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Bajos salarios, sobrecarga de materias y pérdida de beneficios agobian a los docentes de la UDO, quienes permanecen en las aulas por vocación y amor a la academia.

Regiones. Una nueva generación de profesores se resiste a darse por vencida ante las adversidades que enfrenta la Universidad de Oriente (UDO) en sus cinco núcleos. Pese a los bajos salarios, la sobrecarga de materias y la pérdida de beneficios, el amor a la academia y una incansable vocación los mueve a seguir en la labor con la que forman a los profesionales del futuro.

Pese a las limitaciones, insisten en que, con su persistencia, buscan retribuir a la llamada “casa más alta” lo que consideran fue el apoyo invaluable que recibieron durante su proceso formativo en sus aulas.

Alejandro Materano, egresado con honores de la licenciatura en Química en julio de 2023, es uno de esos jóvenes docentes que decidió quedarse en la UDO como profesor. Apenas dos meses después de graduarse, fue invitado a formar parte del cuerpo docente de su alma máter.

Materano está adscrito al Departamento de Química, pero también imparte materias en la carrera de Bioanálisis, que es la que tiene mayor demanda en la UDO-Sucre.

Es profesor de Química Orgánica y enseña a estudiantes de nuevo ingreso, primero y segundo semestre.

Ser profesor me da la posibilidad de retribuir a la universidad todo el apoyo que recibí en mi etapa como estudiante. Ese es mi compromiso”, comenta.

El ahora profesor de química vivió de cerca la destrucción del núcleo Sucre justo en la mitad y al final de su carrera. Sin embargo, afirma que lo importante es que la UDO no es solo el recinto físico, sino toda la comunidad universitaria.

Todo cambia

Materano admite que la universidad no es igual en comparación a 10 o 15 años atrás. Sin embargo, insiste, se mantiene la calidad en la formación de profesionales.

Mis compañeros me criticaron la decisión de dar clases en la UDO porque también tenía la posibilidad de dar clases en un colegio privado, pero mi prioridad siempre fue nutrir mi curriculum, dijo.

Con ello, revela que una vez que decida realizar su maestría, tendrá que hacer un alto en sus funciones como profesor.

Manuel Centeno, presidente de la Asociación de Profesores del Núcleo de Sucre (Apudons), afirma que aunque la matrícula ha aumentado, esta no supera los 3.000 estudiantes. Sin embargo, con ello también se eleva la necesidad de profesores.

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Las carreras de ingeniería son las que más déficit de profesores tienen. Foto: Crónica.Uno

“Muchos se fueron del país, pero otros trabajan en las petroaulas, en la escuela de enfermería e incluso, en la Asociación de Profesores, en la que tenemos cuatro espacios asignados para diferentes carreras”, dijo.

Según el dirigente gremial, la prioridad es renovar la plantilla de profesores porque buena parte cumplió el tiempo de servicio y no es necesario esperar a que se jubilen.

Las carreras que están en situación crítica son las especializadas. En estas se incluye a educación mención matemáticas, que cuenta solo con cuatro docentes, y química, en la que la mayoría de los docentes está por jubilarse.

Berta Barrera, con 31 años de servicio, no tiene planes de jubilarse. Para hacerlo, enfatiza, hay que tener un plan de vida y un proyecto que todavía no ha desarrollado.

A la universidad somos nosotros los que le damos ese sentido, esa vida que tenemos todos”, añade.

El profesor José Luis Sánchez, por su parte, llegó a dar clases de economía en la Plaza Pichincha de Cumaná y, pese a la rehabilitación de 20 petroaulas, los lunes da clase en las instalaciones de la Cámara de Comercio.

Hay un día de la semana que no tenemos petroaula porque son muy pocas, relata.

Sánchez reconoce que el proceso de rehabilitación es positivo, pero advierte que para que la UDO recupere su esplendor, debe tener todas las escuelas habilitadas.

A tiempo parcial en Bolívar

En los núcleos Ciudad Bolívar y San Félix, la situación no es muy distinta. No asistir a la universidad porque el profesor no irá al aula, por no tener cómo trasladarse o por dedicarse a otros oficios que compensen los bajos ingresos como educador, es parte del día a día, señala Rafael Manzano, miembro del sindicato de la UDO-San Félix.

Tenemos un contrato a nivel nacional con un ingreso prácticamente que nos paga el Sistema Patria. El sueldo lo desmejoraron, lo tienen secuestrado, nuestras cajas de ahorro. Eso nos ha afectado a nivel nacional a todos los docentes y personal administrativo de todas las universidades”, agrega Manzano.

Como profesor, Manzano expresa las dificultades para dar clases diariamente. Entre estas cuenta la falta de bibliotecas y laboratorios para las carreras que lo requieren.

No tenemos espacio físico para las clases porque todas las instalaciones fueron prácticamente saqueadas y abandonadas por falta de recursos, detalla.

Deserción profesoral y de estudiantes

Aunque Crónica Uno intentó comunicarse con las autoridades de la UDO para tener detalles sobre la cantidad de profesores que han abandonado las aulas, así como el porcentaje de deserción de estudiantes, no hubo respuesta.

Sin embargo, desde los diferentes movimientos estudiantiles estiman que alrededor del 45 % de los jóvenes han dejado de estudiar por la falta de docentes y las interrupciones constantes de clases por las condiciones de infraestructura de los salones, laboratorios, falta de electricidad y transporte.

A veces toca ponerse de acuerdo con los estudiantes para ver las clases a distancia. Se les pasa el material por correo o WhatsApp, quedamos a la disposición para dudas o si el Internet lo permite nos conectamos por Zoom. Luego se hace la reunión de clases de forma presencial. Yo no tengo carro y el salario que recibimos apenas alcanza para cubrir gastos de transporte, expuso otro docente quien prefirió no identificarse para este reportaje.

A los estudiantes también se les dificulta el traslado hacia la institución que, desde hace casi una década dejó de contar con el transporte universitario.

“Para ir a la universidad debo agarrar dos autobuses. Ida y vuelta son 60 bolívares porque aunque el pasaje oficialmente está en 13 bolívares, te cobran 15 bolívares cada pasaje. Algunas veces falto a clases porque me quedo trabajando. Tengo un empleo de medio tiempo y me choca con algunas clases. Pero es la única forma de medio tener un ingreso”, relató Daniel Hernández, estudiante.

En 2017, la ONG Aula Abierta Venezuela, reflejó en un informe en el que hacen mención a la deserción profesoral y citan una entrevista a la profesora María Brito, Jefe de Personal de la UEPO UDO.

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Para la UDO Sucre debe ser prioridad renovar la plantilla de profesores porque muchos cumplieron el tiempo de servicio y otros se fueron del país. Foto: Crónica.Uno

Para entonces, el éxodo de profesores rondaba 20 %. Incluso, la falta de personal la suplían otros que integran la plantilla de profesores de la universidad.

Manzano calcula que la deserción de instructores se incrementó hasta 70 %, por lo que hay profesores sobrecargados con materias que imparten, en apoyo, mientras se contrata un nuevo profesor.

Trabajan por vocación

En el núcleo Monagas, la UDO cuenta con una plantilla de 305 profesores activos. El número es inferior a décadas pasadas pero, según sus autoridades, se ajusta a la matrícula estudiantil.

Hecmarys Valera, profesora de la Escuela de Ciencias Aplicadas (ECA) en el Departamento de Petróleo, afirma seguir por amor a su vocación.

En la actualidad, los docentes universitarios cobran 700 bolívares y no cuentan con seguro médico frente a una eventualidad de salud

Nadie sobrevive con un salario insignificante. La mayoría de los docentes tenemos una fuente de ingreso extra para poder mantenernos. Cuando asumí quedarme lo hice por vocación, porque me gusta estar con los jóvenes, orientarlos en su vida y por supuesto enseñarles, narra.

Aunque muchos profesores emigraron en búsqueda de una mejor calidad de vida, “valientes somos también los que decidimos quedarnos. Con propiedad puedo decir que hay excelentes docentes, con todas las capacidades para formar nuevas generaciones de profesionales para reimpulsar este país”.

En su tiempo libre y fines de semana, Valera y su esposo se dedican a trabajar un emprendimiento que arrancaron. De esta manera buscan sortear la crisis del país. Gracias a esto ofrecen un servicio ejecutivo de mesoneros junto a otros jóvenes.

Jubilados “al rescate”

En el núcleo Anzoátegui, 180 profesores atienden a una matrícula estudiantil de 10.000 alumnos, lo que a juicio de Tirso García, presidente de la Asociación de Profesores de la UDO (Apudo), es insuficiente.

La necesidades en el cuerpo profesoral en la UDO-Anzoátegui es tan grande, que García afirma que han tenido que recurrir a la recontratación de profesores jubilados. Esto aplica sobre todo para las áreas de profesionalización y en las cátedras de las carreras de ingeniería.

“Un profesor instructor a dedicación exclusiva gana como 400 bolívares mensuales y a esto se le agrega los bonos de guerra y alimentación de 90 y 40 dólares respectivamente. Eso es insuficiente en una situación económica como la que vive el país actualmente”.

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