Habitantes del barrio 1° de Mayo, en la parroquia Santa Rosalía, denunciaron que el servicio de agua es deficiente desde hace más de 10 años, por lo que tuvieron que apagar las llamas con aguas de pipotes y tierra. Pese al esfuerzo, no pudieron salvar la vida de los niños que se encontraban en la habitación incendiada.
Caracas. Aproximadamente a las 10:00 a.m. del jueves, 25 de agosto, Saharit Escalona, de 24 años de edad, salió de su casa, ubicada en el barrio 1° de Mayo, entre las escaleras 7 y 9 de la parroquia Santa Rosalía, para buscar agua potable. Llegó hasta la autopista Valle – Coche, en el suroeste de Caracas, para llenar un tobo en un chorro que está en un punto de la vía, pero cuando regresó vio que su casa se estaba incendiando.
Sus hijos Valery, de 5 años, y Josué Escalona Gil, de 2 años de edad, estaban en el cuarto de la vivienda, por lo que Escalona, quien está embarazada de ocho meses, intentó ingresar para salvarlos. Antes de que lograra entrar unos vecinos la detuvieron. Temían que las llamas le ocasionaran lesiones.
Las personas intentaron apagar el fuego con agua de pipotes y tierra, porque no contaban con agua por tubería. Sin embargo, a pesar de la maniobra para extinguir el fuego, no les dio tiempo de sacar a los niños, quienes perdieron la vida carbonizados.
“Los vecinos hicieron lo que pudieron, porque los bomberos no llegaron a tiempo. Se presume que fue un cortocircuito del ventilador que estaba en el cuarto”, reveló
a Crónica.Uno Katerine Franco, tía de Escalona.
De acuerdo con los familiares, Valery padecía de una discapacidad motora. Esa condición impidió que pudiera salir de la casa ante el llamado de los vecinos. Los testigos solo escuchaban los llantos dentro de la casa sin poder entrar a rescatarlos, por miedo a un incidente mayor.
“Esto (ocurrió por) una falla de servicio grave en la comunidad. La gente allá sufre mucho con esas carencias del servicio. Ojalá esto sirva para que los tomen en cuenta”, dijeron los familiares.
Casas afectadas por el incendio en Santa Rosalía
Los bomberos llegaron aproximadamente una hora después del siniestro, por lo que terminaron de controlar las llamas e ingresaron a la casa. Al finalizar sus labores informaron que hubo la pérdida total del inmueble y otras tres casas cercanas fueron afectadas.
Al sitio llegaron funcionarios de la Policía de Caracas, el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc), la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y de la Alcaldía de Caracas.
Los familiares denunciaron que algunos funcionarios del Cicpc insultaron a la madre por el suceso, pues la señalaron de ser culpable de la muerte de los niños. La joven fue trasladada a casa de su madre para evitar complicaciones en el parto.
“Los policías le decían de todo, la insultaron y ella no tuvo la culpa. No es la manera de proceder porque mi sobrina estaba muy mal, perdió a su hijo y casi da a luz en medio del incendio”, agregó la tía.
Asimismo, denunció que los policías se llevaron un ventilador para determinar las causas del incendio. Los cuerpo de los niños llegaron a la medicatura forense en Bello Monte a las 5:00 p.m. del mismo día jueves.
La madre de los niños vive con su pareja, pero el hombre estaba trabajando en el mercado de El Cementerio cuando ocurrió el incendio.
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