En Monagas, en colaboración con Cáritas Maturín, se inicia el proceso de formación de los agentes que multiplicarán las campañas de prevención contra la trata de personas.
Maturín. “Mientras dormimos alguien planea cómo explotar a los seres humanos. Los hijos de Dios y ningún ser humano se vende”. Esta expresión es de la hermana Delsi Andrade, hija de la caridad de San Vicente de Paúl, perteneciente a la Red Eclesial Latinoamericana y Caribeña de Migración, Desplazamiento, Refugio y Trata de Personas (Red Clamor) capítulo Venezuela.
La religiosa llegó al estado Monagas para dejar instalada la oficina de la Red y promover la cultura del cuidado y prevención de este flagelo. Su bandera es la campaña “Hagamos ruido, hablemos de la trata”.
Andrade trabajará de la mano de Cáritas Maturín y visitarán instituciones públicas y educativas para masificar el mensaje y minimizar los riesgos de que más niños y jóvenes caigan en las redes de las mafias.
De igual modo, contrarrestar los casos con campañas informativas, atención a las víctimas y sobrevivientes.
Describe que durante los recorridos han conversado con más de 8000 personas y en cada uno de los lugares se han conseguido con alguna víctima. “Estas personas no buscan ayuda, porque quieren desaparecer, y mantenerse escondidas”.
No solo quieren atender al agraviado, sino que también desean llegar con este mensaje a los victimarios.
Hay gente buena que se convierte en esto por ganar plata de manera fácil. Por mucha hambre y dificultades, no podemos convertirnos en explotadores”.
Sin cifras oficiales
“En Venezuela no hay estadísticas oficiales de la cantidad de personas víctimas de la trata, de eso no se habla”, sostiene Andrade. Agrega que se tiene conocimiento público de los hechos cuando las autoridades anuncian la detención y desmantelamiento de bandas asociadas a este crimen.
De acuerdo con la información que manejan desde la organización religiosa, los migrantes son los más vulnerables, y de hecho, en América Latina, del universo de víctimas, el 21 % son de nacionalidad venezolana.
Sabemos de niños que bajo presión servían de mula para trasladar paquetes, porque su hermanita estaba fichada o su abuela sola en casa. La trata tiene muchas caras”, apunta.
Agrega que “cuando el río suena es porque piedras trae, y es lo que yo ando anunciando por el pueblo, que hay piedras”.
En el caso de Monagas afirma que no cuentan con reportes de casos de trata. Sin embargo, “sí hay un flujo de migrantes que van a Sucre, Delta Amacuro y Bolívar, de los cuales llegan noticias que desaparecen cuando pierden contacto con sus familiares”.
Ofrecimiento Triple F
La religiosa describe que una de las estrategias aplicadas por las mafias para persuadir y captar a las víctimas es el ofrecimiento Triple F. Este método consiste en prometer cosas fáciles y fantásticas pero que terminan siendo falsas.
“Queremos que la gente aprenda a no caer en la red. Nadie está exento del flagelo que no mide edad, sexo o estrato social”.
Lamentó que en la actualidad “las víctimas son estigmatizadas por la sociedad y existe peor cosa que la vergüenza por el señalamiento”.
Formación de agentes
El director operativo de Cáritas Maturín, presbítero Manuel Sifontes, detalla que la Red Clamor funciona en el ámbito nacional e internacional, llega para fortalecer el trabajo de la Iglesia, que ha sido impulsado por el Papa y los obispos de Venezuela, contra la trata de personas.
“Como Iglesia estamos preocupados por el auge del tema. Estamos al frente para minimizar y concientizar a la población en general y por eso el sentido de nuestra Campaña Compartir 2024, se dedica a esta problemática global, para formarnos y ser eco de la situación”, señala el sacerdote.
Explica que con la instalación de la oficina de la Red Clamor, en la sede de Cáritas, se inicia el proceso de capacitación del equipo para luego ser enviados a las zonas pastorales y arciprestazgos de la Diócesis para divulgar la campaña. Agrega que cuenta con 10 abogados para la asistencia de las víctimas y sobrevivientes.
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