A las madres de los detenidos en la Entidad de Atención de Coche, les notificaron que, aunque los días de visita son miércoles y sábado, los detenidos durante las protestas serían distintos porque están allí “por guarimberos”.
Caracas. Tras una entrevista en la que le explicaron los cargos por los que podría ser imputado su hijo, entre los que están terrorismo, alteración al orden público, instigación al odio, Emperatriz* empezó a escribir una lista de cosas que necesitaría durante su estadía en la Entidad de Atención de Coche a donde son llevados los adolescentes de sexo masculino en conflicto con el Código Orgánico Procesal Penal.
Aunque se supone que puede aclarar sus dudas, nada de lo que escucha le parece claro.
“A mi me dicen que tengo que esperar por 10 o 15 días para las averiguaciones y que quizás, después de eso salga. Pero, si eso es así, ¿por qué tengo que traer todas esas cosas?”, se pregunta.
Lo único que se mantiene en su mente es que durante 15 días no podrá ver a su hijo Alexander*, de 17 años de edad, quien fue detenido desde el lunes, 29 de julio, en Catia, por formar parte de las protestas ocurridas en rechazo a los resultados del Consejo Nacional Electoral (CNE), que dieron como ganador a Nicolás Maduro.
En la lista de al menos siste artículos de higiene personal y uso diario se enfatiza en la vestimenta, dado el carácter correccional del centro de detención. El listado incluye:
1. Medias largas blancas
2. Zapatos tipo crocs sin ningún tipo de sello.
3. Mono azul oscuro y Shorts.
4. Franela azul cielo para cuando salga a tribunales.
5. Franela azul rey, para los días de hacer deporte.
6. Azul oscuro para la vestimenta diaria.
7. Shorts y cosas para su aseo personal.
Para ella no son solo 15 días, pues durante los días que estuvo detenido en la Policía Nacional Bolivariana (PNB) de Boleíta, mejor conocida como Zona 7, no pudo visitarlo. Mantener a un adolescente aislado por sus cuidadores o representantes implica una sanción. Así lo establece la Ley Orgánica Para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (Lopnna).
Lo único que Emperatriz sabe es que al momento de su detención fue golpeado por funcionarios de cuerpos policiales. “Él me dijo que le pegaron. No sé en dónde porque fue muy poco lo que me pudo hablar durante la llamada”, aseguró.
Mientras espera en las afueras del centro ubicado en Coche, recibe palabras de madres cuyos hijos llevan años en el lugar. Sin embargo, otras le dicen que su familiar tiene hasta dos años en espera de su juicio.
Ni a ella, ni a ninguno de los adolescentes y personas adultas detenidos por las manifestaciones en contra de los resultados electorales del 28 de julio pasado, les han permitido tener defensa privada. “Nos dicen que la defensa será puesta por ellos mismos”.
Cifras del Foro Penal, actualizadas hasta este 8 de agosto, contabilizaron un total 1152 personas detenidas, de las cuales, 105 son adolescentes. Cinco de ellos son indígenas.
Violencia policial
Mientras estaba cerca de su casa, ubicada en Petare, Omar*, de 15 años, fue abordado por funcionarios de seguridad del Estado. Tras un breve diálogo le pidieron sus documentos de identidad.
Ester*, su madre, asevera que él les contestó mal, por lo que recibió una cachetada por parte de uno de los uniformados.
“Después de eso mi chamo se le fue encima y le cayeron los demás. Lo metieron a un carro y le empezaron a pegar. Por una amistad supe que no le tocaron la cara, pero tiene morados en todo lo que es abdomen y costillas”, afirma.
Además de los cargos que incluyen terrorismo, también está el de agresión a un efectivo policial.
Durante la entrevista, le informaron que, aunque los días de visita del centro son miércoles y sábado, los detenidos durante las protestas serían distintos porque están allí “por guarimberos”. Pasados los 15 días del aislamiento, que cumplen todos los que ingresan al centro, se les notificará cuáles serán esos días.
“Por lo menos”
Lenys* se mantiene a la espera de tener la entrevista en la que le hablarán de las condiciones en las que su hijo, de 16 años, estará en Coche. Mientras espera sentada en uno de los bancos de la plaza que está ubicada frente al lugar, observa a otras madres, cuyos hijos están recluidos en el sitio.
Todas tienen envases de agua y comidas especiales que llevan para compartirles durante las tres horas de visita permitidas por dos veces a la semana.
De vez en cuando, se atreve a preguntar algunas inquietudes a las mujeres que ya se conocen por coincidir durante los días: “Puedes traerle pan, pero sin rellenos dulces, galletas sin relleno, estilo María. También carne o pollo, pero sin huesos y jugos naturales. Nada de refrescos”.
Las mujeres que visten con franela blanca, que es la permitida durante las visitas, le cuentan que el resto de los días, en la Entidad de Atención le dan su comida.
“Ahí comen lo básico: Arroz, frijoles, arepa, pasta. Esas cosas. Me acuerdo que el mío molestaba para comer en la casa. Ahora le toca comer lo que le dan ahí”, le comenta la abuela de uno de los muchachos que espera por un juicio desde hace dos años.
Entre las respuestas, está que allí podrá estudiar, hacer deporte y hacer otras actividades. Sin embargo, para ella eso no sirve de consuelo.
“Yo lo único que quiero es ver a mi hijo fuera de allí”, expresa.
Mientras enciende un cigarrillo, piensa en los 15 días que pasará sin ver, ni saber nada de su hijo. Por eso se aferra a los recuerdos que mantiene del martes, 6 de agosto, día en que pudo verlo antes de su traslado.
“Por lo menos supe que al llegar a Cochecito se había podido bañar bien, porque las condiciones en Boleíta eran muy feas. Todos los que llegaron de ahí los mandaron a bañar porque olían muy mal. Cuando pude verlo en Zona 7, vi que le habían partido la cabeza. Lo peor es que mi hijo no estaba protestando. Él estaba regresando a su trabajo”, insiste.
Adolescente con derechos
Durante las detenciones de adolescentes se han cometido múltiples irregularidades. La principal es incomunicarlos y aislarlos de sus representantes o cuidadores.
El primer parágrafo del artículo 531 del Sistema Penal de Responsabilidad de Adolescentes, de la Lopnna, establece que si una autoridad policial sorprende a un niño o niña en flagrancia, esta dará aviso al o la Fiscal del Ministerio Público. Este funcionario deberá ponerlo, dentro de las 24 horas siguientes, a la orden del Consejo de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes.
Pero, muchos de los adolescentes detenidos en la PNB de Boleíta, pasaron hasta una semana a la espera de dicho proceso.
Pese a que no todos participaron, la mayoría de los adolescentes fueron privados de su libertad por estar en las manifestaciones en contra de los resultados electorales del 28 de julio.
En este sentido, el Centro Comunitario de Aprendizaje (Cecodap) indica en sus redes sociales que manifestar de forma pacífica es un derecho que todas las personas tienen derecho a ejercer. “Los ejercen de acuerdo a su edad y conforme a su desarrollo”, expone Cecodap.
Por el conflicto social generado tras las elecciones, la ONG recomienda no participar en manifestaciones con niños, niñas o adolescentes: “Recordemos que el ejercicio de un derecho no puede poner en riesgo otros”.
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