En el Museo de Bellas Artes de Caracas se llevó a cabo durante cinco días la muestra de películas documentales.
Caracas. La mamá del cineasta Tuki Jencquel quiere fallecer. Es el año 2020 y la pandemia la obliga a tener que esperar más tiempo. Desde tener un suicidio asistido, una decisión que no solo la lleva a plantarse a su hijo para explicar sus razones, sino que se vuelve un hecho mediático en Francia, donde reside.
Es la trama del documental La despedida del lobo, que ganó del Premio del jurado y Premio del público en la sección de largometrajes de la reciente edición del Festival de Cine Documental Caracas Doc, que se realizó en la sala de la Cinemateca Nacional, en el Museo de Bellas Artes, del 17 al 21 de julio de 2024.
La película de Tuki Jencquel es un retrato intimista de Jacqueline Jencquel, a quien el director muestra en la vida familiar mientras se mantiene firme en su decisión. El autor le hace las preguntas de rigor, esas que toda persona le haría a quien toma esa decisión, especialmente a alguien que no tiene alguna enfermedad que conlleve a ese pensamiento, como suele creerse que ocurre cuando se habla del tema.
Documental conmovedor
Es respetuoso con la posición de la madre, tan solo son momentos en los que hay respuestas que se necesitan unir en la fluctuante dinámica entre ambos.
El realizador es solemne en el tratamiento, incluso en momentos álgidos cuando la protagonista acompaña a otras personas que tomaron ese camino. Plantea diversas reflexiones sobre la vida y el paso del tiempo. Un documental que conmovió a varias personas en la sala. Algunos salieron llorando.
La despedida del lobo competía con Siudy entre mundos, de Pablo Croce, y Niños de Las Brisas, de Marianela Maldonado, esta última una de las mejores películas estrenadas en la cartelera venezolana en años recientes. La ganadora todavía no tiene fecha para su exhibición en el país.
Chiche, mejor cortometraje
En el renglón de cortometrajes del Festival de Cine Documental Caracas Doc, el Premio del jurado fue para Chiche, de César Hernández. Presenta a un hombre que suele estar en un pequeño cuarto de su casa. Ahí guarda todo tipo de objetos, entre ellos una piedra que asegura es un meteorito.
También trabaja con distintos materiales para construir cosas, como un pequeño carro para su nieto, cómplice de sus ocurrencias. Igualmente pinta y tiene mil sueños. Los problemas con su familia no faltan, pues en casa creen que vive en un mundo de fantasías, lejano a una realidad muy adversa en la que económicamente no aporta nada.
Un trabajo preciso para hablar no solo sobre un personaje que pareciera sacado de una novela latinoamericana de los años del boom, sino también para hablar de las maneras de supervivencia en un país con problemas, maneras que llegan a las nuevas generaciones.
El joropo cautivó al público
El Premio del público fue para Mi retorno, de Mariángeles Pacheco. La obra tiene como protagonista al artista Marío Díaz, figura clave del joropo central o tuyero. Sigue la cantante en distintos lugares donde se baila joropo. Es como un registro del arraigo de una expresión artística que se mantiene en Caracas y sus alrededores, casi inadvertida, pero con la suficiente pasión de sus seguidores para mantenerse. Es el relato de un personaje que durante décadas se ha dedicado al canto, a una manera de cantar la cotidianidad, y las diversas generaciones que disfrutan la repercusión.
La Mención especial en el Festival de Cine Documental Caracas Doc fue para Ritual de luz, de Jisbell Contreras Paradas. Es la exposición de la memoria familiar de la autora. Con grabaciones caseras de los viajes familiares en los años noventa y principio de siglo, la cineasta empieza a contar la ausencia de su padre. Es una búsqueda en el vacío para hallar una respuesta.
El Premio del jurado de la categoría Micro Doc fue para Una ciudad ficticia que no se llama Caracas, de Santiago Ruiz y Santiago Martín. Los realizadores, a través de unas diapositivas encontradas en la calle, delinean una ciudad ficticia entre reflexiones sobre lo que es y puede ser.
El Festival de Cine Documental Caracas Doc tuvo en su inauguración la proyección del documental La diosa quebrada, de Ximena Pereira, fundadora del certamen. Estuvo fuera de competencia. Durante dos décadas, la directora muestra cómo la fractura de la famosa escultura de María Lionza en Caracas genera una diatriba burocrática que a su vez revela una división social a partir de un discurso político. Todo un relato que se va mezclando con la perspectiva de migrante de la realizadora.
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