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Cruz de Los Marineros bendice al sector Palo Negro de Maturín desde hace 100 años

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Creyentes renuevan su fe y esperanza en el madero que trajo la salvación a la humanidad. Este día muchas personas ofrendan flores, frutos y cantan galerones a la Cruz, en agradecimiento por los favores recibidos.

Maracay. El día comenzó con un cielo despejado, los galerones a todo volumen anunciaban desde bien temprano que la fecha había llegado, y como cada 3 de mayo, los pobladores de Palo Negro en Maturín le rinden culto a la Cruz que los acompaña desde hace más de 100 años.

La noche anterior, habitantes de Palo Negro en Maturín pintaron los frentes de sus casas y las aceras. En las ventanas y puertas pusieron ramas de palmas y flores silvestres para vestirse de júbilo en honor de la Santa Cruz, también conocida en la zona como la Cruz de Los Marineros.

El madero, no mayor de 70 centímetros de altura, reposa en la calle sobre su nicho, adornado con flores amarillas, azules, rojas y blancas, en representación de la bandera nacional. Recibe a la gente que con fe se acerca a agradecer.

La historia de la Cruz, que se remonta a la antigüedad, se mantiene intacta en la memoria y escritos de sus vecinos. Rosa Romero tiene 80 años de edad y recuerda que desde muy niña su mamá la llevaba a los velorios y a la misa.

Ella se crió en las calles de Palo Negro y aunque en la actualidad está residenciada en Caracas, decidió volver en este año a Maturín para celebrar a la Cruz.

Buena parte de nosotros no habíamos nacido cuando llegó la Cruz a este sector. Ella es muy milagrosa”, dice Romero mientras se persigna y cita en oración: “En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Protégenos a todos y danos larga vida, cuida de los míos y todos los que te adoramos”.

Signo de salvación

Carmen Rodríguez vive cerca de la capilla que levantaron en honor de la Cruz de Los Marineros. Ella conoció de cerca el poder de la fe y la oración para alcanzar un milagro. Está convencida de que no se trata de un objeto cualquiera, sino de algo trascendente que sostiene su vida.

La cruz nos recuerda a Cristo y por medio de ella nos dio la salvación, y es lo más grande que tenemos en la comunidad”, dijo Rodríguez.

Como muchos devotos, Carmen tiene su testimonio de sanación. “Mi mamá llegó a los 93 años. En momentos críticos de salud un milagro podría salvarla, es cuando clamamos a la Cruz y ella conseguía la sanación que pedíamos”, relató.

Llegó para quedarse

Al final de la calle Rojas, en el sector Palo Negro de Maturín, se levanta un monumento a la Santa Cruz. En el se encuentra una capilla que resguarda el madero traído por marineros en señal de ser un puerto seguro y de actividad comercial rentable.

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Vecinos del sector conservan escritos de la historia de la Cruz de Los Marineros. Foto: Crónica.Uno

Con el tiempo, la Cruz fue adaptada por los residentes del sitio. La adornaron con canaletes, botes, escaleras, tres clavos y una corona de espinas, además de dados alusivos a los juegos tradicionales de la región.

Desde este punto, se encuentra un mirador en el que se puede apreciar gran parte de la ciudad. Otrora estos espacios eran los canales navegables del río Guarapiche que conectaban al mar Caribe por el caño Colorado y el río San Juan.

Así lo relata Miguel Febres, párroco de la iglesia San Simón y San Judas Tadeo, a la cual pertenece la comunidad Palo Negro.

El religioso narró que la comunidad fue un puerto que conectaba a Maturín con el mundo y abonó a su desarrollo económico en la época de la Venezuela Agraria.

Febres contó que la Cruz fue puesta en un punto alto por unos marineros, para que todos los que navegaban por el caudal pudiesen divisarla y saber que dichas tierras eran seguras.

Por allí embarcaban productos como café, cacao, maíz y frijol, entre otros. Un tiempo fue famoso por la salida de animales a las islas del Caribe”.

El padre indicó que desde entonces la Cruz que para muchos resultó insignificante, quedó como una identificación de la comunidad. Para el año 1930 se da inicio a la fiesta en su honor.

Lo más importante del velorio y la celebración propia de la Cruz es el compartir entre los vecinos, porque esta es la expresión más sublime de la generosidad del corazón humano”.


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