A pesar de los esfuerzos de la sociedad civil organizada y las fundaciones ambientalistas zulianas, el saneamiento del Lago de Maracaibo es una meta difícil de alcanzar. La cantidad de desechos sólidos acumulados en las orillas del estuario zuliano, son incalculables.
Maracaibo. La limpieza de orillas del Lago de Maracaibo, a través de las organizaciones ambientalistas que hacen vida en la ciudad, no es suficiente para mitigar el nivel de contaminación del estuario zuliano.
Esta semana, la Fundación la Papelera Tiene Hambre realizó una jornada de dos horas con más de 20 voluntarios en la bahía norte del Parque Vereda del Lago II, en la que recolectaron 225 kilogramos de residuos. Los más relevantes fueron botellas de refresco, anime y calzados.
Más allá de limpiar las orillas del Lago de Maracaibo, la fundación zuliana ha activado un equipo de investigación para clasificar los residuos sólidos y poder medir su impacto.
“El equipo de medición y estadística de la fundación está trabajando para estructurar el Proyecto Orillas Limpias que tiene un enfoque ecoturístico para implementarse en comunidades adyacentes a nuestros ecosistemas y mares”, explicó Antonio Soto, miembro de la fundación.
Hasta la fecha, La Papelera Tiene Hambre ha recolectado 400 kilos de material, en 2012 fueron más de 2000 kilogramos.
Encontramos productos de otros países que son arrastrados por los ríos contaminados de Colombia y desembocan en el Lago de Maracaibo. Ahora hay más plástico que en otros años, más anime y productos de uso doméstico como botellas, envases, utensilios de comer y piezas de gaveras”, dijo Soto.
Botellas y peces muertos flotan en el lago
Nicolino Bracho, director de investigación de la Fundación El Zulia Recicla, alertó sobre la cantidad de peces muertos que han aparecido en las orillas del Lago de Maracaibo, específicamente al norte, en las últimas tres semanas.
“Estamos hablando de unos seis peces muertos por metro cuadrado, eso no es normal en las orillas. Hasta ahora no sabemos cuál es su procedencia”, aclaró.
La entrada de las lluvias es uno de los elementos que deja en evidencia el nivel de contaminación que soporta el estuario, porque todo el material que arrastran las cañadas termina desembocando en él.
Las botellas de refresco, clasificadas como plástico PET, mantienen su protagonismo, pero desde 2023 se suman las de procedencia extranjera.
En un estudio que hicimos el año pasado, asociado al origen de las botellas, al verificar el código de barra evidenciamos que una cantidad importante viene de Colombia. No podemos asegurar que vengan por las corrientes de agua porque hay que tener en cuenta que tenemos un alto consumo de bebidas que entran por la frontera y son desechados por los consumidores marabinos”, dijo.
El porcentaje de botellas desechadas provenientes del vecino país es de 18 %, pero también hay marcas nacionales. El Zulia Recicla recolectó 637 kilos de desechos en su primera jornada del año en febrero pasado.
Un asesino silencioso
Johan Flores, director de la Fundación Azul Ambientalista en el estado Zulia, calificó de incalculable la cantidad de plástico que hay en las cañadas de la ciudad e insistió en la presencia de microplástico en el organismo de los peces en el lago.
La evidencia más clara que tenemos fue la muerte de la tortuga de la especie Caretta Caretta, que tenía un kilo de plástico en su estómago”, sentenció.
Flores refirió que Azul Ambientalista hizo una evaluación del estado de las cañadas en Maracaibo recientemente. “La ciudadanía juega un papel fundamental en este proceso, pero vemos como siguen arrojando basura a las cañadas y la lluvia dejó en evidencia que no son ciudadanos conscientes y que no les duele el lago de Maracaibo”.
Sobre la limpieza de las orillas, Flores resaltó la labor de las organizaciones ambientalistas en la región, pero instó a los tres niveles de gobierno a engranar políticas que realmente ataquen el problema de contaminación que tiene el Lago de Maracaibo y recordó que no es solo el plástico y los derrames petroleros, sino la cantidad de aguas servidas que caen al estuario diariamente.
El pasado 12 de julio de 2023, el gobernador del estado Zulia, Manuel Rosales, prometió construir una planta para tratar las aguas residuales que se vierten en el lago, con el fin de disminuir la contaminación.
Rosales no dio detalles de cuándo estaría lista la planta de tratamiento pero aseguró que se evitaría que más del 50 % de estas aguas cayeran en el lago. De esta promesa han pasado 10 meses.
Figuración nada agradable
En 2022 The Ocean Cleanup reveló que Venezuela es uno de los 20 países que lleva más plástico al océano a través de sus ríos.
Recientemente el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) indicó que Venezuela genera 14,88 millones de toneladas al año de residuos sólidos, y se ubica en el puesto número cuatro de los países de América Latina y el Caribe que más desechos genera. De esa cantidad, 523.775 toneladas se clasifican como plásticos.
The Ocean Cleanup estimó que 6000 toneladas se asientan todos los días en la desembocadura de los ríos y después se van al mar. En Venezuela solo 2 % del plástico se recicla.
El Zulia también tiene su protagonismo negativo, con una cifra altísima en acumulación de plástico”, citó Flores.
Minderoo Fundation, identificó 47 zonas con grandes concentraciones de plástico en el país. De ese grupo, 37 tienen un área mayor a los 1000 kilómetros cuadrados. El Zulia es el que tiene más zonas con acumulación de plásticos con siete sumideros al aire libre.
The Ocean Cleanup aseguró que 224 ríos venezolanos aportan entre 100 y 1.383.600 kilogramos de plástico al mar Caribe cada hora.
Solo 11 de estos ríos están catalogados entre los 1000 afluentes que aportan 80 % del plástico a los océanos en el mundo. El río Tuy encabeza la lista venezolana -por la influencia del río Guaire- y el río Chama, que aporta 308.700 kilogramos de plástico al sur del Lago de Maracaibo, está en segundo lugar.
Indígenas en riesgo
El río Orinoco, aunque no está entre los afluentes más contaminantes, acumula más de 11.700 kilogramos de plásticos repartidos en todas las riberas de Delta Amacuro y del estado Bolívar, lo que pone en vulnerabilidad sanitaria a la comunidad warao que habita la zona.
El director de Azul Ambientalista en Zulia insistió que la educación es el pilar para lograr avances en materia de ambiente, además de la implementación de leyes que realmente se cumplan y sancionen a los ciudadanos que arrojen basura en cañadas y calles.
“Todo debe pasar por la Comisión para el Rescate y Conservación del Lago de Maracaibo, pero no hemos visto una articulación real”, finalizó.
El desarrollo sostenible es uno de los temas de la agenda de la Organización de las Naciones Unidas para el 2030 en la protección de océanos y recursos marinos, planteando una reducción del uso del plástico a nivel global.
Venezuela, como miembro de la ONU, debe cumplir con los objetivos globales, entre ellos, potenciar la gestión ambiental para hacerle frente al cambio climático, pero esto parece estar muy lejos de cumplirse porque de los 11 ríos venezolanos más contaminantes para el mundo, cuatro desembocan en el Lago de Maracaibo y los 60 afluentes que nutren la cuenca acumulan cada uno entre 200 y 700 kilogramos de plástico cada año, según datos de The Ocean Cleanup.
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