Irene Zager, directora de Provita, afirmó que los incendios forestales son una causa de la pérdida de bosque, particularmente cuando son provocados por la actividad humana. De acuerdo con MODIS de la Nasa, Venezuela registro en el primer trimestre de 2024 más de 20 mil incendios en áreas verdes.
Caracas. La pérdida acelerada de bosques en Venezuela ha generado graves consecuencias tanto para el medio ambiente como para las comunidades que viven en las zonas afectadas en las últimas décadas.
Uno de los principales efectos es la pérdida de protección del suelo ante las lluvias, especialmente en zonas montañosas. Alejandro Luy, gerente de la Fundación Tierra Viva, explicó que la pérdida de bosques en las cuencas venezolanas ha tenido efectos en la protección del suelo, porque estos quedan desprotegidos, lo que incide en el aumento de deslaves en la temporada de lluvias .
De acuerdo con la plataforma internacional Global Forest Watch (GFW), en 2010 Venezuela tenía 57.2 megahectáreas (Mha) de bosque natural, que se extendía por 63 % de su superficie terrestre. Sin embargo, en 2023 perdió 76.5 mil hectáreas (kha), equivalentes a 42.7 toneladas métricas (Mt) de emisiones de CO₂.
“Las labores del bosque, especialmente en el área montañosa, es que al caer el agua de lluvia, esta no cae directamente en el suelo, sino que se filtra entre los árboles y las hojas. Al llegar abajo solo va a humedecer el suelo y alimentar los riachuelos”.
No obstante, si se pierden las áreas boscosas, particularmente en zonas con grandes pendientes, el agua va a caer directamente sobre el suelo y se va a mezclar con la tierra, lo que podría ocasionar deslaves. “Durante estos deslaves puede haber daños a las infraestructuras, destruyen puentes, casas y puede haber pérdidas de vidas humanas. Todo eso como consecuencia de la deforestación”, aseguró.
Luy destacó que la deforestación no solo tiene consecuencias ambientales, sino que también puede afectar directamente la vida de los venezolanos. El experto enfatizó en que el acceso al agua potable depende de la conservación de todas las cuencas. A propósito, recordó que gran parte de los alimentos y la electricidad del país se obtienen a través del uso del agua. Por lo tanto, la pérdida de bosques puede tener un impacto significativo en los modos de vida de los venezolanos.
“Al no haber un plan de conservación, la calidad de vida se afecta y va a mermar la capacidad de acceso a alimentos, electricidad y aire puro”, expresó.
Los incendios forestales
Irene Zager, directora general de la Organización No Gubernamental (ONG) Provita, afirmó que los incendios forestales sí pueden ser una de las causas de la pérdida de bosques, “particularmente cuando son provocados por actividades humanas”, como la quema de tierras para limpiar áreas para la agricultura o la ganadería.
Según el sensor del espectrorradiómetro de imágenes de resolución moderada (MODIS, por sus siglas en inglés) de la NASA, en los primeros tres meses del año ocurrieron más de 20 mil incendios en Venezuela. En enero y febrero hubo más de 9 mil.
Mientras que en el mes de marzo el MODIS detectó 11 mil focos en Venezuela. De hecho, esto se vio reflejado en las 2700 hectáreas quemadas del parque Henri Pittier, entre el 19 y 25 de marzo. También, ocurrieron 15 incendios en Distrito Capital y cinco en el estado Miranda.
La activista añadió que otra causa de la pérdida de bosques en las últimas décadas ha sido la expansión de la actividad agropecuaria, cuya extensión aumentó en 7,1 millones de hectáreas. “En menor medida, también está asociada la expansión de las áreas urbanas e infraestructura y la minería”.
Políticas sin efectividad
Zager aseguró que en Venezuela se han implementado diversas políticas públicas y acciones gubernamentales para atenuar los efectos de la deforestación y la pérdida de bosques. Aunque “no necesariamente han sido sostenidos en el tiempo”.
Agregó que pese a que el Estado ha implementado algunas iniciativas, la efectividad y el alcance de estas medidas han sido limitados.
Se requiere una intervención más efectiva tanto a nivel nacional como internacional para abordar las causas subyacentes y proteger los bosques.
Estado debe mitigar el riesgo
El Estado venezolano juega un papel fundamental para reducir y mitigar el impacto humano sobre el ecosistema por la pérdida de bosques, coincidió Rodrigo Lazo, ambientalista y coordinador de Amazonía.
“Las autoridades tienen la responsabilidad de implementar políticas de conservación y gestión adecuada de los recursos, y velar por su debido cumplimiento. Esto incluye la regulación de actividades extractivas y agrícolas, así como la promoción de prácticas sostenibles”, sostuvo el experto.
Lazo reconoció que esta situación requiere del esfuerzo y compromiso no solo del Estado, sino de la ciudadanía. Para esto no se deben obviar las consecuencias de buscar soluciones “rápidas” para el desarrollo económico que, en muchos casos, pueden resultar costosas en términos de su impacto ambiental.
Recomendaciones
El ambientalista recalcó que para paliar efectivamente la deforestación en Venezuela, es necesario considerar lo siguiente:
- El fortalecimiento de las instituciones ambientales del país, como el Ministerio para el Ecosocialismo e Inparques es crucial. Estas instituciones necesitan mayores recursos y personal capacitado para implementar y hacer cumplir las leyes ambientales.
- Implementar programas de reforestación a distintas escalas, puede ayudar a restaurar los bosques degradados.
- Asegurar un marco regulatorio robusto y justo que permita una explotación de recursos naturales de manera sostenible.
- Desarrollar y fomentar iniciativas que ofrezcan a las comunidades locales alternativas económicas sostenibles, para reducir la presión sobre los bosques.
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