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El Gobierno anunció la eliminación del IGTF en bolívares para contribuyentes especiales, pero mantiene el impuesto de 3 % para transacciones en dólares, tras años de presión empresarial. El sector privado pedía reducir alícuota del 2 % para reducir costos de producción.

Caracas. En un movimiento inesperado, el presidente Nicolás Maduro anunció este viernes, 12 de julio, la eliminación del Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF) para operaciones realizadas en bolívares.

Esta medida, que aún debe oficializarse mediante publicación en la Gaceta Oficial, representa un giro significativo en la política fiscal del Gobierno y podría tener importantes repercusiones en el sector empresarial del país.

El IGTF, que gravaba con un 2 % las transacciones en bolívares que realizaban contribuyentes especiales, había sido objeto de críticas por parte del sector privado desde su implementación.

Según proyecciones de la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria), este impuesto incrementaba los costos de producción hasta en un 12 %, lo que suponía una carga significativa para un tejido productivo ya de por sí debilitado por años de crisis económica.

Guiño a empresarios

La decisión de Maduro parece responder a las presiones del empresariado venezolano, que exigía la eliminación o, al menos, la reducción de esta alícuota desde que el Ejecutivo comenzó a aplicar el IGTF para pagos en moneda extranjera.

Sin embargo, es importante señalar que el gravamen del 3 % para operaciones en dólares se mantiene vigente, lo que podría interpretarse como un intento del Gobierno por mantener la estrategia con la que intenta desalentar el uso de divisas en la economía nacional.

Durante el anuncio, Maduro hizo hincapié en la necesidad de “aumentar la eficiencia en la recaudación” de los otros impuestos que ya existen. En ese sentido, sugirió que esta medida no implica necesariamente una relajación de la presión fiscal, sino más bien una reorientación de los esfuerzos recaudatorios del Estado.

Lo que hay que aumentar es la eficiencia en la recaudación de los otros impuestos que ya existen, dijo Maduro durante un acto con empresarios, a propósito del Consejo Nacional de Economía Productiva.

Estado voraz

La eliminación del IGTF en bolívares se produce en un contexto de aparente mejora en la recaudación fiscal venezolana. De acuerdo con datos publicados por el Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat), entre enero y abril de 2024, el Estado recaudó un total de $3.169 millones. Este monto representa un incremento del 83 % respecto al mismo periodo de 2023.

Este aumento en la recaudación tributaria es fundamental para el gobierno de Maduro, que ha visto cómo la producción petrolera, tradicionalmente la principal fuente de ingresos del país, se desplomó en los últimos años por la falta de inversión, la mala gestión, y las sanciones internacionales.

A pesar de este incremento en la recaudación, el gasto público venezolano sigue siendo significativamente menor que en épocas anteriores. Esto se refleja principalmente en los bajos salarios del sector público y las exiguas pensiones.

La medida anunciada por Maduro podría tener un impacto positivo en la actividad económica del país, al reducir los costos operativos de las empresas. También podría estimular la inversión y el consumo.

No obstante, algunos analistas ya advertían desde antes de conocerse la medida que el efecto podría ser limitado si no se acompaña de otras reformas estructurales que aborden los problemas fundamentales de la economía venezolana. Esto incluye problemas estructurales como la inflación, la escasez de divisas y la inseguridad jurídica.

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