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“Es una orden presidencial”, la respuesta a los familiares de los detenidos durante protestas

Familiares de presos y perseguidos políticos en Venezuela se concentraron en la plaza de Los Palos Grandes, desde donde exigieron la libertad de las más de 2000 personas que, según el mandatario Nicolás Maduro, fueron detenidas en los últimos 11 días.

Caracas. “Es una orden presidencial”, fue la respuesta que los funcionarios de la Policía municipal de Cristóbal Rojas, en Charallave, estado Miranda, dieron a Diego Casanova cuando se acercó a la sede de este organismo a preguntar por su hermano, José Gregorio Pérez Maita, uno de los 2229 ciudadanos que, según el mandatario Nicolás Maduro, fueron detenidos en los últimos 11 días, tras las elecciones presidenciales. 

“Yo fui a buscar al defensor público, a entrevistarme con él, a que me dijera qué había pasado, cuáles eran los cargos y porque lo tenían allí y el defensor público lo que me decía era que eso era una orden presidencial”, explicó a Crónica.Uno Diego.

El joven estaba presente durante la vigilia que este jueves, 8 de agosto, organizó la oposición para pedir la libertad de los “presos políticos” del país, en los que incluyen a los detenidos tras las protestas postelectorales.

Fotógrafo: Crónica Uno

Con una camisa blanca en la que se leía el mensaje “liberen a todos los presos políticos”, Diego habló a los cientos de ciudadanos que se concentraron en la plaza de Los Palos Grandes, en el este de Caracas, y les pidió no dejar de exigir la libertad de los detenidos por protestar, o por estar en el lugar equivocado. 

Él fue de los pocos que visiblemente se presentó como familiar de uno de los detenidos de los últimos días, pues aunque entre los asistentes había personas en representación de otros aprehendidos, muy pocos se atrevieron a declarar ante las cámaras de los periodistas o a exponer sus casos en el micrófono dispuesto en el sitio.

Fotógrafo: Crónica Uno
José no regresó a casa

José Gregorio, el hermano de Diego, tiene 26 años de edad, es comerciante informal y fue detenido la noche del 29 de julio, el día que se desataron protestas en todo el país para reclamar los resultados del Poder Electoral que dieron como ganador a Nicolás Maduro. 

Diego contó que su hermano no suele inmiscuirse en temas políticos y que ese día salió de La Colmena, el barrio en el que vive, para buscar a su mamá en el centro de Charallave, y no regresó a la casa.

Foto Crónica Uno

No fue sino dos días después, el miércoles 31 de julio, cuando la familia logró confirmar que José Gregorio se encontraba recluido en un calabozo de la policía municipal, donde permanece desde entonces, sin que se le permita defensa privada y presentado en una audiencia en la que le imputaron los delitos de instigación al odio, terrorismo, asociación para delinquir y daño al patrimonio público. 

“Nos dijeron que era una orden presidencial, que nos quedáramos tranquilos que ellos iban a comenzar a depurar y que teníamos que esperar que se calmará todo para ver si lo liberaban o no”, relató.

Foto: Crónica Uno
En carne propia

Diego se dedica al activismo en organizaciones no gubernamentales y estaba muy involucrado con la defensa de derechos humanos. Ahora usa los argumentos que aprendió para defender a uno de los suyos.

Ahora vive en carne propia la desaparición de su hermano por más de 48 horas tras la detención, la búsqueda en varios calabozos, la hostilidad de los funcionarios policiales, la negativa a la petición legítima de poder verlo, hablar con él o al menos de que se juramente para su defensa un abogado de su confianza.

Foto: Crónica Uno

Ahora dice que él y su familia pasan los días preparando lo que deben llevarle para que coma o esté en condiciones regulares dentro del espacio en el que lo tienen y participando de eventos como la vigilia para  clamar su pronta liberación. 

Protesta ciudadana

La vigilia convocada por el liderazgo opositor que encabezan la líder opositora María Corina Machado y el candidato presidencial, Edmundo González Urrutia, fue una actividad ciudadana en la que la presencia de dirigentes políticos fue más bien escasa.

Foto: Crónica Uno

Pocas caras conocidas dentro del antichavismo se hicieron presentes en este evento en el que se pudo observar a figuras como el exdiputado Williams Dávila, el dirigente de Vente Venezuela Jesús de Armas o el líder petareño Andres Schloeter.

De resto, la vigilia se nutrió de defensores de derechos humanos, activistas, periodistas y personas comunes que atendieron el llamado opositor y se acercaron a la plaza de Los Palos Grandes para acompañar las oraciones y cantos de los familiares de presos políticos  que tienen uno o más años tras las rejas.

Foto: Crónica Uno

Quienes asistieron encendieron velas dispuestas en el piso para que se leyera la frase: libertad y paz y se mantuvieron en la plaza acordada desde las 5:00 pm y hasta las 7:02 pm en punto, cuando, luego de entonar el himno, despidieron la actividad con un “cuídense” escupido al micrófono.

Foto: Crónica Uno

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