factor económico evidentemente ha llevado a que la gente se centre en su vida privada. También incide la falta de resultados en la búsqueda por democratizar al país. La gente reclama la falta de resultados tras 22 años, señala Armas.

Además de la falta de vínculo entre la población y los partidos, otro problema es el debilitamiento del liderazgo por ausencia física. Dirigente que antes hacían la labor de organizar a la sociedad y hoy en día por un motivo u otro no están presentes.

Toda la oposición está muy débil, por diversas razones. La represión ha sido muy dura y por esto buena parte del liderazgo ha tenido que salir del país. La percusión contra Jorge Millán, Ramón López y José Guerra afectó al municipio, pero también se afectó a los dirigentes de base. La situación económica también llevó a mucha gente a dejar el activismo político para buscar resolver su situación o en algunos casos a inclusive salir del país a buscar nuevas oportunidades, detalló.


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