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De 32 autobuses que tenía la Universidad Simón Bolívar (USB), solo 10 están operativas. Quienes todavía hacen uso de las rutas disponibles, esperan por horas en la casa de estudios y apartan con libros, carpetas, o sus propios morrales, su lugar en la cola.

Caracas. Como consecuencia de la falta de transporte, que cada vez ofrecía menos rutas y tenía menos unidades, llegar a la Universidad Simón Bolívar se convirtió en un reto para quienes hacían vida en esta casa de estudios.

Los estudiantes se paraban en algunos puntos específicos y mostraban carteles para que alguien con vehículo se ofreciera llevarlos hasta su destino. Pero al llegar la pandemia de COVID-19, tiempo en el que se agravó la situación, un grupo de estudiantes decidió poner manos a la obra y diseñar Pide Cola, una aplicación web gratuita.

Visionarios siempre, nos sentamos con los computistas, metimos un mini proyecto como parte de una de las optativas y se creó esta aplicación, explica Yerfenson Torres, alumno de la USB sobre la estrategia que se ideó en 2019.

En la aplicación el conductor, que es un estudiante, indica su disponibilidad, cantidad de personas que pueden subirse al vehículo y el destino al que presta el servicio, que debe ser gratuito.

Torres señala que existe un filtro, que es poner los datos de la USB, una identificación de los estudiantes, por lo que las personas externas no pueden hacer uso de la aplicación.

Foto: Tairy Gamboa

Hay una opción para externos, pero amerita una verificación para garantizar que nuestros muchachos no se van a montar en el carro de un desconocido, o viceversa. Así evitamos peligros, detalla.

Queremos buscar organizaciones que nos ayuden y así quien tenga cierta cantidad de viajes, pueda acumular puntos y tener beneficios canjeables por algo, como cauchos nuevos, y así, acota.

Así como describe Torres, varios estudiantes de la USB diseñaron distintas estrategias con el propósito de llagar a tiempo a clases y poder retornar a sus distintas zonas de residencia, cosa que la línea de transporte no puede ofrecerles por las pocas unidades, rutas y horarios disponibles.

Quienes todavía hacen uso de las rutas de la universidad, esperan por horas en la USB y apartan con libros, carpetas, o sus propios morrales, su lugar en la cola.

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Fotografía: Tairy Gamboa
Tecnología aliada

Stephanie Expósito, una alumna que reside en los Altos Mirandinos cuenta que en marzo de 2023 varios compañeros, que también vivían en la misma zona, tenían en común la preocupación sobre cómo iban a llegar a la institución.

Para ese entonces, varias rutas de autobuses interurbanas puestas por el Ministerio de Educación Universitaria dejaron de funcionar por falta de pago.

Al menos en las mañanas salían cerca de ocho autobuses que prestaban servicio a Los Teques, Carrizal y San Antonio de Los Altos, recuerda.

La situación obligó a los que vivían en estas rutas a usar las unidades de la universidad. Muchas de ellas en mal estado.

Había un exceso de personas, entonces autobuses con capacidad para llevar 50 personas, llevaban 70. Vino la pandemia, no se les hizo mantenimiento a esas unidades y quedaron menos.

Sin transporte, con problemas para abastecer gasoil y la distancia en su contra, este grupo de los Altos Mirandinos buscó estrategias como vans, autobuses y otras formas para llegar a clases a tiempo. No obstante, el precio no fue rentable a largo plazo.

USB - Universidad Simón Bolívar
Foto: Tairy Gamboa

Telegram también fue una herramienta aliada en su momento para cerca de 32 personas que hacían uso de un bot, que les permitía contactar un autobús que nos llevaba a zonas de Los Altos Mirandinos.

La iniciativa que se lleva a cabo desde 2024, consta de un formulario de Google, por el que se hace el mismo procedimiento y se registra el pago de $3,3 que cubre la ida y vuelta.

De 16 unidades de autobuses que tiene la USB, solo 10 están operativas, es decir, dos más que en 2023, cuando Crónica Uno hizo una visita a la casa de estudios para conocer sobre la situación de transporte.

Juan Bastidas, delegado de transporte, asegura que con estos vehículos prestan el servicio desde hace más de 20 años. Es por ello que uno de los mayores retos es mantenerlas activas debido a que no cuentan con un buen equipo de mecánicos.

Los que están, son antiguos choferes de la misma línea.

No es lo mismo que tener especialistas. Los autobuses se reparan y todo el tiempo andan con alguna fallita. Eso es por falta de experiencia de los mecánicos que tenemos, dice.

USB - Universidad Simón Bolívar
Fotografía: Tairy Gamboa

Tampoco pueden cambiar todos los repuestos, por lo que ve como una suerte que los funcionarios de tránsito no sean tan radicales al poner multas y que los choferes tengan años de experiencia manejando.

Si no, se la pasarían multándonos, dice mientras señala un extremo roto del parabrisas de una de las camionetas. Asegura que la universidad les da recursos para mantener y cambiar algunos repuestos, pero es insuficiente para reemplazar las unidades.

Como consecuencia, la salida desde la universidad en las mañanas y tardes. En el pasado, las 32 unidades de transporte que funcionaban, salían cada 15 minutos.

Menos rutas y choferes

Al igual que la cantidad de autobuses disponibles, las rutas han disminuido: Antes salían de 20 puntos distintos de la capital, y otros estados como Vargas, Miranda y Aragua.

En la mañana salen a las 6:20 a. m. en Parque Miranda, Chacaíto, Bellas Artes y Coche; a las 7:30 a. m. se le suman La Rinconada, La Paz y otras rutas alternas de Baruta. Luego las próximas salen a las 12: 30 m. o 1:00 p. m. y 3:00 p. m. desde la universidad, especifica Bastidas.

Por otra parte, insiste en que el salario no es un incentivo para traer nuevos conductores. Su salario es de 104 bolívares por quincena. El resto corresponde a bonos del Gobierno.

Ahorita, los 14 choferes que estamos, nos turnamos y trabajamos por días. Lo que pasa es que hay quienes no nos vamos porque tenemos mucho acá y le tenemos cariño a la universidad, expresa.

La Wawa

La Wawa, un servicio de autobuses privados que se solicita a través de una aplicación web tiene un convenio con la universidad para que los estudiantes puedan usarla por un precio más económico.

Pese a que los estudiantes que la usan ven esto como positivo, critican que no dejen entrar a las unidades de la Wawa a las edificaciones de la USB.

Nos tienen que dejar en la entrada y las distancias para llegar a los edificios son largas. Aunque suene tonto, cansa, señala una estudiante.

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