Los miembros del Colectivo chavista La Piedrita, del 23 de Enero, inauguraron en el sector donde hacen vida una plaza para homenajear al pueblo palestino. Aprovecharon el evento para ratificar su lealtad al chavismo y sus políticas de Estado.
Caracas. Una plaza en honor al pueblo palestino se inauguró este jueves, 5 de septiembre, en el sector La Piedrita del 23 de Enero, en Caracas, el hogar de uno de los colectivos chavistas más populares y temidos del país por sus acciones “de choque” en favor de las políticas del Gobierno de Nicolás Maduro y del fallecido presidente Hugo Chávez.
Unas 50 personas, la mayoría con armas en sus cinturas, se agruparon en una calle de La Piedrita, donde tiene su sede establecida este colectivo con el mismo nombre, para aborrecer el genocidio que, aseguran, tiene lugar en la Franja de Gaza y por el que hacen responsable a Israel, con el apoyo de Estados Unidos, la Unión Europea y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
El evento lo encabezó Valentín Santana, el líder de este grupo armado, quien aseguró que se trata de un “acto de solidaridad” que calificó como “un acto de rebeldía y solidaridad”.
Hoy nuestro presidente Nicolás Maduro se está enfrentando al imperio, a Israel, pero también a una parranda de traidores que creen que van a quitarnos el derecho de ser libres, se equivocaron. Esta patria es nuestra y nada ni nadie nos la va a poder quitar”, dijo el líder colectivo en el evento de inauguración.
El acto de rebeldía
Ya dentro del 23 de Enero, una de las principales parroquias de Caracas, históricamente chavista, es fácil saber que se llega a La Piedrita, pues un gran marco alto da la bienvenida al Comando Nacional de la Milicia Bolivariana, un componente de la Fuerza Armada del que forman parte voluntarios, en su mayoría adultos mayores, que quieren participar en la seguridad del país.
Luego de pasar el comando, una doble vía muestra un camino de subida al barrio y otro al que solo se puede avanzar luego de superar una barrera metal de seguridad en la que un joven con pantalón de camuflaje, camisa del Che Guevara y radio consulta quién puede entrar y quién no.
Se trata de una zona a la que no muchos periodistas han podido ingresar, pues se encuentra fuertemente custodiada por civiles que abiertamente muestran armas de fuego de distinto tipo.
Dentro, a medida que se avanza, el callejón se amplía y muestra distintos tributos a líderes de izquierda, en especial del presidente Hugo Chávez (1999 – 2013) y del Che Guevara.
En la zona más amplia de la calle un parque de niños contrasta con un mural de Cristo con una corona de espinas, lágrimas con los colores de la bandera de Palestina y un fusil en la mano.
En el centro de varias estructuras que pertenecen al colectivo se construyó la “Plaza Palestina”, un espacio con dos bancos pintados en distintos tonos de azul, las banderas del país asiático y de Venezuela, y rodeado por murales de “Diego Santana” el hijo de Valentín, asesinado en 2006, del presidente de Rusia, Vladímir Putin, y de rostros de niños palestinos.
“Qué arda Israel”
En el acto inaugural de la plaza estaban los miembros del Consejo Comunal La Piedrita, del Frente de Colectivos Resistencia y Rebelión y del colectivo La Piedrita, además de unos escasos vecinos de la comunidad y el propio Valentín Santana, quien aprovechó la ocasión para recordar la lealtad que esperan de los chavistas.
Aquellos medias tintas no los queremos, que se vayan a lavar ese culo. Aquí no necesitamos medias tintas, sino unidad”, dijo al micrófono antes de quemar una bandera de Israel para concluir el acto.
La bandera ardió por varios minutos y los colectivos grabaron la escena, mientras sonaba una canción que recordaba el sufrimiento de la población palestina desde que inició el conflicto territorial con Israel, que data de inicios del siglo XX.
La escena era observada desde lejos por Evelyn Rodríguez, una musulmana que se acercó a presenciar la inauguración y recordó que “lo que pasa en Palestina nos tiene que afectar a todos porque son vidas y es algo que está absolutamente silenciado y se debe exponer”.
Rodríguez piensa que es hay que “ser inhumano” para no solidarizarse con la causa palestina. Tanto ella como Josibel Montes, otra vecina del 23 de Enero, manifestaron la importancia de que en todos los estratos sociales se hable de “los crímenes que se cometen contra los palestinos” y que son silenciados.
Chávez presente
El chavismo profeso del grupo se hizo presente no solo en los murales y bustos del líder de la revolución expuestos en toda la zona, sino también en los discursos, como el que emitió el teniente de fragata Cristian Medina Macero, edecán de Hugo Chávez, quien recordó que los revolucionarios no cuestionan órdenes, sino que las ejecutan.
“Todo lo que hay aquí tiene que ver con lo que el comandante Chávez ordenó y aquí lograron materializarlo (…) Pareciera que La Piedrita se ha convertido en el ombligo del proyecto de comunalización de la patria, porque mientras logremos que el pueblo sea el que decida vamos al nuevo Estado socialista”, dijo a Crónica.Uno este dirigente chavista.
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