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La película cuenta la historia de una madre y su hija que conocen a la muerte encarnada en un ave. Ambas comprenden así lo inevitable

Caracas. Zora (Julia Louis-Dreyfus) es la madre de Tuesday (Lola Petticrew), una joven que padece una enfermedad terminal. La adolescente está bien cuidada. La mamá hace todo lo que está a su alcance para que pueda ser atendida en casa. Son días de silencio, cuestionamientos y perspectiva.

Por un lado, Zora es presentada en principio lejos de casa, atendiendo lo que puede para mantener una dinámica exigente, tanto en lo físico, como en lo económico y psicológico. 

Se ve absorta y agobiada. Mientras, la hija es cuidada por una enfermera, casi contemporánea a ella.  Así pasa la rutina en casa, entre libros, música y pensamientos entre la irreverencia y la incertidumbre.

Todo cambia cuando a Tuesday se le aparece una criatura que representa el fin. Una guacamaya parlante es la muerte, que va de rincón en rincón por todo el mundo apaciguando a aquellos en estertor. 

Tuesday, abrazando la vida
La película se encuentra actualmente en la cartelera venezolana
Vida y muerte

Tuesday, abrazando la vida es el debut en largometrajes de Daina Oniunas-Pusic, quien también es guionista de esta historia sobre vida y muerte.

El encuentro entre la joven y el ave es fuera de lo común. Previamente, en el paso de la criatura por otras personas todo es rápido, como un trámite sin demora. Con Tuesday hay toda una parsimonia para el descubrimiento mutuo.

Los primeros actos de la película son todo un ejercicio de diálogo y sosiego, entre la exposición de un personaje y la comprensión del otro. Tuesday va adentrándose en su destino, mientras el ave es testigo de un viaje de sentimientos ante sus ojos.

Todo cambia cuando la madre descubre al nuevo personaje. Como es de esperarse, la negación es lo primero en sobresalir, y por tanto una serie de reacciones desesperadas.

Hasta ese momento, Tuesday, abrazando la vida es una historia sobre la muerte precoz, implacable como siempre, por más pintoresca que luzca en su encarnación. Pues el ave parece más un personaje de folleto turístico que el capitán de un trayecto hacia lo desconocido. 

Tuesday, abrazando la vida
Madre e hija se reencuentran en momentos mundanos, pero cargados de humanidad

Una película contemplativa sobre el fin, el reforzamiento de vínculos, el descubrimiento de verdades y la madurez de la vida. Julia Louis-Dreyfus lleva en sus hombros la mayor parte del peso dramático, una madre en todo su registro.

La obviedad como cierre

Sin embargo, llega un momento, hacia el final, que la historia pierde el rumbo en su afán de profundidad. Especialmente en su plan de representar alegóricamente la aceptación de la muerte por parte de la madre, a quien ponen a vivir una experiencia inimaginable para su condición humana. 

Así, logra atestiguar una obviedad de una manera simple, momentos que le restan importancia al genuino compartir y reencuentro de escenas anteriores, propicias ya para comprender lo que venía. Remata, además, con un diálogo que subraya todavía más algunos lugares comunes sobre lo desconocido después de la vida.

Es cuando se extrañan las palabras nunca escuchadas del diálogo final de Perdidos en Tokio, por ejemplo.

El cine es eso. No dar siempre todas las respuestas. Pero en estos tiempos de recompensa inmediata, parece que hay un temor en algunos autores en dejar los puntos suspensivos  necesarios, y más cercanos a lo que es la vida.

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