Marvel no supera sus glorias pasadas. Tiene que recurrir a ellas para mantenerse en la palestra de un público que responde lealmente a cada estreno del estudio
Caracas. En 1947 se emitió el cortometraje “Hold That Lion!” de Los tres chiflados. Ya para entonces Curly Howard había abandonado el programa por problemas de salud, y en el famoso trío cómico el actor había sido sustituido por Shemp Howard, su otro hermano.
En la historia, los tres persiguen a un hombre hasta un tren. En una de las escenas, ven a un pasajero desconocido que lleva un sombrero en la cara mientras duerme. Cuando descubren el rostro, se trata de Curly Howard, quien interpreta al viajero. Hace su célebre ladrido de perro a modo de ronquido. Una imagen icónica en la que se ven a los tres hermanos Howard y Larry Fine en un mismo cuadro. Un simbólico guiño a quien por muchos años formó parte del grupo referencia de la comedia física.
Alfred Hitchcock acostumbraba a salir en algunas de sus películas. Hay cameos del cineasta británico en largometrajes como Rebecca, La ventana indiscreta, Vértigo y Los pájaros. Pero esas breves apariciones son tan solo una anécdota de tercer o cuarto nivel cuando se habla sobre esas obras. Ocurría lo mismo con las breves apariciones de Stan Lee en las películas de Marvel, incluso después de fallecido.
Con el estreno reciente de Deadpool & Wolverine, buena parte de las primeras impresiones se referían a la cantidad de cameos que hay en la película. Hechos exaltados con pasión por los más entusiastas.
Causaba curiosidad cómo en algunos casos eran el único elemento para subrayar en comentarios en redes sociales, como si la conformidad se refugiara en un desfile de caras conocidas, recientes y de antaño.
Glorias pasadas
La película se presenta como una esperanza para reimpulsar la imagen del llamado Universo Cinematográfico de Marvel, con clarísimos altibajos desde que en 2019 culminó la fase tres de todo este compendio de personajes e historias. Desde entonces se ha apostado por afianzar en el ideario a nuevas figuras mientras oxigenan a otras tramas de la vieja guardia.
Deadpool & Wolverine es uno de esos intentos por volver a las pasadas glorias con dos personajes relevantes. El primero, de más reciente data en la gran pantalla, ha logrado calar en el público por su desparpajo, incorrección política y autoparodia de las películas de superhéroes. Mientras que el segundo es todo un ícono en el cine desde hace dos décadas, en aquellos tiempos de alianza entre 20th Century Fox y Marvel Comics, y que en 2017 había fallecido en Logan, nominada al Oscar como Mejor guion adaptado.
Los cameos de Deadpool & Wolverine se fortalecen en esa época de Marvel cuando era todo promesa, y luego recorre las referencias de los períodos más poderosos. Hay todo un ejercicio de revisión consciente que pueden llamar homenaje, pero también cálculo para abarcar todo tipo de añoranzas, tanto por los que vivieron esas épocas que se remontan a finales del siglo XX con la saga Blade, o por aquellos a los que se le puede despertar la curiosidad por todo lo ocurrido desde entonces. También está esa jugada de retomar íconos de otros estudios para ampliar la red de la receptividad escudados en el humor.
Una dupla que funciona
En esta película, ambos protagonistas deben entenderse para luchar juntos. Existe el peligro de que se destruya la línea de tiempo de Wade Winston Wilson, el nombre de pila de Deadpool, interpretado por Ryan Reynolds. Mientras que Hugh Jackman retoma su traje amarillo para iniciar un viaje que resulta el más interesante de la trama.
Wade Wilson lleva una vida civil como vendedor. Desencantado por un rechazo. Cuando se entera de que su mundo puede desaparecer, debe actuar para evitar la aniquilación. Entonces, decide buscar a un Wolverine venido a menos por una tragedia, ensimismado en su propio desdén. Así comienza la película recientemente estrenada.
Deadpool & Wolverine es una película entretenida. Con la dosis justa para manejar las emociones de una audiencia ansiosa todavía por las glorias pasadas. Spider-Man: Sin camino a casa (2021) fue uno de los grandes rituales a la nostalgia con la reunión de Tom Holland con Tobey Maguire y Andrew Garfield.
Predomina el humor de la saga Deadpool con los justos destellos de la solemnidad de Wolverine, con mucho más matices. En el caso de Deadpool hay momentos en los que satura con su esfuerzo por hacer de cada elemento un objeto de un chiste. Aun así, la dupla funciona como aceras equidistantes que se fortalecen por una causa, que en su clímax apunta al siempre loable sacrificio del héroe.
Humor controlado
En momentos en los que cualquier incorrección es bien recibida por un público cada vez más cauto en expresar ideas, Deadpool & Wolverine representa un aliciente que no busca moralizar. Además, le da a sus personajes la posibilidad de fracasar, como la vida misma.
Un humor aplaudido, pero también muy controlado, ahora más en los dominios de Disney. En la primera película de Deadpool (2016), en la era de 20th Century Fox, había un mayor desparpajo, supervisado, claro, pero mayor. Ya desde Los Simpson de los años noventa era común la parodia a los estudios y la ironía a Hollywood. Así que no era de extrañar que la llegada del personaje a la gran pantalla no fuera menos, especialmente cuando se apuntaba a otro público en el contexto de la sala de cine.
Deadpool & Wolverine es dirigida por Shawn Levy, responsable de la saga Una noche en el museo y de la serie Stranger Things. Pero también tiene otras películas menos comentadas, pero con bastante sustancia como Gigantes de acero (2011) y Free Guy (2021). La primera protagonizada por Hugh Jackman y la segunda por Ryan Reynolds, este último también uno de los encargados del guion de Deadpool & Wolverine.
Cassandra Nova (Emma Corrin) es la villana más visible de la obra. No hay que negar su poder, pues es la hermana gemela del Profesor X. Es intimidante y luce superior a los protagonistas, quienes se ven en claros aprietos frente a ella. Pero en la historia, más allá de la exhibición de capacidades, no trascienden las razones de sus objetivos.
No dejan descansar a los muertos
Deadpool & Wolverine cumple una función de distensión. Sus maneras de asombro dan la adrenalina que se busca en este tipo de películas, pero también es cierto que los elementos que configuran toda esa emoción, son los mismos que llevan a la reflexión, ya en frío, sobre la constante búsqueda de un éxito que todavía se basa en lo transcurrido. Marvel no deja descansar en paz a quienes murieron en pantalla.
Y los argumentos no dejan de ser inmediatos. Pocos días después del estreno de Deadpool & Wolverine se anunció el regreso de Robert Downey Jr. al estudio. Interpretará a Doctor Doom en Avengers: Doomsday, que se estrenará en 2016 bajo la dirección de Joe y Anthony Russo, los reyes Midas de la fase dos y tres del Universo Cinematográfico de Marvel.
Este año, cuando Robert Downey Jr. ganó el Oscar por su papel en Oppenheimer, dijo que necesitaba el papel mucho más de lo que la producción lo necesitaba. Habrá que preguntarle ahora qué tanto necesitaba él a Doctor Doom.
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