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El entrenador nacido en Badajoz, de apenas 35 años de edad, guio al conjunto granate a ganar su primer trofeo en el fútbol profesional venezolano.

Caracas. El joven entrenador español Diego Merino tiene el mérito de haber llevado el primer título a las vitrinas del Carabobo FC, un cuadro popular del fútbol venezolano, pero eclipsado por los éxitos de otras disciplinas en la entidad del centro del país.

Y es que desde su fundación en febrero de 1997, el conjunto granate empezó a ganar adeptos en Valencia y todo Carabobo, un estado tradicionalmente muy competitivo en Juegos Nacionales y campeonatos profesionales.

Si bien el entusiasmo por el fútbol rentado creció de la mano del Carabobo FC, la oncena, que incluso descendió dos veces a la Segunda División, siempre estuvo a la zaga de los triunfos deportivos de otros dos grandes de la región: los Navegantes del Magallanes de la LVBP y Trotamundos de Carabobo de la ahora Superliga Profesional de Baloncesto.

Tal ha sido el cúmulo de frustraciones de su fiel afición, representada por la barra de los Granadictos, que uno de los memes más repetidos en las redes del balompié nacional siempre hacía alusión a la falta de trofeos del equipo.

Seguidor del Carabobo FC se vuelve loco y se tatúa todos los trofeos de su equipo”, solía expresar la chanza, acompañada de la foto de un brazo o una espalda completamente en blanco.

Esa burla terminó el pasado domingo 2 de junio, con la consagración de la “Vinotinto regional” en la final del torneo Apertura 2024, celebrada en el estadio Misael Delgado de la capital carabobeña. Allí, en el banquillo del nuevo monarca, estuvo un jovencísimo entrenador que nunca había dirigido en Venezuela ni en el resto de Suramérica.

Seguimiento desde 2022

Diego Merino Rivera tiene 35 años de edad y es emeritense, como se suele decir a los nacidos en Mérida, la provincia española de Badajoz. Como entrenador debutó a los 21 años y sus primeros lauros los consiguió con el equipo juvenil del Rayo Vallecano, en el que cosechó una Copa del Rey y una liga de la categoría.

Pasos por el Extremadura y un ascenso de la Tercera División a la Segunda RFEF con el Club Deportivo Toledo son otros de los hitos, que registra la hoja de vida del DT ibérico del Carabobo FC.

La buena relación de Merino con un directivo del Carabobo FC hizo que el equipo lo siguiera y ya hace dos años intentó su firma, pero los requisitos exigidos por la Confederación Suramericana de Fútbol, Conmebol, retardaron su llegada hasta noviembre de 2023.

Sin experiencia en el fútbol suramericano, el extremeño es una rareza en el fútbol venezolano, en el que la preferencia en cuanto a técnicos extranjeros prioriza a argentinos y colombianos. No obstante, en años recientes, su compatriota Alex Pallarés hizo vida en los banquillos de Atlético Venezuela y Deportivo Táchira.

Un buen tipo

A Diego Merino lo recuerdan desde España como “un buen tipo” y un “buen entrenador”, según un analista consultado para este trabajo, que pidió mantener el anonimato.

“Lo que me comentan es que Merino es un buen tipo. Un entrenador con carácter. Como perfil es buena persona y como director técnico nadie me ha dicho que sea malo, aunque tampoco me han dicho que sea el nuevo Guardiola”, señaló el analista.

En Venezuela, el joven timonel se adaptó a un medio complicado y sorteó los altibajos propios de la temporada.

Vinimos a realizar un proceso a mediano plazo. La idea era dar continuidad a un trabajo, pero se nos dio merecidamente”, resumió Merino en declaraciones al circuito carabobeño.

“Trabajamos mucho, generamos una química fantástica y eso nos llevó a ser campeones. Para mí la clave fue trabajar y ser persona”, agregó el primer DT campeón del Carabobo, quien en pocos meses ayudó a que el Granate dejara de ser el blanco favorito del famoso meme del tatuaje.

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