Los habitantes de Tanaguarena y de la Misión Vivienda manifiestan ante las autoridades que la planta no cesa “ni de día ni de noche” y aseguran que se incrementaron las afecciones respiratorias.
La Guaira. La comunidad de Tanaguarena en la parroquia Caraballeda, conocida por su iglesia colonial y la devastación sufrida en el deslave de 1999, padece por el uso continuo de la planta de asfaltado en la zona.
Aunque el parque industrial está instalado en “las gargantas” de la cuenca fluvial de Cerro Grande, los vecinos insistieron en que las afecciones de salud se agudizaron desde finales del año 2021, cuando la Gobernación de La Guaira anunció la reactivación de la planta.
Roraima Cacique, habitante del lugar, dijo: “Nos estamos enfermando y a pesar de las denuncias, que han sido públicas, ningún ente se aboca a subsanar la problemática”.
En los pisos altos de las casas y apartamentos, el movimiento de tierra y la humareda desde la planta de la empresa Conasfvar se hace tan evidente que forma una capa de hollín en las infraestructuras. A ello, se le suma el olor circundante, que calificaron de “muy fuerte”.
Los afectados no solo han hecho peticiones formales ante los organismos locales, incluso ante el representante del Ministerio de Ecosocialismo en La Guaira. También han elevado sus quejas a la plataforma digital 1 x 10 del Buen Gobierno.
Han tenido el descaro de respondernos que esa contaminación ambiental, que está causando cada vez más enfermedades respiratorias en nuestra comunidad, no está entre la categoría de denuncias priorizadas”, aseguró Gracia Lizardi.
La profesora de biología y química de un colegio privado de Tanaguarena aún recuerda la virulencia del río Cerro Grande en la tragedia de 1999.
Esa cantera de asfalto está en ese río, que en 1999 acabó con una urbanización de casas y dañó varios edificios aledaños”, señaló Lizardi.
En Misión Vivienda
El reclamo no es exclusivo de quienes están en viviendas cercanas a la planta. Igualmente, hay inconformidad desde los edificios de la Misión Vivienda que se construyeron hace más de una década en la avenida principal de Tanaguarena.
“Ese humo nos está matando, no paran de día ni de noche. Hay adultos mayores que hemos tenido que llevarlos a nebulizar a los ambulatorios, donde, por cierto, no hay casi nada para atenderlos”, puntualizó Felicia López, quien divisa la polvareda desde el piso 10 de su apartamento.
Subrayó que la contaminación del aire dificulta el proceso natural de respiración de los lugareños. Los vecinos no han obtenido respuestas de los directivos de la empresa estadal.
Conasfvar (Concreto y Asfalto Vargas) produce 400 toneladas diarias de asfalto, genera 25 empleos directos y 150 indirectos. Fue adquirida en 2012, bajo la gestión del gobernador Jorge Luis García Carneiro.
En 2021, el mandatario José Alejandro Terán informó sobre la repotenciación de la empresa, a fin de acometer las labores de asfaltado en las vías públicas.
“Era fundamental rehabilitar la planta de asfalto para incrementar la capacidad productiva, la idea es que se pueda comercializar para superar el rentismo petrolero y buscar nuevas fuentes de ingresos para la Gobernación”, dijo Terán en ese año.
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