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Profesores de la Universidad Simón Bolívar en La Guaira exigen fin al rezago de sus salarios

USB

Desalentados por el declive institucional, profesores de la Universidad Simón Bolívar en el Litoral Central, reclaman un aumento salarial de 200 dólares al mes, el cual consideran justo para dignificar su trabajo de formar a las generaciones profesionales del país. Rechazan que se les otorguen bonificaciones.

La Guaira. Desde hace 15 años, Albert Crespo es profesor de Metodología de la Investigación en la sede Litoral de la Universidad Simón Bolívar USB. Al consultarle sobre su salario, la pena le embarga.

“Me da pena decir cuánto gano, me siento en la miseria”, aseguró a través del hilo telefónico desde su residencia en Los Teques, capital del estado Miranda.

Negado a renunciar a la enseñanza, no solo de su materia, sino también a asesorar a decenas de tesistas de esta Alma Mater, no teme represalias de las actuales autoridades de la USB.

Si yo, a mis 55 años, con dos posgrados en el área y toda una solvencia moral en mis actuaciones, voy a tener miedo de lo que digan en el rectorado, por más filiación chavista que tengan allí algunos, entonces mejor me voy a vender papas en las calles”, afirmó el docente, graduado hace 30 años en Historia en la Universidad Central de Venezuela.

Este profesor, que lucha para mantener operativo a su Ford Fiesta y así trasladarse hasta Camurí Grande (este del Litoral Central), devenga al mes casi 15 dólares americanos. Ello le ha llevado a sumarse a un grupo de compañeros que exige un aumento salarial de 200 dólares (Bs 7300) al mes.

Dicha iniciativa gremial se ha dado a conocer en las últimas semanas por Elvin Barreto, dirigente de la Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios (Fapuv).

A su juicio, la propuesta de elevar el salario de los profesores hasta $200 es viable y se constituye en “un buen punto de partida para sacudirnos el pernicioso instructivo de la Onapre (Oficina Nacional de Presupuesto)”.

Agregó que dicho incremento no generará presiones inflacionarias, debido a que el Ejecutivo Nacional cuenta con recursos recaudados por el Seniat en actividades mineras del país.

Otros docentes afectados remitieron a Crónica.Uno un cuadro con los escalafones salariales. Allí se evidencia que un profesor titular a dedicación exclusiva gana desde 2023 la cantidad de 14,68 dólares (Bs 522,16); un profesor asistente llega a 10,17 dólares (Bs 361,88), mientras uno con categoría de instructor recibe nueve dólares (Bs 320,25).

Hay que insistir en que los bonos no son salarios, son lesivos a los derechos de los trabajadores y además, el artículo 91 de la Constitución obliga al gobierno a equiparar el sueldo mínimo al costo de la canasta alimentaria”, explicó Barreto.

Aunque la plantilla profesoral alcanza los 150 docentes, más de 60 % acude en promedio cada 15 días a sus clases presenciales, según el testimonio de estudiantes de esa casa de estudios.

“Esto no es ni la sombra: esta universidad está casi en el ostracismo y los profesores nos hemos empobrecido lamentablemente”, comentó una docente de cálculo matemático con 21 años de experiencia, que solicitó el resguardo de su identidad.

¿Declive irremediable?

En medio de este panorama, la sede de la USB en Camurí Grande continúa en declive. Desde la pandemia de COVID-19 y con el cambio de autoridades, a raíz de la muerte en 2021 del rector Enrique Planchart, se ha acentuado la restricción presupuestaria.

Las consecuencias se visualizan en el rezago de los salarios de sus trabajadores, las dificultades para promover la investigación científica y las fallas de mantenimiento en las aulas, edificios administrativos, laboratorios, canchas deportivas, áreas verdes y en la flotilla de transporte.

“Da tristeza lo que pasa en esta universidad que era modelo de toda Venezuela y ahora está en ruinas y con cada vez menos profesores”, dijo Angélica Wilson, quien eventualmente presta servicios de limpieza en el campus de Camurí Grande, restaurado en 2005, luego de la Tragedia de Vargas en diciembre de 1999.


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