Cuatro jubilados y pensionados de Sidor y uno de Venalum comenzaron una huelga de hambre, luego de agotar la vía institucional y no tener respuesta favorable al reclamo por sus beneficios.
Ciudad Guayana. A pesar del riesgo que significa para su salud, frente a las patologías de cada uno de ellos, jubilados y pensionados del holding de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) comenzaron este miércoles 16 de agosto una huelga de hambre. Señalaron que esta medida la toman luego de agotar toda vía institucional y no tener respuesta favorable a sus reclamos.
Incluso, indicaron que introdujeron un recurso de amparo por el derecho a la vida ante tribunales en Puerto Ordaz, a razón del incumplimiento del beneficio de alimentación, seguro médico y pensiones insuficientes. Sin embargo, el recurso fue declarado inadmisible.
En la huelga de hambre participan cuatro jubilados de Sidor y un pensionado de Venalum.
“Lo único que hemos encontrado es un silencio administrativo por parte de los organismos nacionales e internacionales (…) Es increíble que situaciones como estas estén ocurriendo ante un gobierno que se dice obrerista, y nos tiene acá padeciendo la miseria extrema luego de haber trabajado tanto tiempo”, dijo el presidente de la Federación de Asociaciones de Jubilados y Pensionados del estado Bolívar, Hugo Medina.
Agregó que muchos jubilados y pensionados fallecieron sin que la empresa les cancelara sus prestaciones sociales.
Antes de morir en nuestras casas viendo a nuestros hijos, nuestros nietos, con esta miseria que estamos viviendo, preferimos morir en la calle porque este no es el futuro que nosotros queremos dejarle a nuestros hijos. Nosotros queremos que conozcan un país libre, democrático, donde puedan participar, se puedan desarrollar. Qué triste es ver que cada día nos sumergen más en la pobreza extrema”, lamentó.
Llamado a junta interventora
Medina cuestionó que a la fecha la Junta Interventora de la CVG no haya dado respuesta a los reclamos de los jubilados y pensionados, quienes cada semana se concentran frente a la casa matriz exigiendo beneficios.
Ellos tienen la solución. Si ellos quieren pagar esas prestaciones en el día de hoy, ellos resuelven ese problema. Pero si ellos lo que tienen es el dogma socialista, tengan la plena seguridad de que no va a salir ningún tipo de respuesta. Pero nosotros preferimos morir aquí, buscando la justicia donde la tengamos que encontrar”, sostuvo.
Testimonios
Además de Hugo Medina, quien salió como enfermo ocupacional de Venalum después de 17 años de servicio, en la huelga de hambre participan los jubilados de Sidor José Rodríguez, con 48 años de servicio; Hipólito Cedeño, 49 años de servicio; Francisco Díaz, 35 años de servicio; y Pablo Millán, 55 años de servicio.
Este último tiene 73 años de edad. Fue jubilado en enero de este año si ninguna notificación. Al no recibir su pago mensual, preguntó por la irregularidad y le dijeron que pasó a jubilación y que, además, cobraría por el Sistema Patria. A la fecha sigue sin recibir sus prestaciones sociales.
“Mi familia está pasando hambre, tengo una hija que tiene cáncer y no me alcanza el sueldo. Es doloroso lo que nos está pasando a todos los que salimos jubilados en enero. Nos dan una bolsa de comida y mala. No es una bolsa de comida que tú te vas a comer, es una harina de cualquier clase, una mortadela mala, que hasta los perros se enferman”, denunció Millán.
Aclaró que no están en contra de las jubilaciones sino en la forma en cómo se hicieron y sin la cancelación de sus prestaciones.
Nos mandaron a la calle como cualquier perro. Eso no puede ser. Que nos manden a la calle después de 55 años, en mi caso, y nos tengan pasando necesidades y hambre con nuestra familia”, cont{ó.
A Francisco Díaz, quien trabajó por 35 años en la planta de Barra y Alambrón de Sidor, también lo jubilaron en enero de este año sin pago de prestaciones. Manifestó que decidió sumarse a la huelga de hambre para hacer presión ante las instancias correspondientes.
Antecedentes
Los cinco jubilados y pensionados son conscientes del riesgo a su salud y que tampoco haya respuesta de la CVG ni del Estado. Sus familias tampoco están de acuerdo con que asuman esta medida.
“Mi familia no está de acuerdo con lo que yo estoy haciendo actualmente. Yo lo estoy haciendo porque sé que no puedo darle mis 35 años de servicio a esta gente para que ellos hagan de las suyas con el dinero que nos pertenece a nosotros”, aseveró Díaz.
La huelga de hambre es una de las medidas extremas a la que han recurrido jubilados, pensionados, pero también trabajadores activos para obtener respuesta de la empresa a sus reclamos. En 2018 lo hicieron dos trabajadores de Alcasa, y en 2016 también lo hizo un grupo de sidoristas.
En 2017, después de un mes en huelga de hambre, el trabajador de Ferrominera Greis Villarroel levantó esta medida luego de que la empresa lo restituyó a su puesto de trabajo.
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