Gremio asegura que la producción otorgada a consejos comunales para ser distribuída en comedores y escuelas del estado Sucre, es revendida en detrimento del sector.
Cumaná. Las limitaciones para los pescadores en el estado Sucre persisten por la escasez de combustible y las exigencias gubernamentales a los representantes al sector, -considerado el más importante y representativo de la entidad oriental-.
Heriberto Rodríguez, presidente de la Asociación de Pescadores del municipio Cruz Salmerón Acosta, Araya, aseguró que la gente de mar, debe entregar en la estación de servicio de la Marina Cumanagoto en Cumaná, las mejores especies de su faena diaria.
Asegura el gremio que además de ser obligados a entregar parte de su faena, la misma es revendida en lugar de beneficiar a la población vulnerable.
De esa manera, los pescadores entregan cajas completas de especies de cojinúa, cabaña blanca, lamparosa, entre otras.
La mercancía es entregada de acuerdo a la cantidad de gasolina que vayan a vender. Pueden ser 10 a 20 kilos de la mejor especie que tengamos, pero los funcionarios no entienden que la pesca está escasa”, dijo Rodríguez.
Con ello, explicó que en cada faena, los pescadores solo logran llenar de 20 a 50 cajas de cada especie y la mejor porción deben consignarla en La Marina.
A la estación de servicio La Marina, llegan 5000 litros de combustible mensualmente y cada pescador puede comprar 180 a 300 litros por embarcación.
Rodríguez destacó que la Ley de Pesca y Acuicultura, establece que el pescador debe aportar parte de su faena, al consejo comunal para que lo distribuya en la población que no tiene peñeros.
“Eso no ocurre, porque los funcionarios de La Marina revenden las especies y hacen creer que llevan el pescado a los comedores populares y ambulatorios, pero no es así”, dijo.
Además, Rodríguez aseguró que la entrega de los mejores productos, no los exime del pago del combustible.
En sectores como Chacopata pagan 10 dólares por la gasolina al Consejo de Pescadores y dos dólares a los funcionarios públicos. Mientras en Caimancito los funcionarios revenden el pescado y en su lugar entregan víveres para la escuela”, aseveró Rodríguez.
La venta de combustible se realiza por grupos de dos a tres embarcaciones o trenes de pesca, según lo disposición de funcionarios en la estación de servicio.
Potencialidades latentes
Pese a las limitaciones en el desarrollo productivo de los pescadores y la falta de estímulo al sector, Alvín Delgado, director ejecutivo de la Fundación para la Pesca Sostenida y Responsable de Túnidos Fundatun, sostuvo que el estado Sucre cuenta con elementos suficientes para que nuevamene ocupe el sitial como potencia pesquera nacional, con proyección internacional.
“Tenemos infraestructura para procesamiento, muelles, buenos frigoríficos, podemos reparar embarcaciones, tenemos diques, contamos con una flota atunera de 22 barcos registrados y los armadores dispuestos a colaborar, porque la pesca es su vida y así será por mucho tiempo”, dijo.
El estado Sucre, llegó a contar con una flota de 200 embarcaciones cerqueras, barcos de gran longitud y capacidad de almacenamiento.
Delgado, resaltó la necesidad de hacer competitivas las enlatadoras, frente a la importación oficial de productos sin aranceles.
Aseguró que en el escenario ideal, la regulación arancelaria es vital para que los precios suban y exista la competitividad.
“Otra propuesta sería exportar el atún aleta amarilla que es muy cotizado internacionalmente e incluso, exportar lomo de atún que le da un valor agregado”, explicó.
En su opinión, es necesario desarrollar empresas sucrenses como Avencatun Industrial S.A Avecaisa, que cuentan con una línea de lomo de atún empaquetada desde que se prohibieron las exportaciones.
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