A pesar de contar con sedes cercanas de organismos de seguridad del Estado, en la urbanización Río Caura, en Puerto Ordaz, reportan un aumento del índice delictivo desde que criminales convirtieron una construcción abandonada en un centro para cometer fechorías.
Puerto Ordaz. El 14 de mayo pasado, el vicepresidente Sectorial para la Seguridad Ciudadana y la Paz, Remigio Ceballos Ichaso, anunció con orgullo desde su despacho en Caracas que los índices delictivos en todo el país habían disminuido un 25.1 % en comparación al año 2023. Sin embargo, a varios kilómetros de distancia, en la urbanización Río Caura, la realidad es completamente diferente.
Vecinos del urbanismo denuncian el aumento de la inseguridad, a raíz de que delincuentes invadieron una construcción abandonada y desde allí cometen fechorías. Además, reportaron robos en casas cercanas, incluso un presuntos abusos sexuales contra vecinas que han transitado en la noche por el lugar.
Horacio Buble, residente del sector, detalló que la infraestructura en construcción tomada por delincuentes tiene unos tres años en abandono. Y eso fue precisamente lo que propició que fuese tomado por presuntos antisociales.
Ellos viven aquí. A la hora en que entran, no se sabe. Nadie sabe porque, indudablemente, que de día no van a entrar. Ellos entran de noche y los robos aquí en esta comunidad, ellos lo hacen de noche. Yo creo que de día ellos utilizan unas medidas para precisar y ver dónde van a dar el golpe”, denunció.
El vecino manifestó que su vivienda es una de las más vulnerables en el sector por su ubicación. Por ello llamó a las autoridades a atender el problema.
“Esto es un problema comunitario. Esto es un problema que tiene que ver con la comunidad y cómo la comunidad descansa con base en organismos ya bien estructurados. Los consejos comunales son organismos estructurados y ellos deben de actuar, poner su presencia. Tenemos a la Policía, a la Guardia Nacional allá en la avenida, pero no tenemos atención”, expuso.
Delitos
Buble presume que el lugar también sea usado por los invasores para cometer abusos sexuales. De acuerdo con lo que ha sido testigo, en una oportunidad vio entrar a un adulto y una adolescente. La policía llegó, pero escaparon.
“A mí me parece que esto ya esto lo están utilizando para cuestiones de aberración. Esto hay que frenarlo. La policía debe patrullar esta zona”, reiteró.
Mónica Muñoz, otra de las vecinas del sector tomado por la delincuencia, aseguró que han ocurrido violaciones a mujeres que han transitado de noche por el lugar.
“Han ocurrido hechos de violaciones, tenemos locales y casas cercanas que les han levantado los techos. Los vecinos tenemos que estar siempre pendientes, con pitos, alarmas. Pedimos a los funcionarios, a las autoridades, bien sea Patrulleros del Caroní, Guardia Nacional, que simplemente vengan a darnos unas vueltas y que estén más pendientes de la seguridad”, declaró Muñoz.
El abandono de la construcción también ha servido para que personas ajenas a la comunidad la usen como botadero de basura, ante las fallas del servicio en Puerto Ordaz.
“Hago ese llamado a las autoridades competentes que se aboquen y que aparezca el dueño de esta construcción, que tiene más de cinco años acá en abandono”, exigió.
Zonas vulnerables
Muñoz añadió que, a pesar de contar con “cuadrante de paz” al que llaman, les alegan que tiene que ser algo que ocurra en ese momento y que sea “alarmante”.
Por ello, insisten en su solicitud a las autoridades para una mayor presencia policial y que se garantice la seguridad en la comunidad.
En Caroní, las parroquias Vista al Sol, 11 de Abril Simón Bolívar y Unare (donde se ubica la urbanización Río Caura) se consideran las más vulnerables en cuanto a índices delictivos.
Según un estudio de la consultora World Population Review, Venezuela tiene seis ciudades dentro del ranking de las 50 más peligrosas del mundo, en este caso según el índice de homicidios.
Caracas está en el tercer puesto. Ciudad Guayana y Ciudad Bolívar también figuran en el listado, en séptimo y décimo lugar, respectivamente. Barquisimeto se posiciona en el puesto número 17, Maturín en el 28 y Valencia en el 42.
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