Cifras del Foro Penal Venezolano actualizadas hasta este martes, 6 de agosto, contabilizaron 100 adolescentes detenidos desde el lunes, 29 de julio, día en que iniciaron las protestas en contra de los resultados del CNE, que dieron como ganador a Nicolás Maduro.
Caracas. El único derecho que se le ha respetado a Juan*, un adolescente de 15 años detenido el pasado miércoles, 31 de julio, fue permitir que su padre lo acompañara en la patrulla que lo trasladó a un centro de detención preventiva y posteriormente, a la Policía Nacional Bolivariana (PNB) de Boleíta, conocida como zona 7.
Con solo un video en el que Juan no aparecía, un grupo de la Dirección de Acciones Estratégicas y Tácticas (DAET) tocó a la puerta de su casa a las 12:00 p. m. para llevarse al adolescente.
Vestidos de negro y con caras tapadas, los funcionarios del Estado insistían en que debían llevárselo por estar en la lista de nombres, que proporcionó el consejo comunal, de quienes estaban en la calle al momento de un saqueo en el concesionario de motos Bera, ubicado en Los Jardines de El Valle.
“Ellos llegaron, empezaron a tocar la puerta durísimo. Nosotros abrimos y les dijimos que ya va, que por qué se lo iban a llevar si él no había hecho nada. Lo que hicieron fue mostrar un video en el que no aparecía y dijeron que igual se lo tenían que llevar. Yo les dije que me tenían que dejar ir con él, que era menor de edad. Me dejaron ir”, asegura.
Tras ser llevado a dos centros de detención que no serán mencionados para preservar su seguridad durante el miércoles, 31 de julio, el jueves, 1° de agosto, lo trasladaron a la PNB de Boleíta, en donde fue separado de su padre.
De acuerdo con la Ley Orgánica Para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (Lopnna), está prohibido y sancionado mantener a un adolescente aislado o incomunicado de sus cuidadores, representantes o defensa.
Tras cinco días, varios representantes, incluyendo los de Juan, pudieron ver a sus hijos e hijas durante el lunes, 5 de agosto.
La madre de Juan agrega que dentro, todavía hay adolescentes detenidos con familias de pocos recursos. Por esa razón, cuando lleva la comida, agrega “un poco más”, para que su hijo tenga para compartir.
Metidos en el inframundo
Los familiares que pudieron ver a sus hijos e hijas sostienen una descripción común de la celda en la que están:
“Le dicen la celda de La Llorona, porque las paredes sudan por la humedad. Eso ahí dentro es como el inframundo porque ellos no ven la luz del día”.
Según los testimonios recabados por Crónica.Uno, los detenidos no tienen baños en las celdas. Por eso les permiten ingresar bolsas en las que hacen sus necesidades fisiológicas, que permanecen allí durante tres días, que es el tiempo que tardan en recoger la basura.
Los padres de Juan sostienen que un recluso al que llaman “el Caminante”, es quien les da la comida que entregan en tres horarios del día.
No obstante, no todos los familiares han podido ver a sus familiares recluidos en la Zona 7 de Boleíta.
Desde hace cinco días, Eleonor*, madre de un adolescente de 17 años afirma que no podía ver a su hijo detenido el pasado viernes, 2 de agosto.
Así como en el testimonio de los padres de Juan, el adolescente fue llevado por funcionarios vestidos de negro, con las caras tapadas. La única diferencia es que estos no se identificaban con ningún cuerpo de seguridad del Estado.
“A él lo buscaron en la casa de su suegra en Los Teques. Tocaron la puerta a las 10:00 p. m., y luego lo trajeron para acá”, dice.
Para Eleonor, la incertidumbre ha sido su única compañía debido a que es muy poco lo que ha podido saber sobre su hijo.
“Yo solo supe que en ambos sitios en los que estuvo fue golpeado. Lo único bueno es que me dijo que ya no lo habían hecho más. También me dijo que sabe cuando es de día por la entrega de comidas”, manifiesta.
Insiste en que su hijo no participó en las protestas puesto a que su única preocupación era que su pareja sentimental tendrá su bebé pronto.
Días de incertidumbre
“¿Quiénes son madres de menores de edad?”, pregunta una mujer a varias personas que se encuentran en las afueras de la PNB de Boleíta. Enseguida un grupo de madres y padres corrió para entrar al centro de detención preventiva.
Muchos de ellos tenían hasta una semana sin poder verificar el estado físico. ni de salud de sus hijos. Tampoco saben si han sido presentados ante algún tribunal.
“No nos dicen nada. Lo único es que estemos pendientes de si van a ser trasladados, o no”, dice una representante de un adolescente de 16 años que pidió no ser identificada.
Ven como una injusticia que muchas madres y padres se enteran del paradero de sus familiares al día siguiente, cuando van a llevarles la comida debido a que muchos traslados son en horas de la noche.
Critican que sus representados han sido presentados a tribunales de forma virtual sin que madres, padres, o cuidadores estén presentes, o notificados.
“Ayer (lunes, 5 de agosto, se llevaron a tres niñas. Se dicen que a Antímano o Los Teques”, afirma una madre.
Mientras tanto, quienes se mantienen en las afueras de la PNB de Boleíta, esperan conocer qué pasará con sus hijos e hijas.
Agregan que dentro de los retenidos en Zona 7 por motivos relacionados a las protestas, hay menores de edad y adultos mayores con precarias condiciones de salud.
Cifras del Foro Penal actualizadas hasta este martes, 6 de agosto, contabilizaron 100 adolescentes detenidos desde el lunes, 29 de julio, día en que comenzaron las protestas en contra de los resultados del Consejo Nacional Electoral (CNE), que dieron como ganador a Nicolás Maduro.
(*) Los nombres de los detenidos y los familiares, así como lugares específicos de detención, fueron omitidos por petición de los afectados y por medidas de protección a las fuentes.
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